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Putin justificó la invasión de Ucrania bajo el pretexto de “desnazificar” el país. En el centro de esa acusación se encuentra el Batallón Azov, un polémico grupo paramilitar que desde que comenzó la guerra ha ido sembrando dudas por sus vínculos ultraderechistas y por ganar protagonismo combatiendo a los rusos y liderando la resistencia ucraniana. Muchas imágenes de la invasión son de ellos, como las que hemos visto de la acería de Azovstal, en Mariúpol, último reducto de la ciudad portuaria.

Ucrania ha anunciado una operación en marcha para evacuar a los civiles que todavía permanecen en la planta siderúrgica de Azvostal, en Mariúpol. Las autoridades de este país aseguran quedan alrededor de 1.000 civiles en la planta, también han expresado la preocupación por los militares que todavía siguen en la acería, muchos de ellos heridos. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha garantizado que se está buscando una solución para su evacuación. Rusia mantiene que ha parado los ataques contra la planta, pero los defensores de la planta denuncian que los bombardeos siguen sin pausa y han publicado imágenes de los ataques, aunque no se ha podido determinar la fecha en que fueron tomadas. 

¿Por qué le interesa a Putin la región de Transnistria? ¿Cómo es esa zona, no reconocida internacionalmente? Nos lo explica Laura Gómez, redactora de internacional de RTVE Noticias. 

Alexandra nos cuenta desde Kiev cómo la ciudad ha vuelto a la vida.

La foto la hace Aurora Moreno, enviada especial a Mykolaiv, ante una casa en ruinas.

La invasión de Rusia a Ucrania comenzó el pasado 24 de febrero. En pocos meses, el conflicto bélico ha dejado un rastro de imágenes difíciles de olvidar: la matanza de Bucha, aquella periodista que irrumpió en la televisión rusa para protestar contra Vladímir Putin, las banderas de ambos países, el estadio olímpico de Luzhnkiki plagado de simpatizantes de Putin, o los gallos de cerámica representando la resistencia ucraniana. Hay decenas y, probablemente, quien piense en Mariúpol ya no pensará en ese mar eterno, pensará en una ciudad rota que trata de recomponerse bajo los escombros. Hoy, hacemos un repaso por los cinco símbolos más importantes de la Guerra de Ucrania.

En los próximos días se espera que lleguen a Zaporiyia numerosos evacuados procedentes Mariúpol y la planta metalúrgica de Azovstal después de que Rusia haya decretado tres días de alto al fuego unilateral para permitir la evacuación de los civiles que siguen allí y de todos aquellos que quieran abandonar la zona. La evacuación tardará unos días en ejecutarse por la dificultad del camino a recorrer, ya que tienen que atravesar zona hostil. De nuevo, los traslados volverán a contar con el apoyo de la ONU y de la Cruz Roja Internacional para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

FOTO: EFE/EPA/ROMAN PILIPEY

Se cumplen diez semanas del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania. El comienzo de la semana fue álgido, cuando el mismo Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterresadmitió delante del presidente Zelenski en su visita a Ucrania, que el Consejo de Seguridad de la ONU le ha fallado a Ucrania “en hacer todo lo posible para prevenir y terminar esta guerra”. Ese mismo día, se encontró el cuerpo de la periodista Vira Hyrych, la misma que informó sobre la situación del país desde el inicio de la invasión, sumido bajo los escombros de un edificio al que le había alcanzado un proyectil ruso. Este es el escenario que la OTAN advierte que podría durar incluso años.

La ofensiva de Rusia no cesa el ataque, en el día 66 de la guerra, el ejército de Putin se reagrupó en el este del país. Sin embargo, el domingo amaneció como un día esperanzador, donde Rusia dio un alto al fuego y varias de las personas que se resguardaban de los bombardeos en la acería de Azovstal pudieron ser evacuadas. Esos mismos evacuados, junto a otros tantos de la ciudad de Mariúpol pudieron llegar a Zaporiyia, donde se les ha registrado y atendido después de pasar alrededor de dos meses sin ver la luz del sol, con el miedo de que el ejército ruso irrumpiese en la acería.

La calma que ofreció esta primera evacuación se vio rota al mismo tiempo que Rusia volvió a bombardear nuevamente el territorio ucraniano, lo que produjo la detención de las operaciones de evacuación de las personas de la acería, donde quedan cerca de 200 personas, de las cuales 30 son niños. Además de la gente atrapada en la acería, quedan en Mariúpol alrededor de 100.000 personas atrapadas en medio del conflicto. Rusia, reanudando su ataque, destruyó un arsenal con armas llegadas de Estados Unidos y de la Unión Europea,  según fuentes del ministerio de Defensa Ruso.

El último día de esta semana vuelve a arrojar noticias positivas para el ejército Ucraniano. Los titulares hablan de la “reconquista” de Ucrania, que ha recuperado el control sobre 11 localidades cerca de Járkov. Se trata de una pequeña victoria para Ucrania dentro de esta guerra a la que, por el momento, no le logran ver el final.

Serios, desconcertados, con la mirada perdida... Así ha visto nuestro enviado especialFran Sevilla a los evacuados de Mariúpol a su llegada a Zaporiyia.

Nadia salió de Mariúpol hace semanas. En este tiempo ha pasado una odisea para conseguir que operasen a su padre, que fue herido cuando intentaban huir.

La foto es de la vida en la oscuridad del toque de queda en Járkov. Allí estuvo nuestro enviado especial Javier Gutiérrez.

La guerra en Ucrania lanzada por Rusia hace 70 días se centra estos días en la ofensiva para controlar los territorios del Donbás. El Ejército ruso continúa sus ataques en la zona, con especial atención en el control de Mariúpol, la ciudad portuaria asediada desde hace tres meses.

La Comisión Europea ha pedido este miércoles un veto progresivo al petróleo ruso y castigar los crímenes guerra cometidos en Bucha.

Ucrania ha anunciado que ha establecido hoy cuatro puntos en Mariúpol para intentar evacuar más civiles después de que este martes llegaran a Zaporiyia los primeros civiles evacuados de la acería de Azovstal, tras dos días de viaje. Llegaron agotados y traumatizados tras vivir en refugios subterráneos durante semanas.