Elena Mesa debuta con 'Sé morir': así es su primera novela
PÁGINA DOS
- Las heridas de la infancia y el peso del destino son dos temas centrales de Sé morir, de la colombiana Elena Mesa
- La primera novela de esta joven autora y psicóloga explora la posibilidad de salir indemne de una niñez devastadora
El protagonista de Sé morir (Tránsito) acaba de cumplir dieciocho años. Con la libertad legal recién estrenada deja su casa y se va a vivir a un monasterio. Quiere pasar el resto de su vida en soledad y silencio. Lo intenta. Un año después, muere. Los rumores dicen que lo ha matado la guerrilla colombiana, como a tantos, pero la verdad es otra.
Mucho después de su muerte, la hermana recibe el diario que él escribía y que pasó años guardado. Ella desea repetir los pasos que hizo él y va a un monasterio para leer ese testimonio íntimo. Así comienza la novela: «Encendí una vela que había en la mesa de noche de la habitación, le hablé. Llegué aquí en julio. Ese mismo día, veinte años atrás, él caminó solo durante la noche hasta el cansancio. Dejó de respirar. Hay vida latiendo en el fondo de las heridas».
La infancia en la literatura
Sé morir nos devuelve a los recuerdos de una infancia hostil: un sótano; callejones de los que todo el vecindario quiere irse y no volver; la madre, que trae olor a aguardiente y que a veces no regresa por un par de días; baldes de agua y ojos que arden en la noche del incendio; el insomnio. Una infancia con una hermana, única tierra firme, cómplice y compañera de secretos, desvelos e invenciones: con ella es con quien le busca rostro a las montañas, escucha casetes o medita sin saber que lo que hacen es eso.
El libro plantea si es posible salir indemne de una infancia devastadora. ¿Qué traumas empujan a acabar con todo? ¿Es posible abandonar los lugares que nos rompieron? Con una escritura poética y descarnada, Elena Mesa explora un doloroso tema que otros novelistas también trataron, desde Charles Dickens, Barry Hines, Charles Bukowski, Maya Angelou, Ian McEwan, E. B White, Arundhati Roy o por supuesto Ana Frank hasta historias contemporáneas de Jonathan Safran Foer, Mark Haddon, Tom Perrotta o John Green.
«Creo que fue Louise Glück quien dijo que mirábamos al mundo una sola vez, en la infancia, y que el resto es memoria», cuenta Elena a Página Dos. «En un lugar del que uno nunca se va. Incluso aunque fuese una historia muy bonita, llena de mucho amor. Fue nuestra primera manera de mirar al mundo», añade la escritora. Elena Mesa nació en Medellín, vive en España, y antes de la literatura se dedicó a la psicoterapia. Después cursó el Máster en Creación Literaria de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Ha publicado cuentos en Mercurio y en la mexicana Punto de partida. Escribe porque «es mi manera de estar sola», concluye la autora.
