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Burkina Faso

Soldados dan un golpe de Estado y deponen a la junta militar de Burkina Faso

  • Los golpistas disuelven la Constitución y el Gobierno de transición, y anuncian el cierre de las fronteras nacionales
  • Naciones Unidas (ONU) ha llamado a la calma y a evitar la violencia

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Militares en una calle de Uagadugú, la capital de Burkina Faso.
Militares en una calle de Uagadugú, la capital de Burkina Faso.

Un grupo de soldados dirigidos por el capitán del Ejército de Burkina Faso ha dado este viernes un golpe de Estado y derrocó al líder de la junta militar que dirigía el país, teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba.

Una imagen del teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba.

En un mensaje dirigido a la nación en la televisión estatal RTB, los golpistas acusaron a Damiba de desviarse del ideal del Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración (MPSR), nombre de la junta que tomó el poder en el golpe cometido el pasado 24 de enero.

Ordenan el cierre de las fronteras nacionales

Tras una jornada de confusión marcada por una sublevación militar y disparos en zonas estratégicas de la capital, Uagadugú, los nuevos golpistas, que aún dicen pertenecer al MPSR, han anunciado varias medidas como la suspensión de la Constitución y de la Carta de Transición.

Asimismo, los militares encabezados por Traoré, nuevo hombre fuerte del país, han decretado la disolución del Gobierno y la Asamblea Legislativa de Transición y el establecimiento de un toque de queda de las 21:00 hora local (misma GMT) a las 05:00 hora local.

Los golpistas en un mensaje televisado dirigido a la nación.

Han ordenado, igualmente, el cierre de las fronteras nacionales hasta nuevo aviso y la suspensión de toda actividad política y de la sociedad civil.

"Las fuerzas vivas de la nación serán convocadas en breve para adoptar una nueva Carta de la Transición y para designar un nuevo Presidente de (Burkina) Faso, civil o militar", han indicado.

El país soporta frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015

Burkina Faso soporta frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, cometidos por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, cuyas acciones afectan a diez de las trece regiones del país, especialmente al norte.

La inseguridad ha provocado que el número de desplazados internos en Burkina Faso ascienda ya a casi dos millones de personas.

En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos (49 gendarmes y 4 civiles), lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré.

Unos meses después, el 24 de enero, los militares liderados por Damiba tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.

Naciones Unidas pide calma y evitar la violencia

La ONU ha llamado a la calma y a evitar la violencia. "Naciones Unidas pide calma y evitar más violencia. Burkina Faso necesita paz, necesita estabilidad y necesita unidad para combatir a los grupos terroristas y las redes criminales que operan en partes del país", ha dicho el portavoz Stéphane Dujarric durante su conferencia de prensa diaria.

Dujarric ha apuntado que el secretario general, António Guterres, está siguiendo de cerca los últimos acontecimientos y ha subrayado que la Naciones Unidas sigue comprometida con el objetivo de que Burkina Faso recupere rápidamente el orden constitucional.