'Padres', el thriller que encarna la peor pesadilla de todos los que tienen hijos
- ¿Qué pasa cuando tu hija adolescente desaparece? ¿Puede esta situación volver a unir a dos padres divorciados?
- Fernando Cayo y Natalia Verbeke protagonizan esta película de suspense en la que José Ángel Bohollo, el director, nos lleva al límite
¿Eres padre, madre o tienes a tu cargo a algún adolescente? ¿Alguna vez has temido volver a casa y que ya no estuviera? Si has vivido esta preocupación o la has imaginado en algún momento te sentirás identificado con Javier y Victoria, dos padres separados que enfrentan una situación límite: su hija ha desaparecido.
Fernando Cayo y Natalia Verbeke, protagonistas de Padres, la nueva película de José Ángel Bohollo, presentan en Las mañanas de RNE este thriller de tintes hitchcockianos que aborda el amor incondicional de los padres a sus hijos desde el contrapunto. ¿Qué pasa cuándo la persona que más te preocupa desaparece?
Tu hija tiene 15 años y va a ir por primera vez a un festival de música. "Es un terror cotidiano que tenemos muchos padres y madres", confiesa Fernando Cayo. Él también tiene una hija de 20 años y ha vivido ese momento. Entiende perfectamente esa intranquilidad.
De hecho, aunque se llama Padres, la película podría llevar perfectamente el subtítulo de Angustia. Una emoción que no se pierde en todo el visionado y que llega a aumentar por momentos. Por ejemplo, cuando los protagonistas descubren la ubicación del móvil de su hija: está fuera de España. No podemos decir más.
Suspense monitorizado desde una cámara de seguridad
Aparte de la desaparición, el filme incluye a otro actor que viene a desarmarnos por completo: la tecnología. La película transcurre en la misma casa. En ella, la vida está monitorizada a través de las cámaras de seguridad.
Imagina que una de esas cámaras no vigila tu casa, sino que te vigila a ti. "Pensar que algunas de esas cámaras que tú tienes para tu seguridad pueda ser hackeada y alguien te puede estar espiando desde fuera es bastante sobrecogedor", expresa Cayo.
El actor asegura que llegó a tener una palabra de seguridad con su propia hija. Lo hizo porque había personas que se hacían pasar por ella para amenazar a su familia. Con esta clave conseguían asegurarse de que no era ella y de que podían estar sufriendo una estafa o acoso. El propio guion de la película refleja situaciones a las que se ha enfrentado.
Un solo escenario que acrecienta la claustrofobia
"La verdad es que el guion estaba muy bien escrito. Estaba tan clara la película en la cabeza del director que eso ayuda muchísimo a la hora de componer el personaje", asegura Natalia Verbeke, que interpreta a la madre. Un personaje con el que el público podrá identificarse rápidamente.
No solo la construcción de personajes genera conexión instantánea. El primer logro de la película es el guion. El texto mantiene el nudo en la garganta hasta el final. "Para que no necesites efectos especiales, ni grandes decorados ni grandes paisajes, tienes que tener un argumento muy inteligente que sea capaz de atrapar al espectador", enfatiza el actor.
Como La soga, La huella o 12 hombres sin piedad, toda la película transcurre en una casa. A ese único escenario se suman los diálogos de los padres que van desenmarañando la trama. Son ellos, a través de su conversación, quienes desvelan la relación que mantuvieron, la influencia sobre su hija y provocan los picos de adrenalina.
Producida por Eduardo Campoy y Adolfo Blanco, la película puede verse ya en cines.