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El Prado pone luz a la oscuridad histórica de la pintura de Juan Bautista Maíno

  • Maíno. Un maestro por descubrir abrirá hasta el 17 de enero
  • La muestra ofrece 35 de las 40 obras del pintor de Pastrana
  • Su obra, del siglo XVII, se expone con otras 31 de sus coetáneos

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"La Magdalena penitente", una de las obras que componen la exposición.
"La Magdalena penitente", una de las obras que componen la exposición.

El Museo del Prado continúa la tarea de recuperación de autores españoles de segunda línea y desempolva parte de los fondos que descansan en sus almacenes.

Si hace unos días presentaba la residencia definitiva de su colección del siglo XIX y hace semanas cerraba la antológica de Sorolla que ha batido récords, ahora intenta "iluminar a tientas" la oscuridad histórica en la que ha estado sumida la obra de uno de los pintores más originales y desconocidos de la pintura española del siglo XVII.

A partir de mañana los visitantes del Museo del Prado van a encontrar 12 nuevas salas dedicadas al siglo XIX. Esas salas albergan 176 obras que pasarán a formar parte la coleccion permanente.

A pesar de contar con más de un tercio de la escasa producción conocida de Juan Bautista Maíno (1581-1649), nunca hasta ahora el apinacoteca española le había dedicado una exposición monográfica al artista alcarreño, nacido en Pastrana, por lo que de cara al otoño y hasta el 17 de enero se propone saldar esta deuda.

La exposición reúne prácticamente toda la producción pictórica del artista, 35 obras de un total de 40, de las cuales siete no han sido expuestas al público nunca y 14 no han sido vistas en España, según ha explicado este viernes en la presentación de la muestra Gabriele Finaldi, director adjunto de Conservación del Museo.

Además, los organizadores han querido contextualizar la obra de Maíno con otras 31 pinturas de autores que influyeron en su formación, fundamentalmente italianos, entre ellos Caravaggio, Guido Reni o Carraci.

Una obra de clara influencia italiana

La muestra se ha organizado en ocho ámbitos temáticos que ofrecen un completo recorrido de la evolución pictórica del artista, cuya trayectoria se inicia con obras de pequeño formato, a las que siguen el Retablo de Pastrana (Guadalajara), o su serie de paisajes y retratos, comparados con contemporáneos como Velázquez, Zurbarán, El Greco o Luis Tristán.

Tras éstas se sitúan obras de gran formato sobre santos, como María Magdalena, San Pedro arrepentido o San Juan Bautista, para finalizar el recorrido de la muestra -patrocinada por la Fundación Amigos del Museo del Prado- con su obra más emblemática: "La recuperación de la Bahía del Brasil".

Su obra más emblemática es "La recuperación de la Bahía del Brasil"

El dominico español, cuya entrada en ésta orden religiosa en 1613 limitó su producción artística, recibió una profunda influencia artística durante su estancia en Roma de las dos grandes corrientes generadas en Italia hacia 1600, como el revolucionario naturalismo de Caravaggio y la revisión del clasicismo italiano de Annibale Carraci.

Para la comisaria de la muestra y jefe del Departamento de Pintura Española del Prado, Leticia Ruiz, Maíno puede ser considerado como una "rara avis" dentro de la pintura española debido a su influencia italiana, y afirmó que al cotejar sus obras con las de otros maestros de la época se constata como el artista español "se codea de tú a tú con ellos".