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Por qué debes ver 'La vida de Adèle', la película más vista de RTVE Play

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Por qué La vida de Adéle sigue siendo indispensable para celebrar el Orgullo LGTBI+
La vida de Adéle en el Orgullo LGTBI+

En 2013, el cine mostró uno de los más bellos relatos sobre el amor y sus vértigos con La vida de Adèle. Una historia en la que estallaba la chispa de las primeras veces, unos ojos enamorados, las dudas, el miedo y la intimidad explícita, tan verdadera que parecía real. Desde el gemido a la lágrima más desconsolada. Su triunfo en el Festival de Cannes , en el que logró la Palma de Oro a la Mejor Película, daba muestra de la calidad y madurez que alcanzaba en aquel momento el cine LGBTI aquel año. Aunque el tiempo ha permitido analizar de forma más crítica la cinta, no hay duda de que La vida de Adèle ayudó a sacudir prejuicios y reivindicar los derechos LGTBI. 

Lo hizo a través de un relato universal sobre el camino iniciático del amor, el deseo y las pasiones, pero también sobre la transformación y la lucha por reivindicar la identidad propia y sexual de cada uno. Adaptación de la novela gráfica El azul es un color cálido, la cinta está dirigida por el realizador franco-tunecino Abdellatif Kechiche, que recorre con mimo el despertar de Adèle con una mirada profunda y sensible que también muestra el desgarro del desamor y el dolor del abandono.

Películas para celebrar el Orgullo LGTBI+ en RTVE

La película, que abre la nueva colección de Somos Cine y con la que RTVE celebra el mes del Orgullo LGTBI+, nos cuenta la historia de Adèle (Adèle Exarchopoulos), una joven introvertida que comienza a cuestionarse su sexualidad tras cruzarse un día cualquiera en la calle con una chica de pelo azul llamada Emma (interpretada por Léa Seydoux) y enamorarse automáticamente de ella.

Ocho años después del estreno de La vida de Adèle, la cinta sigue estando considerada como una de las películas indispensables dentro de la cinematografía gay. Por si necesitases alguna motivación más, ahí van 5 razones por las que debes ver o redescubrir esta película.

1. Todos somos Adéle

Escena de 'La vida de Adèle' (2013)

Escena de 'La vida de Adèle' (2013)

Nadie describió la urgencia del primer amor en el cine como lo hizo La vida de Adèle. No importa si la relación es entre dos mujeres, porque la incertidumbre y los miedos que Kechiche muestra en su película valen para todos los tipos de relación. Es una película que habla del despertar del amor. Desde el flechazo al vacío que inunda el corazón con las rupturas. Porque en ese despertar, no solo nos encontramos con los sentimientos, también descubrimos la verdad de quiénes somos, algo que a veces no encaja con quien nos ha ayudado a adentrarnos en ese camino.

Todos somos Adèle porque la veracidad con la que se muestra el amor más pasional y las escenas de sexo son tan honestas que parecen reales. Kechiche consigue algo tan difícil como convertir los explicito en sutil, hacernos ver algo que ni si quiera muestra y quedarse con lo más carnal de las escenas.

2. Un placer del arte carnal sin censura

Fotograma de 'La vida de Adèle' (2013)

Fotograma de 'La vida de Adèle' (2013)

Las cosas han cambiado mucho en los últimos años, pero generalmente las películas LGTBIQ+ que aspiran a conseguir un alcance internacional tienden a autocensurar las escenas de cama más “explícitas” y representar, en su lugar, una versión inmaculada de las relaciones entre personas del mismo sexo. No es el caso de La vida de Adèle, aunque la trama en sí resulta relativamente cotidiana, sorprende la osadía y ferocidad con que la cámara nos adentra en la parte más carnal de su relación, a base de primeros planos, tomas crudas e insistente voyeurismo. Si bien se le achaca haber caído presa gratuitamente de una mirada masculina, no hay duda de que dotó de presencia y actualidad al cine LGTBI.

3. Una mirada lésbica necesaria en el cine

Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux en 'La vida de Adèle' (2013)

Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux en 'La vida de Adèle' (2013)

Antes de La vida de Adèle, la relación sentimental entre dos mujeres rara vez se había llevado a la gran pantalla con una acogida internacional de tal envergadura. Hay que remitirse a principios de los años ochenta para encontrar algunos títulos como Media hora más contigo (1985) o ya en los noventa, Hight Art (1998), All Over Me (1997) o Lazos ardientes (1996). Cintas que, en todo caso, seguían representando las relaciones lésbicas dentro del conflicto, en contexto de drogas y violencia. En 2001 llegó a los cines Mulholland Drive, cinta de David Lynch que logró llevar la narrativa lésbica a Hollywood, pero que una vez más lo hacía envuelta en una historia oscura y turbulenta en la que lo de menos era normalizar una historia de amor entre mujeres.

La vida de Adèle logra hablarnos de lo cotidiano, del beso al sexo; de las comidas familiares a un desfile en el Día del Orgullo. Es una película sobre una relación lésbica en la que no importa que sean dos mujeres las que se aman, importa que son dos chicas enamoradas, después rotas, luego reconstruidas, como todas las historias de amor.

4. Es la adaptación de la aclamada novela gráfica El azul es un color cálido

Viñeta de la novela gráfica 'El azul e sun color cálido' (2011)

Viñeta de la novela gráfica 'El azul e sun color cálido' (2011)

"Te quiero apasionadamente... y te quiero apaciblemente...

Puede que el amor eterno sea eso. Esta mezcla de paz y de fuego"

Es una de las frases de El azul es un color cálido, el sorpendente debut en el mundo del cómic de la joven francesa Julie Maroh en 2011, la novela grafica de la que toma la historia La vida de Adèle. Al igual que en la película, el comic nos narra el despertar sexual de una adolescente, el descubrimiento de su homosexualidad y su primer amor... perfecto, apasionado, de esos que a todos nos gustaría vivir (al menos una vez en la vida), y que no todos conseguimos. Julie logra transmitirnos toda la pasión de ese primer amor, gracias a un guión perfectamente estructurado y un dibujo delicado, preciso y hermoso, que nos cautiva desde la primera página. Y es imposible no sentirse identificado con sus protagonistas. Una poesía visual que comic y filme comparten y que merecen ser vividos desde el papel y la pantalla.

5. Ganadora indiscutible del Festival de Cannes en 2013

Léa Seydoux en 'La vida de Adèle' (2013)

Léa Seydoux en 'La vida de Adèle' (2013)

La película que recibió una entusiasta acogida en Cannes por la veracidad con la que están rodadas las escenas de sexo, pero también la sensualidad en los momentos cotidianos de la vida de las jóvenes. Durante la entrega de la Palma de Oro, el director de la película Kechiche dijo: "Me gustaría dedicar a la hermosa juventud que me encontré, gente que me enseñó mucho sobre el espíritu de libertad y también a otra juventud, por algo pasó no hace mucho tiempo, a la revolución tunecina, por su aspiración de vivir con libertad, expresarse libremente y amar con plena libertad".

Por su parte la, entonces desconocida atriz protagonista Exarchopoulos agredeció especialmente a su compañera de reparto, Seydoux, por "ser tan generosa" y a todo el equipo y mostró su sorpresa por haber ganado "entre tantas maravillosas películas" en la competición oficial de Cannes.