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Cinco estrategias para acabar con el insomnio infantil

  • Alterando conductas de los padres se podría prevenir el insomnio en el 90% de los casos
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Con bata blanca - Cinco estrategias para acabar con el insomnio infantil - 09/06/23
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Uno de cada tres niños en España sufre insomnio de manera crónica. Y cuando un niño sufre insomnio, lo sufre toda la familia. Por eso, muchos padres acuden desesperados a la consulta del pediatra buscando una solución. Lo que no saben es que, en el 90% de los casos, este problema se remediaría modificando sus propias conductas.

Este tema se ha debatido ampliamente en el 69 Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Y los expertos lo tienen claro: la clave está en el abordaje cognitivo-conductual. Abogan por instruir a los padres en esta metodología. “El éxito dependerá de que el especialista pueda explicar correctamente las medidas y tenga tiempo en consulta para hacer el seguimiento adecuado”, explica el Dr. Ignacio Cruz Navarro, pediatra y moderador de la mesa de debate.

¿Cuándo se vuelve crónico el insomnio?

Si nuestro hijo queda insatisfecho con la cantidad o la calidad del descanso más de tres veces por semana durante más de tres meses, deberíamos consultar con el pediatra. Este insomnio crónico puede manifestarse de distintas formas: resistencia a acostarse, despertares frecuentes durante la noche y/o dificultad para dormirse por sí solo.

Para lograr un buen descanso, en palabras del Dr. Cruz Navarro, “debemos evitar, desde las primeras semanas de vida, las prácticas que acaban estableciendo un patrón de sueño que no es el correcto”. Exponer a los niños a la luz natural a primeras horas de la mañana, reducir la actividad física tres o cuatro horas antes de irse a dormir, tener horarios regulares, o evitar las pantallas antes de acostarse son algunas prácticas que ayudarán a nuestros hijos a conciliar el sueño.

Terapias para dormir más y mejor

Si todo esto no es suficiente, la AEP recomienda la terapia cognitivo-conductual. “Varios metaanálisis han demostrado que, con estas técnicas, el sueño del niño puede mejorar, de media, casi una hora”, añade el pediatra.

1. Ignorar sus quejas: “Hay que luchar contra el sentimiento de culpa que desarrollan los padres por no atender al niño cuando protesta al irse a dormir o durante la noche. Le están haciendo un bien enseñándole a dormir”, apunta Cruz Navarro.

La ignorancia a estas demandas se puede hacer, según el caso y el tipo de familia, de golpe o de manera progresiva, incrementando el tiempo en el que no se produce la interacción con el niño. Eso sí, “Dejando al niño siempre bien alimentado y abrigado en su cuna o cama”, matiza el especialista en pediatría.

2. ¡Premio por dormir bien!: Los refuerzos positivos ayudan a iniciar o a prolongar el periodo del sueño. Si los niños reciben más atención cuando duermen bien que cuando no quieren dormir, se verán motivados a irse a la cama para obtener esa recompensa.

3. Ir a dormir solamente cuando tenga sueño: Conviene llevar una agenda de sueño para registrar los horarios de vigilia de los pequeños y ver si se repiten patrones noche tras noche. “Les pedimos a los padres que durante diez o quince días apunten a qué hora acuestan al niño, a qué hora se duerme realmente, cuántos despertares tiene durante la noche y cuántas siestas echa, para tener un registro de todo”, explica el pediatra.

Esta medida pretende permitir que el niño solamente esté en la cama las horas en las que realmente vaya a estar durmiendo. Durante un período de tiempo se demorará la hora de acostarse para que duerma incluso un poco menos de lo que necesita e iremos aumentando esos tiempos de manera progresiva.

4. Microdespertares: Cada vez que terminamos con un ciclo de sueño mientras dormimos, solemos tener microdespertares. Hay quien ni los nota, pero hay a quien estos despertares le rompe el sueño y luego no pueden dormirse de nuevo. “Si movemos suavemente al niño, sin espabilarlo del todo, justo antes de que termine su ciclo de sueño y se despierte, conseguiremos que encadene ese ciclo con el siguiente sin desvelarse”, propone Cruz Navarro. Esta medida puede aplicarse en niños que se suelen desvelar a la misma hora habitualmente.

5. Vales’ como los del supermercado: Esta técnica conductual consiste en entregar al niño una serie de tarjetas intercambiables por acciones como: un cuento, una canción, beber agua. . . Se debe acordar previamente con el niño que una vez que se acaben, deberá irse a dormir.

Estas técnicas se pueden usar de manera independiente o combinadas. El Dr. Cruz Navarro sugiere comentar siempre con el pediatra los problemas de sueño. “Aunque cueste, el insomnio infantil tiene solución. Hay que ser optimistas y animar a los padres a que den ese paso”, concluye.