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Las autoridades exigen la rendición del "pueblo rebelde" chino de Wukan

  • El Gobierno asegura que será "clemente" si se rinden honestamente
  • Los habitantes celebran un homenaje al líder fallecido

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Los habitantes de Wukan portan la fotografía del fallecido Xue Jinbo, de 42 años
Los habitantes de Wukan portan la fotografía del fallecido Xue Jinbo, de 42 años

Las autoridades de Wukan, un pequeño pueblo pesquero de China que se rebeló contra los líderes comunistashan exigido a los vecinos que se rindan, mientras éstos recordaron al líder cuya muerte, bajo custodia policial, ha originado las protestas.

"Si se rinden honestamente, el gobierno se mostrará clemente", ha, citado por la agencia semioficial China News, el alcalde de Shanwei, el municipio bajo cuya jurisdicción se encuentra Wukan, aunque también ha mostrado su determinación a "reprimir a los que cometieron el crimen de exaltar a sus habitantes".

Frente a estas amenazas, el pequeño pueblo de 20.000 habitantes, literalmente sitiado por las autoridades, con alambradas y controles policiales en sus accesos por carretera para cortar el suministro de alimentos, ha celebrado una ceremonia de homenaje al fallecido líder de las protestas, Xue Jinbo.

Fotos publicadas en foros chinos de internet -aunque la censura intenta que no se informe de la protesta en la red- muestran a los manifestantes portando fotografías de Xue junto a pancartas en las que se leen frases como "sacrificaste tu vida por la tierra".

Incluso niños y adolescentes portaban pancartas con las reivindicaciones de los vecinos de Wukan, con lemas como "devolvednos la tierra para sobrevivir" y "queremos sinceridad".

Dimensiones de revuelta

Según el diario independiente "South China Morning Post", unos 7.000 residentes, casi la tercera parte de la población, asistieron a la ceremonia de homenaje a Xue, un carnicero de 42 años elegido junto a otros vecinos representante del pueblo en el conflicto, y que murió el 11 de diciembre en comisaría.

Su familia ha asegurado que su cadáver mostraba signos de haber sido golpeado y torturado, como heridas y moratones, a lo que las autoridades alegan que, según las autopsias, las manchas en la piel son un fenómeno "post mortem" normal y las heridas son por "uso ligero de la fuerza" durante la detención.

Los vecinos de Wukan también han mostrado preocupación por otros cuatro líderes de las protestas que están detenidos. Las autoridades han divulgado un vídeo de uno de ellos, Zhang Jiangcheng, en el que éste proclama que "come y duerme bien" y aconseja no hacer caso de los rumores.

El conflicto, que se remonta a hace 20 años, gira en torno a un terreno de 33 hectáreas que fue cedido en 1997 a un hombre de negocios de Hong Kong para construir una granja de cerdos y que este año se revendió a una empresa sin el consentimiento de los vecinos.

Éstos se quejan, además, de no haber recibido compensación alguna por la cesión de ese terreno en los 90 y desde hace tres meses protagonizan marchas de protesta, que llegaron a desembocar a veces en ataques a vehículos policiales y edificios del gobierno local.

El conflicto de tierras -un frecuente motivo de tensiones en China- ha adquirido esta semana dimensiones de revuelta tras la muerte de Xue y después de que los vecinos de Wukan lograran expulsar a los líderes comunistas del pueblo y cerraran los accesos por carretera a la localidad con troncos y piedras.

A pocos kilómetros, la policía ha montado sus propias alambradas, y algunos testigos señalan que en Wukan comienza a haber señales de escasez de alimentos, en virtud del "asedio".

Cada año, según el Gobierno de China, hay unos 180.000 "incidentes sociales", como los denomina Pekín, y se calcula que un 65% están relacionados con expropiaciones de tierras y edificios, a veces de forma ilegal y llevados a cabo por gobiernos locales corruptos.