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República Checa y Hungría quieren más detalles antes de unirse al pacto fiscal de la UE

  • Praga quiere que el pacto fiscal sea vinculante solo para la Eurozona
  • Tampoco ha decidido si aportará los fondos acordados al FMI
  • Budapest rechaza una "armonización de los impuestos" en Europa

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Los primeros ministros de Hungría y República Checa, Viktor Orbán y Petr Necas, respectivamente, han subrayado este jueves en Budapest que esperarán a conocer el contenido y los detalles del pacto de los países de la zona euro para aumentar la disciplina fiscal antes de decidir su adhesión a ese acuerdo. Hungría y República Checa forman parte del grupo de países (junto a Suecia y Dinamarca) que han  pedido tiempo para poder consultar a sus respectivos Parlamentos o socios de gobierno.

Tras el encuentro que mantuvieron los dos dirigentes, Orbán ha asegurado que para que el Parlamento decida sobre el pacto, primero se deben conocer los detalles del mismo, aunque adelantó que el país "no quiere adherirse a ningún acuerdo que signifique la armonización de los impuestos" a un nivel continental.

Hungría no quiere armonizar impuestos en la UE

Orbán ha explicado que Hungría está interesada en mantener "la competencia sobre los impuestos" aunque también ha añadido que Budapest "no quiere poner obstáculos ante el acuerdo",  consciente de la necesidad de financiación que tiene su país, que acaba de pedir ayuda a la UE y el FMI por valor de entre 15.000 y 20.000 millones de euros.

Praga quiere que el pacto no sea vinculante

En la misma línea se ha mostrado el primer ministro checo, que ha asegurado que "una armonización de impuestos" no significaría nada bueno para su país, que tomará una postura "constructiva". Eso sí, Praga pedirá que el enunciado del acuerdo intergubernamental, pactado en la cumbre europea de la semana pasada, sea vinculante solamente para los países de la zona euro.

Así lo ha anunciado el primer ministro checo, Petr Necas, en la página web del gobierno checo y tras una reunión del consejo de ministros celebrada este miércoles. En la nota también se recoge que tres representantes del país "tendrán el encargo de asegurar que las  obligaciones que se desprendan del acuerdo sobre reglas presupuestarias  más severas en la UE sean vinculantes solo para los miembros de la  Eurozona".

La aportación checa al FMI, también se queda pendiente

El gabinete de coalición de centro-derecha ha decidido además, en la misma reunión, posponer la decisión sobre su participación en el préstamo de 200.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI),  lo que fue otra de las decisiones de la cumbre, aunque no relacionada con el pacto fiscal.

El Gobierno, según Necas, "acordó unánimemente que necesitamos más información analítica y datos del FMI. Después decidirá sobre el préstamo, que debe contribuir a estabilizar la Eurozona".

Necas ha indicado que su equipo asumirá la responsabilidad de la decisión, sin perjuicio de lo que diga el Banco Nacional Checo (CNB), que es independiente del poder Ejecutivo, y podría teóricamente bloquear la salida de este 11% de sus reservas en dirección al FMI. En total, 3.600 millones de euros.