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Intermón Oxfam culpa a los biocombustibles de la hambruna mundial

  • La ONG dice que los biocombustibles hacen que los alimentos suban de precio
  • Oxfam exige a la UE y al Reino Unido que abandonen sus objetivos de producción de etanol

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El uso de biocombustibles por parte de los países ricos está acelerando el cambio climático e incrementando el precio de los alimentos, algo que ha arrastrado a 30 millones de personas a la pobreza, según un informe hecho público hoy por la organización no gubernamental Oxfam.

El informe, titulado "Otra verdad incómoda", asegura que el uso de este tipo de combustibles orgánicos está elevando las tasas de hambre y pobreza y no son una alternativa a la crisis de los combustibles fósiles.

Reducir el consumo de combustibles

El estudio indica que si todas las reservas de grano y azúcares del planeta se convirtieran en etanol,  sólo se lograría cubrir el 40% de las necesidades energéticas actuales, por lo que es necesario reducir el consumo.

Oxfam denuncia en un comunicado que las vigentes políticas de los países ricos en este terreno, que han establecido unos porcentajes mínimos de uso de biocombustibles que van del 2,5 al 10%, están contribuyendo a la inflación y aumentando el nivel de pobreza de los más desfavorecidos.

La organización asegura que el uso de cultivos como combustible ha contribuido en más de un 30% a la subida de los precios de los alimentos.

Además, indica que el cambio climático se está acelerando porque se están desforestando zonas de bosque y destrozando parajes que son un sumidero de carbono.

Críticas a los incentivos fiscales

Por otra parte, ha criticado que los países ricos establezcan ayudas y rebajas fiscales en la compra de estos biocombustibles, al tiempo que promueven su propia producción de etanol y bloquean aquellos que proceden de zonas pobres del planeta.

Por todo ello, Oxfam indica que "sería vergonzoso" que estos gobiernos continuaran con estas políticas aun conociendo las consecuencias climáticas y socio-económicas que conllevan.

En este sentido, ha pedido al Gobierno británico que de un giro completo a su estrategia de conseguir un consumo de biocombustibles del 5% en 2010.

Asimismo, le ha instado a que presione a la Unión Europea (UE) para que haga lo mismo, cancelando sus planes del 10% de biocombustibles para 2020.

Oxfam estima que en 2020, como resultado de este objetivo de la UE, las emisiones de carbono por el cambio de los terrenos para cultivar aceite de palma podrían ser 70 veces más elevadas que los ahorros anuales estimados.