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Mirada universal con alma gallega

'Valentina' de Chelo Loureiro, Mejor Película de Animación en los Premios Goya 2022

  • La ferrolana ha logrado el Goya en la categoria Mejor Película de Animación
  • Debuta como directora con Valentina (2021), un cuento musical sobre la diversidad y la inclusión
  • Charlamos con la productora sobre su trayectoria y los entresijos del mundo del cine de animación

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Chelo Loureiro
Chelo Loureiro

Resulta extraño decir la palabra “debut” para hablar de Chelo Loureiro (Ferrol, 1958). Una gallega soñadora que hace 15 años fundó Abano Produccións y que ahora se ha convertido en una de las figuras más relevantes del cine de animación español. La gallega, ganadora de un Goya en 2017 por Decorado, de Alberto Vázquez, se ha alzado este sábado con su segundo cabezón por Valentina (2021), la película con la que se ha estrenado como realizadora.

Desde que se supo la noticia, Loureiro pasa los días atendiendo a los medios. “Es curioso como cambia el foco sobre una cuando en vez de productora pasas a ser directora”, comenta al otro lado del teléfono. La ferrolana atiende a las entrevistas en los pocos huecos que consigue sacar de su trabajo. Estos días última el estreno de Valentina, que llegará a los cines este 3 de diciembre. A ello se suman sus dos nuevos proyectos como productora, la nueva película de Alberto Vázquez Unicorns Wars -y que contará también con la participación de RTVE-, y El sueño de la sultana de Isabel Herguera, que llegarán a los cines el año que viene.

'Valentina' (2021), nominada en los Goya 2022, estreno el 3 de diciembre

'Valentina' (2021), nominada en los Goya 2022, estreno el 3 de diciembre

Reinventarse como forma de vida

Para Loureiro, lo de ser directora no entraba en sus planes. Claro que, si atendemos a su extenso curriculum -primera mujer en trabajar en la oficina técnica de un astillero, gerente en la Galería de Sargadelos y fundadora de El diario de Ferrol-, lo de explorar nuevas vías, reinventarse y salirse del guion es todo un leit motiv en su vida. “Te puedes imaginar que con la edad que tenía cuando comencé en la industria audiovisual (45 años), ni si quiera se me había pasado por la mente ser productora de cine. Y ahora, ya ves, llevo más de 18 producciones de animación. Me parece increíble”, confiesa.

Nadie mejor que Loureiro para defender aquello de que de todo (y de todos) se aprende. Ella lo hizo junto a muchos de los directores noveles con los que ha trabajado. “Como productora me ha tocado reescribir muchos guiones -aunque no aparezca como guionista-. Mi trabajo consiste en medirlo todo muy bien y uno de los errores en los que caen muchos jóvenes directores es en querer contarlo todo en una primera película. Yo he intentado no caer en ello. Mi película dura 65 minutos, primero porque es una película dirigida a niños pequeños y luego por aquel dicho de que lo bueno si breve, dos veces bueno”.

Cartel 'Valentina' (2021)

Cartel 'Valentina' (2021)

Un cuento musical de inclusión y diversidad

Valentina tiene esa doble virtud. Breve, bueno y habría que añadir: bello. La película, en cuyo guion también ha trabajado Lúa Testa, cuenta la historia de una niña que sueña con convertirse en trapecista. Es la primera historia de animación de una niña con síndrome de Down. Un cuento musical sobre la inclusión y la diversidad inspirado en una historia personal de la directora. “Mi hermana enfermó de polio cuando era muy pequeña. Al principio no fui consiente de lo que suponía aquello para ella, hasta que empecé a salir a la calle con ella y nos empezamos a topar con las miradas ajenas. Me di cuenta del trato diferente que recibía, juicios injustos que cortaban sus alas”, recuerda.

Loureiro se basó en aquella vivencia y en la de muchos otros niños que conoció cuando iba a visitar a su hermana al hospital. “Ahora que el tema de inclusión está más presente, pero sé que aún queda mucho por hacer y concienciar. Las niñas que han puesto voz a Valentina, que también tienen síndrome de Down, me contaron cosas que me ponen los pelos de punta. Los niños que consiguen superar las barreras sociales siguen siendo contadas excepciones”, explica.

