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Sara Montiel: una vida llena de amores

  • Cuatro maridos y un sinfín de admiradores tras sus pasos
  • Fue precursora de la libertad, incluso con sus maridos
  • ¿Qué hacía a Sara tan especial?
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Lazos de sangre - Sara Montiel, el bombón del cine español

Como hemos visto en el documental de Lazos de sangre, Sara Montiel conquistó corazones con su arte delante de las cámaras, su voz y su belleza. Fueron muchos los hombres que pasaron por su vida, ¡y nunca los escondió! Ella estaba orgullosa de haber compartido momentos especiales con personajes tan destacados como Ernest Hemingway, pero ahí no se acaba la cosa. Algunos de los galanes de Hollywood más destacados como James Dean, Gary Cooper o Burt Lancaster también se quedaron prendados de ese estilo único de nuestra Sarita. Sin embargo no todos ocuparon su corazón, solo unos pocos afortunados fueron oficialmente su pareja.

Miguel Mihura, enamorada de su intelectual

Cuando Sara conoció a Miguel Mihura ella tenía 17 años y él 41. La manchega ha afirmado muchas veces que necesitaba hombres maduros, que los chicos de su edad "le parecían muy críos". No es de extrañar entonces que se fijase en el escritor, una persona que tenía 24 años más y que por tanto sería mucho más maduro que esos críos de los que ella tanto renegaba. Ella confesaba en una ocasión que "Mihura fue su primer amor", por eso es de extrañar que con esa intensidad su relación fuese tan breve.

Probablemente encontremos en Mihura al hombre más valiente, ya que fue él quien rechazó casarse con la actriz. ¿Cómo fue posible si ambos estaban tan enamorados? El problema no fue otro que la edad, él veía esa diferencia entre ambos como una gran dificultad a lo largo del tiempo. Aunque Sarita se quedó muy decepcionada sabemos bien que no se fue de vacío, se llevó algo incluso más valioso: aprender a leer. Miguel fue el encargado de enseñar a la actriz a leer y a aprenderse los guiones, algo que, sin duda, le sería mucho más útil.

Anthony Mann, una escuela del cine

Después de Mihura, Sara tuvo una relación imposible con el ganador del premio Nobel Severo Ochoa, "su mujer era intocable, pero lo nuestro fue rápido, cuestión de química" decía. Aquel fue uno de los amores que la marcarían, y huyendo de aquellos abrazos que ya tenían otra dueña se refugió en el director y productor estadounidense, Anthony Mann con quien se casó en 1957. Durante ese tiempo Sara aprendió mucho del cine, hizo de todo en Hollywood, ¡hasta de script!

Su boda fue por lo civil en Estados Unidos y aquí no era un matrimonio válido, por eso mucha gente le llamaba "ta-pu" contaba en una ocasión. "Lo decían al revés porque no se podía decir 'puta'" nos cuenta el propio Boris Izaguirre en el documental.

Juntos estuvieron a punto de tener un hijo, pero la actriz sufrió un aborto a los 8 meses. Sería un golpe duro para el matrimonio, pero sobre todo para Sara que ya estaba como loca por ser madre.

En 1963 ponían fin a su relación y acababan con el matrimonio.

Txente, el machista al que plató cara

La relación con José Vicente Ramírez, conocido como Txente, fue fugaz, o más bien lo sería su matrimonio que duró un mes. Tras convertirse en su marido él le dijo que debía dejar el cine: "Ahora eres la mujer de José Vicente Ramírez, no eres Sara Montiel", y Sara, que tenía una mentalidad bastante avanzada para aquella época, dejó a su marido. "Primero va el cine, después van todos los hombres, maridos o amantes, pero el cine siempre por delante", decía Sara, una mujer con las prioridades bien definidas.

Giancarlo Viola, un amor de montaña rusa

Sara Montiel y Giancarlo Viola, un amor de montaña rusa

No se casaron; pero sus idas y venidas se convirtieron en leyenda. Se enamoraron en el rodaje de una película y se convertiría en su gran amor. "Más de 40 años de amor", decía la actriz en una ocasión. Pero esa relación intermitente nunca le traería nada bueno, era la locura, la intensidad, y Sara se había cansado de todo eso, ella necesitaba un poco de estabilidad en su vida. Así llegaría Pepe Tous a convertirse en su tercer marido.

Con Pepe Tous formó la familia que anhelaba

El empresario Pepe Tous llegó a su vida para ofrecerle calma y estabilidad. Se casaron en 1979, pero se conocieron mucho antes. Sara no había conseguido la nulidad matrimonial con Txente por lo que durante mucho tiempo tuvieron que vivir en pecado, algo que según ellos "no les preocupaba".

Sara Montiel: "He encontrado una paz maravillosa y una felicidad incalculable".

"Era el marido ideal para ella", dice su amigo Andrés Pajares en el documental, algo que la misma Sara había confirmado mucho antes en algunas entrevistas: "He encontrado una paz maravillosa y una felicidad incalculable".

Juntos adoptarían a sus dos hijos, Thais y Zeus, el mayor regalo de su vida. Se sentía orgullosa de ser su madre y disfrutaba de poder pasar tiempo con ellos. Zeus ha querido seguir los pasos de su madre en el mundo del espectáculo, mientras Thais ha preferido mantener su vida privada resguardada de los comentarios y de los periodistas.

Sara Montiel y Pepe Tous, un amor tranquilo

En 1992 Pepe Tous falleció dejando un hueco importante en la vida de Sara. "Te desaparece una persona de la noche a la mañana y me quedé como un pajarito herido", reconocía tiempo después en una entrevista.

Tony Hernández, ¿un matrimonio por interés?

Su último marido fue Tony Hernández, con quien se casó en 2002. Fue una relación con muchas preguntas, ya que la prensa les acusó de casarse por interés. Lo que sí es cierto es que el matrimonio no llegó al año de duración, en 2003 pedían el divorcio.

Sara Montiel y Tony Hernández, su cuarto marido
Sara Montiel y Tony Hernández, su cuarto marido

Sara Montiel y Tony Hernández, su cuarto marido cropper