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Rusia se convierte en el principal valedor internacional de Asad, cada vez más aislado

  • Marruecos llama a consultas a su embajador
  • Catherine Ashton pide la dimisión del presidente sirio
  • Turquía encabeza el grupo de países que presiona a Asad

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Rusia permanece como el principal valedor de Asad, cada vez más aislado

Rusia se ha convertido este jueves en el principal valedor internacional del gobierno sirio, que cada vez está más aislado. Después de que la Liga Árabe diera un nuevo plazo de tres días para cumplir el acuerdo de pacificación, Marruecos ha decidido este jueves retirar a su embajador en Damasco, en protesta por los ataques a delegaciones diplomáticas.

El gobierno sirio ha asegurado que juzgará según la ley a quien dañe los edificios de embajadas y consulados, pero al presidente, Bachar al Asad, le llueven las exigencias de que detenga la violencia o, incluso de que dimita ante lo que ya parece claramente una "guerra civil".

Rusia:

El ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, ha calificado la situación de "guerra civil", y ha culpado de ello a los "métodos" usados por la oposición. Por ello, ha pedido a la Liga Árabe que llame a todas las partes para que se ponga fin a los enfrentamientos

"Hay que frenar la violencia en Siria, venga de donde venga. Esta es una importante constatación, ya que la violencia no solo proviene de estructuras gubernamentales. Cada vez hay más armas que llegan de otros países a través del contrabando", ha declarado Lavrov.

"Si algunos representantes de la oposición, con apoyo de países extranjeros, declaran que el diálogo solo puede comenzar cuando el presidente Asad dimita, entonces la iniciativa de la Liga Árabe no merece la pena ni tiene sentido", ha añadido.

UE:

Lavrov se ha reunido en Moscú con la responsable de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton. Ashton ha asegurado que el mundo debe mantener la presión sobre el régimen y que Asad "debe dimitir".

"El futuro de Siria depende ahora de nuestra habilidad para mantener la presión para que vean que es necesario parar la violencia, escuchar al pueblo y encontrar una manera de avanzar (...) espero que haya movimientos en este sentido en los próximos días", ha dicho la responsable de la diplomacia comunitaria.

Francia:

Mientras tanto, el ministro de exteriores francés, Alain Juppé, ha viajado a Turquía para analizar la crisis con las autoridades de Ankara. Juppé ha explicado que Francia "anima" a los grupos opositores, incluyendo el Consejo Nacional, con sede en París, pero se opone a una intervención militar.

"Hemos tenido contactos con ellos. No les hemos ayudado en ningún caso, les estamos animando a que se organicen", ha declarado Juppé a una radio francesa.

Francia, Reino Unido y Alemania planean pedir al comité de derechos humanos de la ONU que apruebe una resolución de condena, antes de llevarla ante la Asamblea General.

Irán:

La República Islámica es el otro aliado en quien Asad puede apoyarse, de momento. Irán ha negado haber mantenido contactos con la oposición en Siria, ya sea con grupos o con individuos, y ha reiterado su apoyo al régimen, según la agencia local de noticias Fars.

Según la fuente, la embajada en Damasco ha señalado a través de un comunicado que "los contactos con la oposición política al régimen gobernante en Siria no están en el programa de la República Islámica de Irán".

"En caso de llevarlos a cabo, se realizarían ciertamente con una coordinación total con las autoridades sirias", agrega el escrito.

Irán ha mostrado su apoyo a los levantamientos de la "primavera árabe", que el régimen de Teherán denomina "despertar Islámico" y considera que están inspirados por la revolución islámica iraní de 1979, pero ha criticado las medidas de la Liga Árabe contra Siria, que considera que pueden complicar y agravar la situación.

Turquía:

Turquía encabeza los últimos días, junto a los países integrantes de la Liga, el grupo de países que está intentando presionar al presidente sirio para que dimita.

El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, ha lamentado "el silencio y la indiferencia ante las masacres en Siria de aquellos que hablaron contra Libia".

Erdogan considera que "el bienestar y la paz en Siria es equivalente al bienestar y la paz en Turquía. Por eso, trabajamos duro para mantener una paz y estabilidad inmediatas" en el país vecino.

Coincidiendo con estas declaraciones, el líder de los Hermanos Musulmanes sirios (islamistas e ilegalizados), Mohammad Riad Shaqfa, ha subrayado que los sirios preferirían una intervención militar de Turquía en lugar de la participación de países occidentales, llegado el caso.