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36 años de 'Reaparición'

El concierto con el que Isabel Pantoja se quitó el luto

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El concierto más emotivo de Isabel Pantoja (1985)

Era el concierto del que todo el mundo hablaba: Isabel Pantoja regresaba a los escenarios tras la trágica muerte de su marido, el torero Francisco Rivera 'Paquirri'. Fue todo un acontecimiento. Ocurrió el 4 de diciembre de 1985, en el Teatro Lope de Vega de Madrid y fue emitido en TVE. La tonadillera presentaba su disco Marinero de luces, un álbum dedicado a 'Paquirri' con temas de José Luis Perales. Llevaba más de un año apartada de los focos y decidió volver a pisar el escenario con un recital de lo más emotivo al que llamó 'Reaparición'. Hoy se cumplen 36 años de ese momento tan único y espectacular en la vida de la tonadillera al que asistió la reina Sofía y en el que su hijo, Kiko Rivera debutó cantando "Mi pequeño del alma".

El concierto más emotivo de Isabel Pantoja

¡Cómo pasa el tiempo! Ya son 36 años los que se cumplen del concierto 'Reaparición' de Isabel Pantoja. Han cambiado muchas cosas desde entonces... Sobre todo entre Kiko Rivera y la propia artista. Aquel 4 de diciembre la artista superó el luto de la muerte de su marido tras más de un año alejada a los focos: "Es un reto que me he marcado. Poquito a poco quiero seguir adelante", aseguró delante de todos los asistentes.

Regresó por la puerta grande. El recital se grabó en el Teatro Lope de Vega de Madrid y se hizo a beneficio de la Fundación Reina Sofía, motivo por el que la reina Sofía presidió el acto acompañada por su hermana Irene de Grecia. Fue una noche muy especial para Isabel Pantoja, que se convirtió en la artista más taquillera de la época. De hecho, su caché se cuadriplicó, pasando del millón de pesetas a los cuatro millones por actuación.

Kiko Rivera canta de pequeño con su madre (1985)

En su recital, la artista interpretó por primera vez algunos de sus temas más populares de su repertorio como "Hoy quiero confesarme", "Pensando en ti", "Me voy" o "No puede ser". Pero hubo dos canciones que marcaron esa noche de la vida de Isabel Pantoja. La primera estuvo dedicada a Francisco Rivera 'Paquirri': "Majestad, con su permiso, va dedicada a mi marido. 'Era mi vida él", declaró emocionada. Y la segunda, fue para otro pilar de su vida: "Esta es una canción para un ser que está allí. Es para mi hijo Francisco José", dijo señalando a su "pequeño del alma".

En su despedida, Isabel Pantoja agradeció la asistencia de la reina Sofía, su familia y sus amigos a una noche tan importante para ella: "Me despido con el corazón. Cuando salgáis de aquí quiero que digáis que de verdad tenéis una amiga de todo corazón", dijo emomcionada Isabel Pantoja.

Y de repente, para la delicida del público, un pequeño Kiko Rivera, conocido entonces como 'Paquirrín', se subió por primera vez al escenario para cantar con su madre "Mi pequeño del alma" con mucho desparpajo. "Ante todo soy madre y le pido a Dios nada más que le dé mucha salud", zanjó la tonadillera en el recital. Poco después, en ese mismo año, Isabel Pantoja interpretó "Mi pequeño del alma" junto a su hijo en la que fue su primera entrevista tras la muerte de 'Paquirri', para Informe Semanal, que le dedicó un reportaje a la tonadillera titulado 'Alivio de luto'.

Una reaparición, dos vestidos

Durante la noche también hubo glamur. Isabel Pantoja lució dos espectaculares diseños de Lina, la famosa diseñadora de vestidos de flamenca que vistió a Grace Kelly. (murió hace poco y tenemos noti para enlazar). El primero es un 'dos piezas', barroco y sofisticado. Formado por vestido y abrigo a juego, realizados en seda gris perla, con bordados de cristal.

La tonadillera canta la primera canción, "Hoy quiero confesar", con el abrigo puesto. Luego se lo quita y deja ver el vestido, que lleva escote palabra de honor, lo que deja sus hombros y sus brazos al aire. La gente le grita "¡Guapa!" y ella se siente respaldada y más segura sobre el escenario.

El segundo vestido de la diseñadora fallecida Linaes una interpretación sofisticada de una bata de cola muy especial, en falla de color negro. Lleva escote asimétrico, para dejar un hombro al aire, y un enorme lazo en la falda. En cuanto a los peinados, se los hizo el que fue su peluquero de cabecera, el famoso Leonardo.