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La literatura muestra las infinitas maneras de maternar

  • La escritora francesa Violaine Bérot habla de la maternidad en el mundo rural en su novela Como bestias
  • Además, Página Dos recomienda novedades literarias sobre crianza, firmados por Patricia Reguero y Adriana Cavarero
Página Dos - Nuevos libros sobre maternidad
Marta Dominguez | Página Dos

Hay tantas maneras de criar como personas y familias. En la literatura, el retrato de la maternidad y la relación entre generaciones va desde la visión descarnada (Rachel Cusk, Sheila Heti, Elena Ferrante), la distópica (Margaret Atwood, Charlotte Perkins Gilman), la luchadora (Toni Morrison) o la más íntima (Louisa May Alcott, Anne Brontë, Virginia Woolf). Página Dos escoge varios libros que enfocan el acto de maternar desde perspectivas distintas; de la ficción al ensayo pasando por la fábula.

El primero es Mammalia, de Elisenda Solsona (Lava / Les Males Herbes) una novela que se mueve entre el thriller y la ciencia ficción, el terror y la distopía. Es una dura reflexión sobre la maternidad y la no maternidad en un mundo ultraliberal condenado a su extinción física y espiritual. En un futuro asolado por fenómenos atmosféricos extremos, una extraña alteración en el útero de las mujeres ha generado graves problemas de fertilidad a nivel global. El estado ejerce un control absoluto sobre la natalidad y sus cuerpos.

Maternidades reales

Criar en el medio rural

En ese contexto, la protagonista de Mammalia es una joven decide investigar sus orígenes, saber quién fue antes de ser adoptada cuando era niña. Pasará por un camino de autodescubrimiento que pronto la conduce a un laberinto obsesivo donde el pasado y el futuro se funden en una paradoja llena de ecos, sueños y premoniciones a través de bosques, cuevas, pinturas ancestrales y muchas preguntas ante lo inexplicable.

El segundo libro recomendado por Página Dos es Como bestias (Las afueras), de Violaine Bérot. Las circunstancias que rodean este libro son curiosas. Bérot se licenció en Filosofía, pero la vida la llevó a ejercer en la informática. Por sus raíces familiares, lo dejó todo para la cría de cabras en los Pirineos. Su experiencia en la vida rural y su interés por las problemáticas sociales y la psicología humana marcan su obra.

Vivo en los extremos

«Vivo en los extremos, ese es mi carácter», afirma la autora. A los 30 años dejó la investigación en inteligencia artificial para dedicarse al pastoreo de cabras. Luego, pasados los 40, dejó el rebaño para entregarse a la escritura. En la actualidad Violaine Bérot vive en una cabaña sin agua corriente ni electricidad, en un punto remoto de la cordillera. Dice que le gusta la rudeza de la montaña.

El pastoreo, esencial para reducir los fuegos

Como bestias habla de un pueblo aislado en las montañas; un joven de fuerza sobrehumana con un don para sanar a los animales; una niña que aparece de la nada y que desata todos los rumores en un valle en el que todavía resuenan antiguas leyendas y misterios. Pocos elementos le bastan a Violaine Bérot para trenzar esta historia a medio camino entre la novela negra y la fábula.

Además, en los últimos meses también se han publicado otras interesantes obras sobre la maternidad, como Madres e hijos (AdN) de Adam Haslett; Todo lo que pasó el día que me mordió mi hija (La Imprenta), de Patricia Reguero; De la misma madera (Nórdica), de Marion Fayolle; Mujeres que amamantan cachorros de lobo (Galaxia Gutenberg), de Adriana Cavarero, Las emociones de mamá (Grijalbo), de Noelia Extremera o De hija a madre, de madre a hija (Siruela), de Carmen Martín Gaite.