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'Comerse el mundo', de RTVE, galardonado con el premio al Mejor Programa de Gastronomía de Televisión

  • Por "aunar el sentido del humor y la alegría del chef con una mirada cercana y divertida a destinos tan diferentes, cultural y gastronómicamente, como Praga, Bali, Asunción, Oslo y Shanghái"
El chef Javier Pena en el 'Comerse el mundo' de Río de Janeiro
El chef Javier Pena en el 'Comerse el mundo' de Río de Janeiro
PRENSA RTVE

El programa ‘Comerse el mundo’, presentado por el chef Javier Peña y producido por RTVE en colaboración con Onza, ha sido galardonado como Mejor Programa de Gastronomía de Televisión en la 40ª edición de los Premios Nacionales de Gastronomía, organizados por la Fundación de Diario de Avisos.

“Estoy encantado de este reconocimiento al programa”, ha comentado Javier Peña. “De este premio son parte todos los invitados que nos ayudan y enseñan en los países que visitamos y, por supuesto, el equipo que lo hace posible. Sin ellos esto no sería factible”.

Este reconocimiento rinde homenaje al talento, el esfuerzo y la innovación del sector gastronómico español. El jurado ha decidido otorgar este galardón al programa por "aunar el sentido del humor y la alegría del chef con una mirada cercana y divertida a destinos tan diferentes, cultural y gastronómicamente, como pueden ser Praga, Bali, Asunción, Oslo y Shanghái".

‘Comerse el mundo’ constituye una gran aventura gastronómica global en la que Javier Peña viaja por todo el mundo para descubrir la esencia del sabor de diferentes países, siempre acompañado por huéspedes locales que le acercan a lo más auténtico de cada cocina. En cada episodio, como colofón de cada viaje, Peña plasma lo aprendido en un plato elaborado con su sello personal, que será degustado por sus anfitriones locales.

Javier Peña ha conseguido aunar dos grandes pasiones en su vida: la cocina y los viajes. Como chef, desarrolla su creatividad en Sibaritas Klub, un restaurante ubicado en la décima planta del Museo de la Ciencia de Valladolid, donde ofrece una propuesta de cocina de altura acompañada de vistas inmejorables de la ciudad. Su filosofía gastronómica se resume en el lema "comida local, pensamiento global. Tiene que estar bueno y sorprender".