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¿Quién es Miguel Ángel Sánchez, el protagonista del documental 'Un hombre tranquilo'?

  • Activista clave por los derechos LGTBI en España, Miguel Ángel fundó COGAM, la Fundación Triángulo y la FELGTB
  • Su historia de amor, lucha y dignidad inspira el documental 'Un hombre tranquilo', estrenado tras su fallecimiento en 2023
Miguel Ángel Sánchez, protagonista del documental 'Un hombre tranquilo'
Primer plano de Miguel Ángel Sánchez, protagonista de 'Un hombre tranquilo'
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Activista incansable por los derechos LGTBI+ en España, Miguel Ángel Sánchez fue una figura discreta, pero clave en las conquistas sociales del colectivo. Su legado vive hoy en organizaciones fundamentales como COGAM, Fundación Triángulo y FELGTB. Ahora, su historia toma forma en el documental Un hombre tranquilo, ya disponible por tiempo ilimitado RTVE Play.

El activismo en la España posfranquista

Miguel Ángel Sánchez comenzó su activismo en el Madrid de los años ochenta, una ciudad que apenas salía de la sombra del franquismo y donde la homosexualidad aún era vista con desprecio. “Antes no es que hubiera odio, es que había repugnancia”, recuerda en el documental. En 1984, no era extraño escuchar opiniones como “es una anomalía de la naturaleza” o que “no se debería hacer propaganda de la homosexualidad”. En ese contexto hostil, fundó y asumió la presidencia de COGAM con poco más de 20 años. Pasó de ser un joven comprometido a liderar una organización que, por primera vez, sacaba al colectivo LGTBI+ de los márgenes.

Uno de los momentos más tensos llegó apenas días después de inaugurar el centro en la calle Carretas, cuando la Policía Municipal llegó con una orden de cierre impulsada por el concejal Ángel Matanza. “Dijo que en su distrito no iba a haber un centro gay”, recuerda Sánchez. Lejos de rendirse, el grupo organizó turnos para dormir en el local e impedir que fuera precintado. Aquel acto de resistencia, lleno de miedo y determinación, atrajo la atención de los medios y visibilizó la causa. “El efecto que no buscaba el concejal, pero sí consiguió fue hacernos populares. Mucha más gente se acercó al movimiento”, afirma. Entre ellos, un joven Pedro Zerolo.

Marcha por los derechos LGTBI+ encabezada por Miguel Ángel Sánchez

Marcha por los derechos LGTBI+ encabezada por Miguel Ángel Sánchez

La respuesta ciudadana fue masiva y desbordó fronteras. “Recibimos cartas de todo el mundo por lo mal que lo estaban haciendo en Madrid, la más famosa fue la de Nancy Pelosi, que ahora mismo es una de las mujeres más poderosas del mundo”, recuerda Miguel Ángel. Finalmente, el concejal Ángel Matanza dimitió. Aunque nunca recibieron una confirmación oficial de que el centro tenía licencia, “nos dejaron en paz y seguimos haciendo nuestro trabajo”, resume. La primera batalla estaba ganada.

Fundación Triángulo y FELGTB

Con el paso del tiempo, Miguel Ángel Sánchez se distanció de la dirección de COGAM por discrepancias ideológicas con la nueva junta, encabezada por Pedro Zerolo. Mientras esta última apostaba por una visión más comunitarista, inspirada en los modelos estadounidenses, Sánchez defendía un enfoque igualitarista, centrado en la integración plena en la sociedad sin compartimentos identitarios. “No merece la pena —recordaba—, si no creemos en esto, nos vamos a casa”. Y así ocurrió.

En 1996, diez años después de fundar COGAM, nació la Fundación Triángulo, centrada en la igualdad social de gais y lesbianas y con una fuerte vocación internacional, especialmente en América Latina. “La ruptura entre COGAM y Triángulo sí que fue traumática, con posiciones muy enfrentadas —admitió—. Nos tiramos años mirándonos con cierta desconfianza”. Afortunadamente, con los años, la relación entre ambos espacios se fue normalizando.

Su gran historia de amor con Pedro

Además de activista, Miguel Ángel Sánchez vivió una historia de amor profunda y duradera con Pedro, su compañero sentimental y político durante más de tres décadas. Se conocieron en los inicios de COGAM, curiosamente cuando ambos estaban interesados en la misma persona. “Al final lo que pasó fue que acabamos juntos”, recuerda Pedro. El vínculo nació en una fiesta de Carnaval y, desde entonces, no se separaron. “Seguimos juntos, 34 años después”, dice Miguel Ángel en el documental.

Su relación estuvo siempre atravesada por el activismo. “No teníamos tiempo para ser pareja”, confiesa Pedro. Incluso los escasos momentos en los que salían a tomar algo, terminaban siendo actos de reivindicación: “nos dábamos un beso y nos echaban la bronca”. Para proteger ese espacio íntimo, decidieron reservar una tarde a la semana solo para ellos. “Estaba prohibido hacer reuniones. Era la tarde que era para Pedro”, explica Miguel Ángel. Aunque él fue la cara más visible, reconoce el papel esencial de su pareja: “Quizá Pedro haya sido menos conocido, pero fue autor de algunos de los textos ideológicos de esos primeros tiempos. Siempre hemos trabajado como si fuésemos uno”.

Su boda, celebrada tras la aprobación del matrimonio igualitario en 2005, no fue del todo fácil. “Mis padres no iban a venir. Al final vino mi madre, pero mi padre no, porque iba en contra de sus ideas religiosas”, recuerda Miguel Ángel. Sin embargo, con el tiempo, la relación familiar sanó. “Nunca le impidieron la entrada a mi marido en casa. Y yo creo que años después le tienen cariño y respeto. De hecho, un día mi padre me dijo: ‘Te tengo que dar dinero de tu boda, igual que le di a tus hermanos’”. Una forma silenciosa, pero poderosa, de reconciliación.