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Absuelto definitivamente el asturiano acusado por Nintendo de vender cartuchos para piratear

  • Nintendo había recurrido la sentencia absolutoria
  • Pedía 23 años de cárcel y 840.000 euros por vender cartuchos para la DS
  • La justicia ratifica la sentencia y absuelve definitivamente al empresario

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La justicia ha absuelto al propietario de la empresa Alechip, una tienda de videoconsolas y reparación de teléfonos móviles en Avilés acusada por vender cartuchos para la DS.
La justicia ha absuelto al propietario de la empresa Alechip, una tienda de videoconsolas y reparación de teléfonos móviles en Avilés acusada por vender cartuchos para la DS.

La Audiencia Provincial de Oviedo ha absuelto definitivamente a Alejandro Fernández Gutiérrez, un empresario asturiano que fue acusado por Nintendo de vender cartuchos para piratear su consola DS.

La justicia ratifica así la sentencia del pasado año del Juzgado Provincial de Avilés, en la que se absolvía al propietario de la empresa Alechip, una tienda de videoconsolas y reparación de teléfonos móviles.

Absuelto el asturiano acusado por Nintendo de vender cartuchos para piratear la DS

Nintendo había recurrido la sentencia. La multinacional acusaba al asturiano de  seis delitos contra la propiedad intelectual y revelación de secretos, por lo que habían pedido 23 años de cárcel y 840.000 euros de indemnización para el propietario de la empresa Alechip.

El juez no ha considerado probado que los cartuchos sirvan para ejecutar juegos ilegales en la consola

En la sentencia absolutoria, el juez no ha considerado probado que los cartuchos que  vendían en su tienda sirvan para ejecutar juegos ilegales en la consola, "no habiéndose acreditado que los productos importados por el acusado permitan específicamente, en las condiciones en las que fueron intervenidos, suprimir los mecanismos de seguridad de la consola Nintendo DS".

Los cartuchos que se intervinieron a la empresa Alechip en el año 2009 modifican la consola Nintendo DS. Mientras que la multinacional alegó durante el juicio que el fin de estos cartuchos era piratear la consola y descargar juegos ilegales, la defensa argumentó que otros fines legales eran posibles.

En la sentencia se recoge que "no se ha acreditado que el único destino" de los cartuchos sea "neutralizar" la protección legal de la consola y así poder introducir juegos piratas, sino que también sirven para "permitir la ejecución de juegos de otras zonas o convertir la consola en un ordenador acto para realizar múltiples tareas absolutamente lícitas".