El fútbol argentino, para desesperación de sus apasionados hinchas, sigue parado por la pandemia de coronavirus y, de momento, sin planes de regreso a corto plazo. Mientras, en Brasil, el fútbol ha regresado con polémica, ya que se trata del segundo país más afectado del mundo por el coronavirus.
El portero del Liverpool, Adrián San Miguel, tras ganar la Premier con el Liverpool, ha asegurado en RTVE que "sacarle 23 puntos al segundo es algo bárbaro" y ha señalado a Klopp como "el máximo culpable de todo esto (positivamente)".
Sobre el técnico alemán añade que ha cambiado "toda la ideología del club y ha hecho un equipo adaptado a su mentalidad futbolística". También ha dicho que le hubiera gustado "ser campeón ganando al City" mejor que sin jugar por la derrota de los 'blue' pero reconoce que "cuanto antes, mejor".
Tras más de tres años viviendo un calvario de lesiones y recaídas, Bruno Soriano vuelve a sentirse futbolista. El capitán del Villarreal ha asegurado en el Telediario de TVE que necesitó ayuda psicológica porque "no puedes dormir bien, todas las noches te despiertas con pesadillas y no estás bien en el día a día hay que buscarle remedio porque así no se puede vivir”.
Sus dos ejemplos fueron "Sergio (Asenjo) y Santi (Cazorla)", entre los tres han estado más de diez años lesionados. Ambos le felicitan por su recuperación.
Margaret Thatcher gobernaba el Reino Unido allá por 1990, cuando Ian Rush levantaba la que hasta ayer era la última liga del Liverpool. No existía la Unión Europea ni la Alemania unificada. Rafa Benítez y Jurgen Klopp consiguieron levantar la Champions pero el torneo doméstico se resistía. Tanto es así que solo cinco de los artífices de la conquista de la Premier con siete jornadas de antelación (récord), habían nacido en 1990.
La estatua del legendario Bill Shankly a las puertas de Anfield ha vuelto a ser engalanada treinta años después con la bufanda del equipo, campeón de la Premier League 2019-2020.
La euforia se desató en la ciudad del río Mersey 30 años después del último título tras proclamarse el Liverpool campeón de la Premier League. La derrota del Manchester City ante el Chelsea les dio el triunfo matemático.