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Zelaya insiste en que su vuelta al poder es "una condición 'sine qua non' para la paz en Honduras"

  • El presidente depuesto asegura que aceptará el Plan Arias siempre que recupere su cargo
  • Zelaya ha visitado al presidente mexicano, Felipe Calderón, quien ha respaldado su postura
  • Calderón ha calificado de "inaceptable" la situación y ha pedido a Micheletti que acepte el plan

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Manuel Zelaya visita México invitado por el presidente del país Felipe Calderón

El presidente depuesto de Honduras, José Manuel Zelaya, ha insistido este martes en México en que su restitución en el poder "es una condición sine qua non para la paz en Honduras", por lo que se ha mostrado dispuesto a aceptar el plan propuesto por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, siempre que se garantice que recuperará el cargo.

Zelaya se encuentra en México, donde se ha reunido con el presidente mexicano, Felipe Calderón, quien ha respaldado su postura y ha exigido al gobierno de facto que preside Roberto Micheletti que acepte el Plan Arias.

El presidente constitucional, quien hace días consideró "fracasado" el plan, ha aclarado que no está dispuesto "a hacer un juego diplomático en el exterior de Honduras con el único fin de dilatar el proceso de reconstitución de la democracia en el país".

"Considero que para que vuelva la paz, para que el país vuelva a disfrutar de la calma que tenía durante mi gobierno, es necesario el retorno de su servidor a la Presidencia de la República, porque es un mandato del pueblo y es una decisión del pueblo hondureño", ha argumentado.

Gobierno de unidad y amnistía

Además de mostrarse a favor de los puntos del Plan Arias relativos a la formación de "un gobierno de unidad nacional integrado por diferentes sectores del país" y a la aplicación de una amnistía política -aunque no para delitos penales o civiles-, exigió permitir al pueblo estar presente en "todos los procesos de transformación".

Según Zelaya los golpistas se equivocaron de pueblo, de siglo y de presidente al imponerse en Honduras pero "hoy el mundo los ha rechazado y los ha aislado". El presidente depuesto ha indicado que se opone a soluciones violentas en su país y ha defendido su presencia en Ocotal (Nicaragua) como un gesto de "resistencia pacífica".

"Mis posiciones han sido más bien que no se utilicen armas y que no se conteste con violencia y barbarie como ellos lo están haciendo con nosotros", ha añadido.

Respaldo de Calderón

El presidente mexicano, por su parte, se ha comprometido, como gobernante del país que ostenta la secretaría temporal del Grupo de Río -que reúne a los países de América Latina y el Caribe-, a acompañar "con firmeza" ese proceso para que tenga éxito.

"Hoy y siempre rechazamos de manera enérgica cualquier intento de volver al pasado autoritario que tanto daño hizo a nuestras naciones", ha señalado Calderón en una rueda de prensa conjunta con Zelaya.

Ya en la ceremonia de bienvenida en la residencia oficial de Los Pinos, el mandatario mexicano había calificado "inaceptable" la situación de Honduras, exhortando a ambas partes a que encuentren "con urgencia" fórmulas que "permitan resolver el problema".

"Hoy más que nunca es imperativo que prevalezca la fuerza del derecho y no el derecho de la fuerza", ha recalcado Calderón. El gobernante mexicano agradecía a Zelaya la visita y aseguraba que le recibía "con los brazos abiertos", como el país ha hecho siempre con los "hermanos hondureños".