Enlaces accesibilidad

Los auténticos asesinatos 'de película' del Mosad

  • Israel tiene a sus espaldas un auténticos historial de 'asesinatos' de película
  • Algunos fueron sonoros fracasos como el del líder de Hamás Khaled Mesal
  • Otros, como el del 'fantasma' de Hizbulá, fruto de un trabajo 'profesional'

Por
El dirigente de Hamás Mahmud al-Mabhuh, antes de ser asesinado.
El dirigente de Hamás Mahmud al-Mabhuh, antes de ser asesinado.

"Ustedes ven demasiadas películas de James Bond", aseguraba el pasado lunes en Bruselas el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, a sus colegas de la UE, en referencia a la implicación del Mosad en el asesinato en Dubai del jefe de suministros de Hamas.

En efecto, en los últimos años la comunidad internacional ha observado tan atónita como inactiva las numerosas operaciones atribuidas a los servicios secretos hebreos.

Casi todas son dignas de la gran pantalla. Algunas por lo espectacular y otras porque son auténticas chapuzas de serie B.

Matar a Khaled Meshal. Jordania (1997)

Un comando formado por una decena de agentes del Mosad - por cierto, con pasaportes canadienses- rocían un veneno en el oído de Khaled Meshal, entonces líder de Hamas en el exilio. Dos de ellos fueron capturados prácticamente en el momento del ataque y se produjo una grave crisis diplomática.

El gobierno hebreo tuvo que suministrar el antídoto, a petición del fallecido rey Husein de Jordania y más tarde liberar al líder y fundador de la organización integrista, el jeque Ahmed Yassin.

El autor de esta "obra maestra" fue el entonces primer ministro Benjamín Netanyahu, que ahora también ocupa la jefatura de gobierno. Una comisión de investigación israelí calificó la operación de "trabajo de aficionados".

El pasaporte del parapléjico. Nueva Zelanda (2004)

Dos supuestos agentes del Mosad fueron condenados a 6 meses de cárcel acusados de intentar conseguir un pasaporte suplantando la identidad de un parapléjico.

El funcionario encargado de expedir los documentos sospechó debido al acento del solicitante. Los hechos causaron una grave crisis diplomática entre ambos países.

La muerte del fantasma. Siria (2008)

A Imad Muhniyeh se le conocía como "el fantasma" porque el FBI y otras agencias de inteligencia lo persiguieron, sin éxito, durante más de 20 años. Era jefe militar del grupo chií Hezbolá.

Se le consideraba responsable del atentado contra la embajada Estadounidense en Beirut, en 1984, en el que murieron 276 marines y 56 paracaidistas franceses.

La operación para asesinarlo se llevó a cabo a principios del 2008 y fue un trabajo calificado de muy profesional por los expertos. Sus asesinos ocultaron el explosivo en el reposacabezas de su automóvil mientras él se encontraba en la embajada iraní en Damasco.

Cuando se sentó al volante, perdió la cabeza.

Izzadin al Khalil. Siria (2002)

Era el antecesor en el puesto de Mahmoud Al Mabhouh, el jefe de suministros de Hamas cuyo asesinato ha desatado la reciente polémica. Lo mataron con una bomba lapa cerca de un campo de refugiados palestinos de Damasco.

Como suele ocurrir, Israel nunca reconoció la autoría pero el entonces ministro de seguridad interior, Gideon Ezra declaro: "Hubiera preferido detenerlo y traerlo a Israel para interrogarlo pero, como eso era imposible, siempre quedaban otras opciones como la de atacarle en Damasco".

Múnich (1973)

Supuestamente, la entonces primera ministra, Golda Meir, ordenó a sus agentes el asesinato de los presuntos responsables del atentado que acabó con la vida de once atletas israelíes que participaban en las olimpiadas de Múnich de 1972.

La historia es sobradamente conocida porque efectivamente, tal y como sugirió Lieberman, ésta sí la hemos visto recreada en el cine.

Operación Garibaldi. Argentina (1960)

Es quizás la obra maestra. Los servicios secretos hebreos, en colaboración con el caza nazis Simón Wiessenthal, localizaron en Argentina a Adolf Eichmann. Eichmann estaba encargado, entre otras cosas, de los trenes de la muerte que transportaban a los judíos a los campos de exterminio nazis.

Fue detenido en la calle Garibaldi -de ahí el nombre de la operación- y trasladado en secreto a Israel para ser juzgado y posteriormente ejecutado. Una operación que también ha sido llevada a la gran pantalla en varias ocasiones.

La cabina. Reino Unido (1987)

Unos pasaportes británicos olvidados por descuido en una cabina telefónica pusieron sobre la pista del Mossad a la contrainteligencia británica.

El Reino Unido descubrió que los agentes israelíes estaban utilizando pasaportes británicos "en su trabajo". El incidente provocó el cierre de la oficina del Mosad en Londres y originó una protesta formal ante las autoridades israelíes que ofrecieron garantías de que aquello no volvería a repetirse.