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El campo sufre especialmente la sequía y las altas temperaturas, inusuales en el mes de abril. Las cosechas serán menores, menos abundantes. Así que, si en mayo no llueve, los precios de muchos alimentos podrían seguir subiendo.

Foto: LORENA SOPENA / EUROPA PRESS

Tan solo una hora después de la última sevillana, la feria abre de nuevo para dejar pasar a camiones y furgonetas. Unos 600 vehículos en cada control, similar a una aduana donde SEPRONA, policía local y veterinarias del ayuntamiento de Sevilla comprueban que comida y bebida cumplen con todas las garantías

La energía, uno de los costes para producir alimentos, es ahora más barata, pero eso no se está notando en la cesta de la compra. Una de las razones, según los expertos, es que se siguen trasladando el aumento de la luz y los carburantes del pasado año.

El IPC cierra marzo en el 3,3% con la alimentación disparada, pese a que la caída de los precios de la energía en moderó la inflación desde el 6% de febrero, 2,7 puntos menos, su cifra más baja desde agosto de 2021. Si comparamos marzo de 2022, mes en el que comenzó la guerra en Ucrania, con marzo de 2023, el gas, la electricidad y los combustibles han bajado de niveles pocas veces vistos. Pero esto no significa que los precios estén cayendo. En tan solo un mes, de febrero a marzo, se han encarecido un 0,4%. Y es que los alimentos no dan tregua, y la inflación subyacente, la que no recoge energía ni alimentos frescos, acumula cuatro meses por encima del 7%. En marzo, apenas cayó una décima, y sigue estancada en el 7,5%. En un año, los alimentos se han encarecido un 16,5%, suben tanto los frescos como los elaborados. De nuevo, entre los que más han subido en estos 12 meses, están el azúcar, aceite de oliva, leche y huevos. Y por el efecto Semana Santa, también se han encarecido los paquetes turísticos.


 

La cesta de la compra hay que llenarla a pesar de la subida de precios en los mercados. "Se ha notado sobre todo en la fruta, verdura y el pescado", nos cuentan algunos consumidores, que ahora se ven obligados a comprar menos cantidad. Los márgenes para los pescaderos también son menores, han reducido sus ingresos un 30% en los últimos 6 años: "Nosotros somos los últimos al final de la fila", cuentan. Por eso, Ileana Izverniceanu, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la OCU, cree que falta transparencia. "Hace falta más información para ver en qué eslabón de la cadena alimentaria se produce esa especulación", explica en Las Mañanas de RNE.

Desde la OCU consideran que es positivo que algunas cadenas de supermercados bajen los precios, pero dicen que hay que ir "a la letra pequeña". "Es una medida reputacional, una manera de suavizar polémica. Para que sea efectiva tienen que ser productos básicos, deben advertir cuál es el margen de bajada y que se mantenga en el tiempo". Sobre la rebaja del IVA a la carne y el pescado, Izverniceanu afirma que los datos reflejan que no está siendo efectiva y que hay que ayudar a las familias vulnerables de forma directa.

La anisakiasis humana es un problema de salud pública cuya incidencia está aumentando en los últimos años en todo el mundo, sobre todo en países con un elevado consumo de pescado crudo o poco cocinado. Se estima que más de un tercio del pescado marino que se vende en España está contaminado por anisakis, un gusano nematodo cuyo ciclo vital afecta a los peces y mamíferos marinos. En “Más cerca” (Radio 5) hemos hablado de este parásito con Raúl Rivas, catedrático de microbiología de la universidad de Salamanca.

Casi la mitad de la miel que se importa en la Unión Europea está adulterada con azúcares industriales para abaratarla, según ha concluido una investigación. No es un problema sanitario, pero sí un fraude al consumidor y una competencia desleal para los apicultores.

Foto: Getty

El grano que están descargando en Tarragona se cosechó en Ucrania, pero no está llegando a un país donde haya crisis alimentaria. La contención de los precios ha evitado que se agrave el hambre que ya padecen 700 millones de personas en el mundo. Las organizaciones humanitarias estiman que sólo se está llegando al 20% de los 7.300 millones de euros que hacen falta con urgencia en el cuerno de África. Sin ese dinero, una persona se seguirá muriendo de hambre cada 36 segundos.