Enlaces accesibilidad

Un forense turco: "El general Navarro se bebió una botella de vodka mientras identificaba los cuerpos"

  • Gómez Bermúdez admite el testimonio de los forenses Bülent Sam y Omer Müslümanoglu
  • Su comparecencia había sido solicitada por el Fiscal de la Audiencia y las acusaciones
  • Sam afirma que los españoles "prometieron" que la identificación se terminaría en España
  • El forense turco asegura que Navarro "estaba en condiciones, pero olía a alcohol"
  • Müslümanoglu ha asegurado también en la Audiencia que los españoles "tenían prisa"
  • La defensa del general Navarro rechazaba estas declaraciones por "mediatizadas"

Por
El juicio por las identificaciones erróneas del Yak 42 entra en su recta final

Los forenses turcos Ömer Müslümanoglu y Bürlent Sam, dos de los médicos que participaron en la identificación de cadáveres del Yak-42, han asegurado que el jefe de la delegación española enviada a Turquía y principal acusado, el general Vicente Navarro, se bebió una botella de vodka cuando realizaba sobre el terreno las tareas de filiación.

Ambos han testificado como testigos y durante el juicio, Bürlent Sant, que dirigió las labores de identificación, ha llegado a afirmar que Navarro "olía a alcohol",  a su salida de los juzgados, y ya sin el corsé de las declaraciones judiciales, han dicho a la prensa que vieron al militar beberse una botella entera de vodka.

En el juicio, el forense también ha dicho que los militares españoles, entre ellos el general Navarro, "insistían en llevárselos [los cadáveres], incluso, sin identificar" para llegar al funeral de Estado y que "prometieron" terminar el trabajo de las identificaciones en España.

Sam ha declarado durante más de tres horas en una sesión en la que el juez Gómez Bermúdez ha expulsado al padre de una víctima del Yak 42 por increpar al abogado defensor del general Navarro. El forense turco ha asegurado que éste último, principal acusado, "olía a alcohol" aunque "estaba en condiciones" cuando hablaron con él un día después del accidente.

Con prisas

El magistrado ha aceptado la declaración de Sam y de otro de los forenses turcos, Omer Müslümanoglu, que también ha testificado que los militares españoles "tenían prisa". Ambos llegaron a Madrid anoche y aseguraron que advirtieron a los españoles de "que no se llevasen los cadáveres sin realizar antes las pruebas de ADN".

Bülent Sam ha insistido en este hecho en su declaración y ha explicado en la Audiencia que les dijeron a los españoles que "se tenía que hacer las pruebas del ADN" en el caso de 30 militares a los que no se les pudo identificar por la documentación y objetos, como anillos, que llevaban encima, o los nombres o la graduación de sus uniformes.

Sin embargo, los "militares españoles que estaban en contacto con la Fiscalía turca, entre ellos Navarro, insistían en llevarlos incluso sin identificar porque habían dicho que tenían que llegar al funeral que se iba a celebrar en España".

"Nos dijeron que no podían esperar los resultados del ADN"

, ha explicado Bülent Sam. "Para realizar este trabajo nos tenían que haber mandado a familiares directos. Les dijimos que sólo de este modo se podían identificar".

Sam ha revelado también en su comparecencia que el acta de entrega de los cadáveres la elaboraron las autoridades turcas "conjuntamente" con el general Navarro y con el teniente general José Antonio Beltrán, informa Servimedia. Navarro, el principal acusado por los errores en las identificaciones, aseguró en su comparecencia que firmó el acta sin saber lo que ponía porque estaba en turco.

El forense turco asegura que "el documento fue traducido al español" en el momento de la firma aunque no puede precisar si se tradujo todo o sólo parte. Lo que sí ha afirmado Bülent Sam es que "querían firmar cuanto antes y salir de ahí porque el avión les estaba esperando".

Los españoles "tenían prisa"

El otro forense turco que ha testificado, Omer Müslümanoglu, ha explicado que el general Navarro y los otros militares españoles "tenían prisa" por regresar a España por el funeral y que les dijeron que "realizarían el trabajo de ADN" cuando regresaran a España.

