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Aprobado el plan de liquidación de Marsans, que no podrá pagar a más de 11.000 acreedores

  • El juzgado abre el camino para dirimir responsabilidades por las deudas
  • La liquidación del grupo permitirá abonar los salarios a los empleados

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El Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid ha aprobado el plan de liquidación de Marsans -declarado insolvente en junio de 2010- con las modificaciones propuestas por los administradores concursales, que avisan de que los ingresos por la venta de activos no servirán para pagar a los 11.400 acreedores del grupo turístico.

En un auto publicado este martes, la juez Ana María Gallego también ha abierto la sección para dirimir las responsabilidades por el abultado agujero patrimonial que acumula el grupo Marsans (424,4 millones de euros) que, según los administradores concursales, se debe a la actuación de los antiguos dueños (Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual) y del nuevo propietario (Posibilitum).

Ante las elevadas posibilidades de que sean considerados culpables de la actual situación del grupo, Díaz Ferrán, Pascual y Posibilitum han sido sometidos ya a un embargo cautelar de bienes por valor de los 424,4 millones de déficit, aunque las cuantías requisadas son mínimas.

Los más de 11.000 acreedores no cobrarán

La liquidación del grupo Marsans era inevitable desde que Posibilitum la solicitó en septiembre de 2010 ante la falta de actividad comercial.

En el escrito de modificación del plan de liquidación anticipada que ha aceptado la juez, los administradores concursales (el letrado Edorta Etxarandio y los economistas Rafael Martín y Pedro Tortosa) ya advertían de que los ingresos de la venta de los inmuebles y de los activos de la empresa turística servirán para pagar los gastos generados por el propio proceso de liquidación y los importes adeudados a los trabajadores.

En ese informe, la administración concursal señala que "todo el producto de la liquidación se destinará, insuficiente, al pago de créditos contra la masa", que son los primeros que se abonan en todo concurso de acreedores, y que surgen de los costes del propio proceso -como los salarios e indemnizaciones de los trabajadores despedidos-, así como el pago de tributos y cotizaciones a la Seguridad Social.

De esta manera, los administradores concursales consideran que "no ha lugar a efectuar previsión alguna sobre autorización del pago de créditos concursales" de los 11.400 acreedores.

Los costes salariales estaban cuantificados en Viajes Marsans en 37 millones de euros a diciembre de 2010 y procedían mayoritariamente del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que acometió la empresa en julio de ese año y que afectó a unos 1.400 trabajadores de su plantilla.

No obstante, la cuantía se ha incrementado debido a que el pasado mes de enero Viajes Marsans despidió a los 29 trabajadores que todavía permanecían en la plantilla, entre los que figuraban varios directivos vinculados a Posibilitumm, que compró el grupo Marsans a Díaz Ferrán y Pascual unos días antes de que fuera declarada en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos).

Viajes Marsans y otras empresas del grupo

Según los datos provisionales de activos y pasivos, Viajes Marsans soportaba un déficit de 271 millones debido a que tenía un pasivo de 552 millones (sin incluir los créditos contra la masa), frente a un activo teórico de 281 millones de euros, que caería en picado en el caso de una liquidación.

Pero dentro del grupo Marsans se incluyen otras compañías en concurso de acreedores, como Tiempo Libre -que acumulaba un déficit de 61,25 millones, con un pasivo superior a los 78 millones de euros- o Viajes Crisol, con un agujero de 24,39 millones debido a un pasivo de 25 millones.

Además, Rural Tours presenta un déficit patrimonial de 15,11 millones, fruto de la diferencia de unas deudas de 16 millones y de un activo de 89.000 euros.

En las modificaciones planteadas al plan de liquidación, la administración concursal detalla que la mayoría de activos corresponden a mobiliario de difícil venta, sobre todo las oficinas de la firma (de las que 140 están pendientes de rescisión de los contratos de alquiler), así como en dos naves, que son los únicos activos en propiedad.

Según el plan de liquidación, esos activos se intentarán vender primero a través de venta directa al mejor postor y, si no se lograra, se someterán a subasta judicial. Si las subastas quedaran desiertas, Marsans tendrá que proceder a la destrucción de los activos y asumir los costes que se deriven de ello.

Las modificaciones al plan de liquidación también muestran que los administradores concursales concluyen que la marca "carece de valor", por lo que las páginas web no aportarán ningún activo.