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La Casa Blanca y el Congreso perfilan los detalles del plan de rescate del sector automovilístico

  • Los fabricantes recibirán en torno a 17.000 millones en ayudas, la mitad de lo que solicitaron
  • La ayuda estará condicionada a que las compañías prueben que son "viables y competitivas"
  • La Cámara de Representantes y el Senado podrían recibir la propuesta la proxima semana

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La Casa Blanca y el Congreso estadounidense perfilan los detalles del plan de ayuda que concederán a los fabricantes de automóviles, que rondará los 17.000 millones de euros y que exigirá a las compañías que prueben su competitividad y viabilidad.

La administración Bush y los congresistas demócratas acordaron a última hora del viernes el montante de la ayuda -entre 15.000 y 17.000 millones de dólares- y la fuente de financiación, que será un programa de préstamos del Departamento de Energía aprobado en septiembre y pensado inicialmente para impulsar la fabricación de vehículos más eficientes en su consumo de combustible.

La forma de financiar las ayudas se había convertido en una de los principales divergencias sobre la concesión de las ayudas desde que las principales empresas del sector, Ford, Chrysler y General Motors, solicitaran por primera vez fondos públicos que les permitan esquivar la crisis, ya que la Casa Blanca no quería recurrir a los 700.000 millones que el Congreso destinó al plan de rescate bancario en octubre.

La Casa Blanca impone condiciones

Pese a que parece decidido que se arbitrarán ayudas públicas para el sector automotriz, la administración Bush seguía mostrando sus reticencias y la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, ha declarado este sábado que la ayuda solo se concederá a las compañías "que estén dispuestas a tomar decisiones difíciles en su negocio para ser viables y competitivas" y siempre que se garantice el uso adecuado del dinero de los contribuyentes.

Las empresas, mientras tanto, aguardan expectantes los resultados de unas conversaciones que Perino ha calificado de "constructivas" y de las que, aseguran, depende su futuro. El consejero delegado de Chrysler, Bob Nardelli, advirtió este viernes ante un comité de la Cámara de Representantes que su compañía necesita 4.000 millones de dólares para sobrevivir hasta marzo.

El presidente de General Motors, Richard Wagoner, cifraba en 10.000 millones las necesidades inmediatas de liquidez de la mayor empresa de fabricación de automóviles del mundo, mientras que Ford, más saneada, afirma requerir 9.000 millones en una línea de crédito que solo utilizaría en caso de que las condiciones financieras empeorasen en 2009. En total, las tres grandes de Detroit reclaman 34.000 millones de dólares de los fondos públicos.

La propuesta, la proxima semana

Los legisladores, que han escuchado los planes de viabilidad y las solicitudes de ayuda del sector en las dos últimas semanas, podrían presentar una propuesta la próxima semana para su debate en las dos cámaras del Congreso, la Cámra de Representantes y el Senado.

"Nada está decidido hasta que todo está decidido", ha advertido, sin embargo, un congresista involucrado en las conversaciones con la Casa Blanca, que sigue exigiendo varias condiciones, entre ellas, limitar la retribución de los directivos, la imposición de estrictas formas de recuperación de los préstamos y la protección de la inversión que realizan los contribuyentes.