Müslümanoglu ha explicado que el equipo turco "hizo el examen exterior y la autopsia y recogieron las pruebas de ADN para la identificación final y definitiva". Este forense ha apuntado que les dijeron que "deberían ir familiares para recoger las muestras o que éstas se cogieran en España y se enviaran a Estambul".

Este forense ha explicado que él se enteró de los problemas con las identificaciones por la prensa y que después de la publicación de esta información, recibieron muchas llamadas desde España en el Instituto Forensee.

En otro punto de su declaración, ha señalado que los forenses turcos hablaron en todo momento "en inglés" con los militares españoles, con los que, al margen del trabajo que estaban realizando, hablaron de fútbol. Así, comentaron la trayectoria en España del futbolista turco Nihat Kahveci y Müslümanoglu se enteró de que "Navarro era del Real Madrid", informa Europa Press.

La Fiscalía pide cinco años de prisión para el general Navarro y cuatro años y medio para los otros dos acusados: el comandante médico José Ramírez y el capitán médico Miguel Sáez, por un delito continuado de falsedad en documento oficial. Ramírez y Sáez afirmaron en su comparecencia que Navarro les aseguró que todos los cuerpos estaban identificados.

El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez ha admitido la declaración como testigos en el juicio sobre las identificaciones erróneas del Yak 42, como pedían la Fiscalía y los familiares , de Bülent Sam y Omer Müslümanoglu, dos de los médicos turcos que participaron en las autopsias. Unos testimonios que en un principio habían sido rechazadas.

Navarro "olía a alcohol"

Las defensas de los tres acusados por las identificaciones erróneas de 30 de los 62 militares fallecidos en el accidente de avión el 26 de mayo de 2003 en Turquía se oponían a estas declaraciones porque están "mediatizadas". El abogado del general Navarro ha hecho referencia a una entrevista en un periódico, el pasado 12 de abril, en el que los forenses vinieron a decir poco menos de que su defendido estaba en "coma etílico".

Sobre este aspecto, Sam ha explicado que cuando habló con Navarro el día 27 de mayo de 2003 estaba "en condiciones", consciente, "pero olía a alcohol". "Eso lo ha visto todo el mundo".

La decisión ha sido acogida con aplausos por los familiares, algo que ha hecho a Gómez Bermúdez llamar al orden a los presentes y advertirles de que serían expulsados de la sala si no deponían su actitud. "Entiendo los sentimientos pero hay otras personas están sufriendo otra parte del proceso", ha subrayado.

Tres testimonios suspendidos

La Audiencia Nacional ha admitido el testigo de los dos forenses turcos que han viajado hasta España después de que las autoridades turcas se negaran a que comparecieran los tres testigos que estaban previstos para este miércoles.

Tenían que comparecer por videoconferencia los médicos turcos Mustafa Gündüz y Bülent Sabrán, de la Institución Forense de Trabzon, que intervinieron en las autopsias aunque no estuvieron en todo momento según el testimonio de Bülent Sam, y la responsable del Instituto de Toxicología de Estambul, Fátima Mukaddes, que dirigió la toma y el cotejo de las muestras de ADN en un año después del accidente.

Tras declarar en el juicio

Tras declarar en el juicio, en declaraciones a los periodistas, el jefe del equipo de forenses turcos, señaló que durante los trabajos de identificación vio cómo el general Navarro, en una "habitación pequeña" que había en las instalaciones que hicieron las veces de morgue, se bebía trago a trago una botella entera de vodka.

Ambos forenses indicaron que durante las tareas de identificaciones se sintieron "insultados y ofendidos" por el general Navarro, pero defendieron la labor desarrollada por los otros dos acusados, el comandante médico José Ramírez y el capitán médico Miguel Sáez, de los que dijeron que "trabajaron muy bien".

Por último, los testigos señalaron que la visita un año después del accidente del "número tres" del ex ministro de Defensa Federico Trillo, Javier Jiménez Ugarte, al Instituto Toxicológico de Estambul tenía como objetivo que los forenses turcos asumieran la responsabilidad en los errores en la identificación de los cadáveres, a lo que se negaron.