Gustavo Santaolalla y "la nota equivocada": cómo la visión genuina del compositor llegó a ganar dos Óscar
- El compositor y músico argentino habla con Mañana más en la Feria Internacional de la Música de Guadalajara (México)
- En la entrevista, Santaolalla refleja su profundo conocimiento de la música latina y su capacidad para conectar con el gran público
Él éxito del arte no se mide en premios, más bien se trata de la capacidad de que lo que cuentas llegue a la mayor cantidad de gente posible. Conseguir lo universal. Es algo que Gustavo Santaolalla (Buenos Aires, 1951) no buscó premeditadamente, pero sí confiesa que cuida cada canción "como un hit".
El compositor quiere que sus discos tengan un común denominador en "la calidad de la composición, de la grabación, de la interpretación y de la elección del repertorio". En esta entrevista de una hora con Mañana más el músico revela la sabiduría que toda una carrera en la música le ha dado.
Y lo hace desde un país icónico en su vida, México. "Cuando vine por primera vez aquí a mediados de los 80, veo una escena que me hace acordar mucho a lo que viví en Argentina a finales de los 60 y los 70", recuerda el compositor. El primer lugar que pisó cuando vino la primera vez fue el Sevilla Palace, un hotel histórico de CDMX, "estaba haciendo todo el disco de Maldita Vecindad", sigue.
Ahora, desde la Feria Internacional de la Música de Guadalajara, Santaolalla traza el mapa que le ha llevado desde su Argentina natal hasta Los Ángeles pasando por casi toda Latinoamérica. Para Ángel Carmona, presentador del programa, si Rubén Blades es el "alcalde de América Latina", Santaolalla es "el gobernador".
Más allá de los Óscar: el éxito de "la nota equivocada"
Entre risas, Carmona le dice al compositor que es del "club de Roger Federer, de Rafa Nadal", personalidades a las que hay que llamar para saber en qué vitrina va cada premio. Ganador de dos Óscar en 2005 y 2006 por las películas Brokeback Mountain y Babel. Además, tiene 17 Grammys Latinos y dos anglosajones.
¿Cómo se vive haciendo que cada canción se convierta en un gran hit? "Cuando pasó lo del Óscar, el primero, pensé: bueno, un golpe de suerte. Cuando gané el segundo seguido, realmente dije: se ve que estoy haciendo algo que conecta con mucha gente. Eso es un éxito. Ha tocado la fibra de muchas personas", expresa el músico.
Santaolalla recuerda que no siempre fue así. Era el año 1978 y el músico acababa de llegar a Los Ángeles escapando de la censura de la dictadura argentina. Empezaba a tener sus primeras maquetas, pero solo una persona descolgó el teléfono para escucharlas. Le dijo "mira, me encanta lo que haces, pero en todos los temas llega un momento que pareciera que le pegaste a la nota equivocada, al acorde que no va". Se lo tomó como un cumplido. Era exactamente lo que quería.
Al final, con los años, volvió a encontrarse con la misma persona. Esta vez le dijo que era un genio. "Ajá, ahora le gusta la nota equivocada", ríe el artista mientras lo rememora.
Tres bandas y un sinfín de colaboraciones
La pregunta fácil de responder sería con quién no ha trabajado este compositor. Desde Juanes, pasando por Julieta Venegas, como decíamos Maldita Vecindad, Café Tacvba, colaboraciones con Gustavo Cerati, Nelly Furtado, Elvis Costello, etcétera y etcétera.
Ha sido miembro de Arco Íris y Soluna, grupos con los que vivió la movida del rock argentino. Ahora trabaja con su banda Bajofondo en un nuevo disco de tango electrónico que bebe de todas las influencias que ha tenido a lo largo de su carrera.
“La nuestra es una orquesta atípica porque vivimos en países distintos“
"¿Sabés que las orquestas de tango se llaman orquesta típica? Pues la nuestra es una orquesta atípica porque vivimos en países distintos, algunos en Uruguay, otros en Argentina, otros en Estados Unidos", explica el autor. Y juntos han decidido enfrentar la vida bajo una bandera, paz y humor, porque "el amor a veces trae problemas".
La política de Milei, la IA y el poder del folclore
Sobre la política de su país, Santaolalla tilda al Gobierno de Milei de "nefasto" y considera que hay un intento de borrado de la dictadura. "Hay una especie de campaña establecida de borrar de la memoria un momento que fue, digamos, atroz en nuestra historia, donde secuestraron, violaron, robaron bebés, torturaron y mataron a 30.000 personas", explica con preocupación.
“Lo que hago no responde a una fórmula. Trabajo con mi tontería natural“
El músico cree que la situación es extrapolable a todo el mundo, en donde se vive un momento "de cansancio general de la política" y de un "futuro apocalíptico". En un mundo así, donde las personas hacen música con inteligencia artificial, él sigue tocando con su ronroco. "Lo que hago no responde a una fórmula. Trabajo con mi tontería natural", ríe.
El productor termina la charla con un sueño: seguir vinculándose con su identidad española. "Hace ya unos años que estoy interesado en entablar una relación más profunda con España porque de ahí vienen mi abuelo y mi abuela". Una abuela de Ibiza y un abuelo de Málaga. Sea por eso o por su "nota equivocada", su música siempre ha tenido las puertas abiertas en nuestro país.