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Amnistía denuncia las desapariciones forzadas en Libia y Siria como herramienta de represión

  • Este martes 30 de agosto se celebra el Día Internacional de los Desparecidos
  • La organización exige justicia para las víctimas de desapariciones forzadas
  • Hace un repaso a las desapariciones forzadas en diversos países
  • Sobre España dice que la Ley de Memoria Histórica no repara a las víctimas

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En los últimos 30 años se han producido más de 50.000 casos de desapariciones forzosas en todo el mundo según datos registrados por la Convención de la ONU sobre personas desaparecidas. La mayoría de ellas no se denuncian por motivos como la pobreza, el analfabetismo, el temor a las represalias, una mala administración de la justicia o canales de información ineficaces. 

Con motivo del Día Internacional de los Desparecidos, que se celebra este martes 30 de agosto, Amnistía Internacional (AI) pide a los Gobiernos que revelen la suerte y el paradero de las personas desaparecidas, o que las acusen de un delito común reconocible para que puedan ser sometidas a un juicio justo conforme a las normas internacionales. 

Algunos gobiernos se sirven de las desapariciones forzadas como herramienta de represión para acallar a la disidencia y para eliminar cualquier oposición política. Es el caso de países como Libia o Siria, donde, tras las revueltas comenzadas el pasado mes de febrero, miles de personas han desaparecido y sufrido una ola de violencia orquestada por sus propios gobernantes. 

Entre los desaparecidos en Libia se encuentran los "sospechosos" de oponerse a Gadafi, otros que han sido detenidos por las fuerzas del dictador libio en retirada, y algunos que desaparecieron en enfrentamientos en el este del país.

Además, los familiares de presos políticos que ya estaban recluidos antes de que comenzaran las revueltas no han tenido noticias de sus familiares encarcelados desde entonces. Muchos de ellos, junto a los desaparecidos después de que comenzaran los enfrentamientos en el país, han podido sufrir tortura y otros malos tratos, e incluso ser víctimas de ejecución extrajudicial, según Amnistía Internacional.

La situación de Siria es similar. Según la ONG, al menos 1.800 personas han muerto en el país desde mediados de marzo a manos de las fuerzas de seguridad; una cifra que Naciones Unidas eleva a 2.200. Entre los fallecidos se encuentran más de 80 menores de edad. 

Al igual que en Libia, miles de personas han sido detenidas y muchas de ellas se encuentran incomunicadas bajo grave riesgo de ser torturadas. Otras muchas están desaparecidas.

La Ley de Memoria Histórica no repara a las víctimas

Pero además de repasar la situación en Libia y Siria, Amnistía Internacional hace un repaso a las desapariciones forzadas en otros muchos países, entre los que se encuentra España.

La ONG considera que la Ley de Memoria Histórica, aprobada en el Congreso de los Diputados en el año 2007, "está alejada del derecho internacional y no salda realmente la deuda pendiente del Estado con todas las víctimas que padecieron graves violaciones de derechos humanos". 

En especial, la organización recuerda a las autoridades españolas que deben garantizar el acceso a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas de desaparición forzada durante la Guerra Civil y el Franquismo.

El Gobierno está obviando la responsabilidad del Estado de investigar estas graves violaciones

Más de 140.000 personas han denunciado esta situación ante los tribunales españoles, pero Amnistía Internacional considera que "el Gobierno sigue obviando la responsabilidad del Estado de investigar estas graves violaciones de derechos humanos y garantizar la justicia y reparación de las víctimas". 

Por otro lado, la ONG vuelve a pedir a las autoridades españolas que realicen todas las gestiones oportunas ante los Gobiernos de Estados Unidos, Siria y Pakistán con el fin de conocer el paradero del ciudadano español Mustafá Setmarián, desaparecido desde su detención en 2005 en Pakistán.

Condena a otros países

El comunicado de Amnistía Internacional denuncia también las pocas medidas que han tomado las autoridades libanesas para investigar la suerte de los miles de desaparecidos desde la guerra civil, que tuvo lugar en el país entre 1975 y 1990.

Además, condena el aumento de desaparecidos a manos de las fuerzas mexicanas en el contexto de operativos para combatir el crimen organizado, así como las violaciones de derechos humanos cometidas por agentes estadounidenses en Europa, Irak, Afganistán o Guantánamo, en el contexto de la llamada "guerra del terror", liderada por Estados Unidos tras los atentados del 11-S.