Una película con alma que también pretende ser pedagógica. Porque Valentina no habla de la discapacidad, sino desde ella, para tratar temas universales como la diversidad, la infancia, la amistad y los sueños. “Tenemos que aprender a hablar más de capacidades, desde lo que suma. Todos tenemos discapacidades, solo que muchas veces no se pueden ver y eso es injusto para quien no puede evitar mostrarlas. Si esta película vale para reflexionar y hablar en casa sobre ellos y ayuda a tener otra mirada diferente, ese sería mi Goya”, confiesa.Poner en valor el cine infantil

Aunque desde Abano, Loureiro y su equipo han trabajado con muchos títulos de animación para adultos, la ferrolana es muy consciente del enorme valor que tiene el cine y la cultura que va destinada a los más pequeños. Valentina sigue los pasos de la serie La tropa de trapo y busca poner en valor este tipo de cine y en general a toda la cultura infantil. “En esta película hago mi pequeño homenaje a Miliki, una figura que creo debería volver a ponerse en valor. Creo que sus canciones y su humor tenían un lenguaje universal que ha perdurado. Hace casi 40 años que los payasos de Miliki no están en la televisión y las canciones siguen ahí, sonando en los colegios. La gallina turuleca (2019), -única película de animación que fue nominada a los Goya el año pasado- es ejemplo de ello. Miliki era un trasgresor, capaz de hacer humor blanco, pero divertidísimo” explica.

Es por ello que, además de un tema de Miliki, Loureiro quisó contar con una canción original compuesta por su hijo, Emilio Aragón. “Ha sido muy especial. Emilio ha heredado de su padre la magia y el alma para transmitir a los niños, debería dedicarse a ello porque tiene algo muy personal”. A él se suman otros temas, como el que canta Andrés Suárez, vecino de Loureiro en Ferrol y amigo de sus hijos desde que eran pequeños.

Mirada universal, pero alma gallega

El cantautor no es el único talento gallego que forma parte de un equipo en el que la directora vuelve a demostrar su apuesta por el talento local. David Pintor, premiadísimo dibujante que durante muchos años ha hecho la viñeta política de La voz de Galicia, es el ilustrador que ha dado vida a Valentina y a su universo, plagado de paisajes gallegos. “Siempre intento que todas las películas que hago tengan una personalidad única. Cuando haces películas para niños, muchos intentan acercarse al look de Disney, pero yo prefiero alejarme de eso e imprimir la personalidad de una autoría gráfica como la de David que ha sabido interpretar muy bien la historia y ha dotado a valentina de una ternura maravillosa”.

Lo cierto es que en Galicia el talento en cine de animación es indiscutible. “El 50% de las películas de animación nominadas en los Goya son gallegas”, apunta Loureiro. ¿Qué tiene Galicia que crea tanto talento en este sector?, le preguntamos a Loureiro. “Todo comenzó gracias al éxito de El bosque animado (2001), ganadora de dos premios Goya, que puso el foco en la productora Dygra Films. Fue justo el año en que Pixar lanzó su primera película en 3D”, explica. Arropados por aquel boom, se creó toda una escuela que seguía los pasos de Dygra, pero sobre todo, se tomó también una decisión política muy importante, considerar a la animación como un valor estratégico en Galicia, algo que generó la creación de ayudas y apoyos institucionales esenciales.

RTVE.es estrena el tráiler de 'Valentina'

Títulos como Buñuel en el labertinto de las tortugas(2019) o Un día más con vida (2018) -dos películas disponibles en RTVE Play- dan cuenta de la calidad de las cintas de animación de nuestro país en los útlimos años. Una lugar hacía el que, Loureiro apunta, cada vez se acercan más directores de imagen real como Fernando Trueba, que está preparando su próxima película de animación, titulada Mariscal o Pablo Bergel con Roborts Drems. Signo de la salud del sector es que, actualmente, "hay más de 20 películas de animación en diferentes fases de producción, seis de las cuales están hechas por mujeres", asegura Loureiro -activista también en CIMA-, que empieza a sentir que ya no es la única que apuesta por poner en valor en talento patrio.