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MasterChef 13 | La especial dedicatoria de Ana camino a la final: "Va por mi abuelo Pep. Era mi persona favorita"

La descontrolada doble capitanía de Ana
RTVE.es

Tras un duro camino de 12 semanas muy intensas en MasterChef 13, Ana llegaba a la semifinal para demostrar que The Great Commander y su cocina eran dignas de estar en la gran final. Pero la noche no arrancó bien para ella, que naufragó intentando replicar el plato de salmonete con mosaico de mejillones, percebes y manitas de cerdo de Pedro Subijana chef de Akelarre, restaurante con 3 estrellas Michelin. Rápidamente pasó página y llegó a la prueba de exteriores donde cargó con la doble capitanía a sus espaldas. The Great Commander mutó en The Fake Commander y llegó al último reto de la noche con delantal negro. Allí, inspirada en su abuelo Pep, Ana no desaprovechó la oportunidad y se salvó para meterse entre los cuatro finalistas.

Fallecido hace poco más de un año, Pep, abuelo de Ana, estuvo muy presente en la mente de su nieta, que jugándose la final a una carta en el último cocinado, intentó concentrarse pensando en su "persona favorita": "Él era un referente para mí y en un día como hoy que tengo que estar muy concentrada, me da toda su fuerza". Y la iba a necesitar, porque después de ser doble capitana en la prueba de exteriores y dejar de ser The Great Commander para pasar a ser The Fake Commander, Ana vivió momentos de dudas. Pero todo cambió y la inspiración le llegó. A Ana le tocó preparar un plato de arroz con pato y demiglace de cebolla, obra de Camila Ferraro, chef del restaurante Sobretablas (Sevilla), con 1 sol Repsol.

Al iniciar el cocinado, Ana explicó que necesitaba estar más concentrada que nunca y por eso recurrió al recuerdo de su abuelo Pep, fallecido hace un año. Y sin duda funcionó. Después de presentar el plato ante los jueces, Pepe, Samantha y Jordi reconocieron que era de las veces que menos necesitó Ana vender su plato. "No he tenido que vender humo. Venía con las cosas muy claras hoy", reconoció ella misma. En lo puramente gastronómico, el veredicto fue más que aceptable. La autora del plato destacó que "el pato ha quedado perfecto, está para darte la enhorabuena". "Tiene pequeños defectos, pero el punto del pato es maravilloso y la presentación estaba casi calcada", admitió Pepe.

"Te voy a seguir. Me interesa"

Samantha fue más allá de las valoraciones y dejó una preciosa reflexión sobre Ana: "A ver si estamos encontrando el camino y lo que te sienta bien es estar tranquila y callada. Me gusta esta nueva Ana, tengo muchas esperanzas en ti. No solo en el programa, también en tu futuro profesional. Te voy a seguir. Me interesa". Por todo ello, y a pesar de dos pruebas iniciales donde sufrió mucho, Ana resurgió en el momento perfecto para convertirse en la cuarta finalista de MasterChef 13.