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Mientras Rusia estrecha el cerco sobre Kiev, el presidente Putin ha pedido al ejército ucraniano que dé un golpe de estado y derribe al Gobierno de Zelenski. "Por lo visto con ustedes será más fácil llegar a un acuerdo que con esa banda de drogadictos y neonazis que se ha asentado en Kiev y tiene secuestrado a todo el pueblo ucraniano", ha declarado en una reunión con el Consejo de Seguridad de Rusia.

Foto: Sergei MIKHAILICHENKO / AFP

El golpe de Estado de Burkina Faso es ya una realidad. Tras la detención del presidente Kaboré, que se ha visto obligado a dimitir, el país ha quedado en manos de los militares. El autodenominado Movimiento Patriótico por la Salvaguarda y la Restauración (MPSR), se alzó contra el gobierno el pasado domingo y trasladó los motines de los cuarteles a las calles.

Los militares exigían más medios para combatir el terrorismo yihadista de grupos como Al Qaeda y DAESH, en un país asolado por la inseguridad que ha registrado más de 1,5 millones de desplazados internos. Ante la incapacidad del Gobierno de Kaboré de atajar los problemas, gran parte de la ciudadanía, descontenta con su gestión, ha celebrado el cambio.

Analizamos, con el periodista especializado en África Carlos Bajo, la última hora del golpe de Estado en Burkina Faso, el comunicado difundido por los militares en la televisión nacional y el contexto en el que se produce el derrocamiento del presidente Kaboré.

Confusión en Burkina Faso ante lo que podría ser un nuevo golpe de estado. El presidente Roch Kaboré ha sido detenido por militares amotinados que reclaman más medios para luchar contra los grupos yihadistas. La detención se produce después de que el domingo se registraran manifestaciones en las calles apoyando a los sublevados.