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De las neuronas a los demodex

Qué hemos aprendido de #ÓrbitaLaikaDiminuta

  • Xurxo Mariño mostró que tenemos neuronas de más de metro y metro de longitud.
  • En la sección de biología, Ricardo Moure nos mostró a los demodex.
  • Ya está disponible en RTVE A La Carta el programa de Órbita Laika dedicado a lo diminuto.

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Ricardo Moure caza sus "demodex" en Órbita Laika
Ricardo Moure caza sus "demodex" en Órbita Laika

Órbita Laika nos ha enseñado algo: existe un mundo mucho más vasto que una galaxia, y es nuestro cuerpo. El universo microscópico es tan pequeño que no solo escapa a nuestra visión, sino a veces también a nuestra comprensión. Pero acercarse a hacerlo es una fuente inagotable de sorpresas. En el programa dedicado al universo de lo diminuto, viajamos de las neuronas a los electrones, pasando por el movimiento browniano y los demodex. Te dejamos cuatro lecciones clave del programa, ¡ya puedes verlo completo en RTVE A La Carta!

La polución se mueve a ritmo browniano

En la sección de meteorología,  José Miguel Viñas nos acercó al movimiento browniano, que designa al movimiento aleatorio que llevan a cabo las partículas cuando están en un medio fluido en reposo. Este término procede del médico y botánico Robert Brown, que observando a través de su microscopio advirtió los movimientos irregulares de los granos de polen y partículas inorgánicas, achacándolos a la teoría cinética de la materia. Había cabos sueltos en su teoría: el desajuste entre las altas velocidades de las partículas individuales y los postulados de la teoría cinética. En 1905, Albert Einstein halló la razón de ser de este fenómeno, al deducir que era el movimiento aleatorio de las moléculas del agua lo que provocaba el movimiento browniano en las partículas.

Cuando inhalamos partículas de la atmósfera, estas llegan y se depositan en los alveolos pulmonares, en parte movidas por el movimiento browniano. Al acumularse en las paredes de los alveolos se incorporan al flujo sanguíneo, de ahí su carácter nocivo. No te pierdas la explicación completa en RTVE A La Carta.

Tenemos la cara llena de “inquilinos”

Si alguna vez te sentiste solo, recuerda esto: mientras existan los demodex,  nunca vas a estarlo. En su sección de biología, Ricardo Moure nos acercó a estos “habitantes” de nuestra cara, unos arácnidos parientes de las arañas y las garrapatas que se alimentan del sebo de la cara y otras partes del cuerpo, como la espalda y el pecho. ¡Las personas tenemos habitualmente entre uno y dos por mm2!

Cada noche,  los demodex salen de “juerga” para reproducirse por nuestra cara, poniendo un solo huevo. Ahí no acaba la cosa: ¡los demodex no hacen caca! Al no tener ano, almacenan las heces hasta que mueren. Prepárate: te dejamos la sección completa en RTVE A La Carta.

Hay neuronas de más de un metro

Se calcula que tenemos aproximadamente 86 000 millones de neuronas, y otra cantidad similar de células gliales. Aparte, contamos con las células de los capilares. En resumen: tenemos muchos miles de millones de células. En el programa dedicado a lo diminuto, Xurxo Mariño nos acercó a ellas en la sección de neurociencia.

Los humanos perdemos aproximadamente una neurona cada segundo. A lo largo de una vida de 80 años, perderíamos 2500 millones de neuronas... Parecen muchas, pero no es ni el 3 % del total de las 86 000 millones con las que nacemos. Pese a su pequeño tamaño, las neuronas tienen prolongaciones con finísimos filamentos (de una micra de diámetro), ¡y pueden llegar a medir más de un metro y medio de longitud! La sensación de mover, por ejemplo, el dedo de un pie, se debe a neuronas cuyo soma está cerca de la columna vertebral. Su larga prolongación llega hasta la punta del pie y continúa hasta el bulbo raquídeo.

No te pierdas la explicación en RTVE A La Carta. Viene con sorpresa final: la observación en plató de una preparación elaborada por el propio Ramón y Cajal, traída por el neurocientífico Fernando de Castro.

La electricidad llegó antes que el electrón

La humanidad ha utilizado los átomos antes de saber que existían.  La electricidad o el uso de las pilas, por ejemplo, funcionan gracias a ellos, pero su creación llegó antes de descubrir los electrones. En el programa dedicado al mundo de lo diminuto, Deborah García nos acercó al origen y comportamiento de los electrones en la sección de química.

Hasta el descubrimiento de los electrones, comprender la electricidad no fue posible. Aunque resulte extraño, esta historia al revés en realidad es de lo más común en ciencia: los descubrimientos surgen de la observación de los fenómenos naturales. Uno de los primeros experimentos realizados para descubrir los electrones fue el tubo de Crookes, un tubo de rayos catódicos desarrollado en la década de 1870 por el químico y físico inglés sir William Crookes.

En 1894, George Johnstone Stoney propuso el término “electrón” para describir a esa unidad de electricidad fundamental. El físico irlandés creía que eran átomos de electricidad con un funcionamiento similar a los iones. Dos años después, el físico británico Joseph John Thomson determinó la existencia de los electrones al descubrir eran sus experimentos que los rayos catódicos no eran ni ondas, átomos o moléculas, tal como se creía hasta la fecha, sino partículas únicas. ¡Dale al play para ver la explicación completa en RTVE A La Carta!

“Como dijo el poeta Paul Èluard: “Hay otros mundos, pero están en este”. El próximo lunes a las 22h, Órbita Laika volverá a la carga para explorar los infinitos mundos de la ciencia. Como siempre,  en La 2. No faltes. ¡Feliz semana!