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"El general Navarro nos dijo: 'Ya están identificados, nos vamos a casa'"

  • Termina la primera jornada del juicio por la identificación de los cadáveres del Yak-42
  • El comandante José Ramírez afirma que no sabe cómo se hicieron las identificaciones
  • "No tenía por qué dudar, a mi me dijeron que ya estaban identificados", ha señalado
  • Tanto él como el capitán Miguel Saez, insisten en que su labor era examinar los cadáveres

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Comienza el juicio del Yak 42 en la Audiencia Nacional

La primera jornada del juicio por los errores en la identificación de los cadáveres del Yak-42 ha concluido con la comparecencia de los dos últimos acusados, el capitán médico Miguel Saez y el comandante médico José Ramírez, quien ha señalado que fue el responsable de la misión y principal acusado, el general de Sanidad Vicente Navarro, quien dio por finalizada su labor: "El general Navarro nos dijo:'Ya están identificados, nos vamos a casa'".

"No tenía por qué dudar, a mi me dijeron que ya estaban identificados", ha recalcado Ramírez, quien, al igual que Saez, ha insistido en que su labor se limitaba a describir las lesiones y otros elementos que observaban en los cadáveres, no a su identificación. "Yo no sé como se hicieron las identificaciones. Yo estaba haciendo anotaciones de las lesiones, si había algún emblema... pero no sé como se hicieron las identificaciones", ha reiterado Ramírez ante las preguntas de la fiscalía.

"Nuestra misión era tomar nota de las lesiones, nadie nos pidió que sacáramos muestras [de ADN]", ha señalado el comandante, un extremo que ha confirmado Saez: "Nadie nos dijo que tuviéramos que sacar muestras", insistiendo además en que su cometido era "describir lo que veía en aquel momento, no era mi labor investigar".

Examinar los restos

Según han relatado ante el tribunal, ambos examinaron los restos de los fallecidos, primero en el lugar del accidente y posteriormente en la lonja, y dictando sus observaciones a los enfermeros españoles desplazados, al mismo tiempo que lo hacía un equipo turco. "Actuamos un poco por mimetismo respecto a los forenses turcos", ha explicado Saez sobre su labor en la morgue. "Se situaban cada uno en una mesa y tenía al biólogo como anotador; nosotros teníamos a los enfermeros e íbamos a la par que los forenses turcos".

Sobre el estado de los fallecidos, Ramírez ha indicado que "había cadáveres que estaban bien conservados y otros con traumatismos". Preguntado por cuántos de ellos no tenían ninguna forma de identificación, ha comentado que "pocos", aunque sin mayor precisión.

Tras el reconocimiento de los cadáveres y después de que Navarro les facilitase la lista con la identificación de los fallecidos, ambos se ocuparon de poner los restos en sus respectivos féretros. "Los cadáveres estaban en bolsas, en las cámaras; el comandante Ramírez me iba diciendo un número, yo se lo decía a los turcos, y estos los sacaban de la cámara", ha detallado Saez.

En ese proceso, hubo bolsas que se rompieron, por lo que se proporcionaron bolsas españolas a los turcos para sustituir las defectuosas. En cualquier caso, ambos han señalado su falta de comunicación con los militares turcos, que si recogieron muestras de ADN a partir de la segunda ronda de reconocimiento de los cadáveres.

Autopsias

Después, ya en la base aérea de Torrejón de Ardoz, Ramírez y Saez fueron encargados de redactar los informes de autopsia de los fallecidos, casando la lista de identificación que les había proporcionado el general Navarro con sus propias notas sobre los cadáveres.

En este sentido, ambos han señalado que se les instó a evitar los aspectos más escabrosos: "[El teniente coronel Coca] Nos comentó que evitáramos todos los detalles morbosos que pudieran herir la sensibilidad de las familias", ha explicado Saez.

El fiscal solicita cuatro años y medio de cárcel para Ramírez y Sáez, así como una multa de 24.000 euros e inhabilitación de cuatro años, mientras que los familiares de las víctimas piden penas de entre tres y seis años de cárcel para los militares.