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Jameneí exige el fin de las manifestaciones y dice que no cederá a la presión de la calle

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Jamenei ratifica a Ahmadineyad y exige el fin de las protestas de la oposición

El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí, calificó este viernes de "terremoto político" y una "fiesta histórica" las elecciones presidenciales del pasado día 12, que la oposición ha denunciado como fraudulentas. Legitima el resultado de las urnas y critica a los "poderes extranjeros" por interferir en las elecciones de Irán.

Son algunos de los mensajes que ha lanzado el líder supremo en un sermón ante decenas de miles de personas en la Universidad de Teherán.

Jameneí destacó el hecho de que unos 40 millones de iraníes, el 85% de la población, hayan apoyado con su voto los principios de la revolución después de 30 años y ha pedido a los líderes políticos que eviten el extremismo, responsabilizándoles de los derramamientos de sangre que se produzcan en las calles.

"Los candidatos son responsables ante Dios", explicó, antes de aconsejar a sus "antiguos amigos que mantengan la tranquilidad, porque se ve la mano de los enemigos en los acontecimientos".

El líder supremo de Irán ha realizado un llamamiento a la calma y pide que cesen las protestas en la calle. "Hoy la nación iraní necesita calma", dijo Jamenei en su discurso.

Reconoce el resultado electoral

Ante decenas de miles de personas llegadas de diferentes partes del país, Jameneí aseguró que desde el inicio de la Revolución Islámica, hace 30 años, "muchos acontecimientos que podrían haber hecho caer el sistema, pero el barco de la República Islámica de Irán siempre ha superado estos problemas y ha llegado a puerto, porque el pueblo tiene el apoyo de Alá", aseguró.

También afirmó que "el pueblo eligió a quien quería" como presidente de Irán y acusó a los enemigos del Islam de intentar provocar inquietud entre los musulmanes. Alí Jameneí asegura que el resultado de las elecciones es correcto y "procede de la urnas, no de la calle". 

"Las protestas por los resultados electorales sólo deben hacerse a través de las vías legales", dijo el líder, para quien el hecho de que sean "once millones los votos de diferencia" entre los candidatos demuestra que "no puede haber fraude".

"Es un error creer que con movimientos callejeros se puede conseguir que los responsables del sistema iraní actúen a favor de sus intereses", aseguró, antes de añadir, en tono amenazante, que como tales actos continúen volverá a hablar "de forma más clara".

Apoyo a Ahmadineyad 

El ayatolá respaldó la actitud del Gobierno de Ahmadineyad en los últimos cuatro años, aunque criticó al presidente por acusar de corrupción, durante la campaña, a importantes personalidades del régimen, como al ex presidente Hachemi Rafsanyani, a quien alabó por explícitamente por su "sacrificio por la Revolución".

También se refirió a EEUU y Europa,  a las que criticó porque "antes de las elecciones, hablaban de una manera, pero durante y después de las mismas cambiaron sus puntos de vista", al tiempo que les denunció por "intentar convertir en un fracaso la victoria del pueblo iraní en las elecciones" y citó en concreto al Reino Unido.

Estas palabras fueron saludadas con grandes aplausos por la multitud, que comenzó a corear gritos de "Alá es grande", "Jameneí es el líder", "Muerte a EEUU" y "muerte a Israel".