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Zelaya critica la mediación de Arias y pone en manos de EE.UU. el fin del golpe en Honduras

  • Ha acusado a Óscar Arias de ser "suave" en su mediación con los golpistas hondureños
  • Zelaya ha dado a entender que la solución del golpe depende de Barack Obama
  • El presidente depuesto ha asegurado que se le está "acabando la paciencia"

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El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha acusado al mandatario costarricense, Óscar Arias, de ser "suave" en su mediación con los golpistas hondureños, y ha puesto prácticamente en manos del Gobierno de EE.UU. la vuelta a la normalidad democrática en su país.

Zelaya ha cumplido este miércoles el segundo día de una visita a México, en atención a una invitación que le hizo el mandatario mexicano, Felipe Calderón, como parte de su campaña internacional para exigir la restitución en el cargo, y ha asegurado que se le está "acabando la paciencia". 

"Independiente de la buena fe de Óscar Arias, creo que ha tratado con mano suave y mano blanca a los golpistas, y que ya llegó el momento en que empiece a apretar", ha señalado. 

Reconoce el esfuerzo de la comunidad internacional

El presidente depuesto quien ha dicho "reconocer el esfuerzo de la comunidad internacional", ha explicado que cuando la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, le propuso a Óscar Arias como mediador lo aceptó, "porque quería que EE.UU. tomara un papel protagónico". 

"Muchos de los actores fundamentales del golpe de Estado en Honduras no surgieron del Gobierno de Obama, pero sí de los halcones en Washington que lo promovieron", ha denunciado. Se trata de "grupos de altísimos conservadores en Washington que hablan de democracia al interior y para fuera promueven dictaduras y actividades casi terroristas", ha dicho.

 

A su juicio, los golpistas "están derrotando a los presidentes de América Latina, que no han podido revertir el golpe, y a EE.UU., al que, aunque ha tomado medidas,  todavía le falta suficiente acción". 

El gobernante depuesto ha aseverado que su derrocamiento ha revelado la "debilidad de la comunidad internacional", aunque ha destacado el hecho de que la situación de Honduras haya sido condenada por los 192 países miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas. 

"La decisión depende de Obama"

Sin embargo, Zelaya ha dado a entender que la solución del golpe en Honduras depende del presidente de EE.UU. Barack Obama. Si "realmente" Obama quisiera,  "en forma sincera, revertir ese golpe, esos golpistas tardarían cinco minutos porque la economía de Honduras, todas nuestras actividades militares comerciales y de migración, dependen de EE.UU.", ha dicho.

 

"Vamos a ver hasta dónde es la sinceridad, la fuerza y la convicción democrática que tiene" el presidente estadounidense, ha insistido el político, quien ha dicho estar viviendo de la caridad de otros Gobiernos.

Obama se reunirá con Felipe Calderón en la cumbre anual de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte el próximo 9 de agosto; de ese encuentro "dependerá la fuerza que EE.UU. tome para hacer decisiones efectivas en contra del golpe". "Si el golpe se revierte vamos a aplaudirlo (Obama); sino, vamos a denunciarlo porque estamos perdiendo un derecho que no estamos dispuestos a depositarlo en manos de quienes se oponen al cambio en nuestros países", ha agregado Zelaya. 

Dispuesto a mantener una lucha pacífica

Asimismo, Manuel Zelaya ha subrayado que está dispuesto a mantener una "lucha cívica, pacífica, con tolerancia" para buscar su restitución en el cargo, aunque ha asegurado que se le está "acabando la paciencia". 

"O reivindican la democracia en Honduras vía pacífica ó tenemos nosotros derecho también a buscar lo que canta nuestra Constitución, que es un derecho a resistir la opresión con todas las armas que nos dan nuestro sistema pacífico y democrático, pero con la insurrección como el primer campo del desarrollo para la defensa de nuestros derechos", ha concluido Zelaya.