Ucrania: diplomacia frenética a la espera de la reunión entre el enviado de Trump y Putin
- Macron ha dado en París un espaldarazo decisivo al presidente ucraniano, debilitado por la corrupción en Ucrania
- En Moscú ya está todo preparado para recibir al enviado de EE.UU., Steve Witkoff, que negociará con Putin
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha viajado este lunes al corazón de Europa, París, para reunirse con su homólogo francés, Emmanuel Macron, con la vista puesta en lograr una paz "justa y duradera" para Ucrania. "Hoy ha sido un día importante en París. Estamos agradecidos a Emmanuel Macron por su apoyo y su firme postura", ha escrito el presidente ucraniano en su cuenta de X.
Durante las declaraciones conjuntas, Zelenski ha subrayado que el punto clave en las negociaciones es la integridad territorial de Ucrania y una línea roja en las conversaciones con Rusia: no aceptará que la invasión sea premiada con concesiones de soberanía. En la capital gala, el ucraniano ha mantenido, además, un contacto directo con el enviado especial de EE.UU. Steve Witkoff y con una delegación de Kiev, tras las conversaciones de este fin de semana en Florida. El objetivo: delinear los pasos diplomáticos previos al esperado encuentro que mantendrá este martes el enviado estadounidense con Vladímir Putin.
Mientras tanto, en Moscú se ultiman los preparativos: el Kremlin ha confirmado que el presidente ruso recibirá el martes al enviado estadounidense para mantener un encuentro que pretende dar continuidad al plan de paz impulsado por Washington, aunque desde Rusia recuerdan que cualquier acuerdo pasa por sus condiciones.
¿Puede el plan funcionar mientras siguen las bombas?
El plan de paz redactado en Washington ha sido objeto de controversias desde su filtración. Para muchos, en Kiev y Europa, implicaba concesiones inaceptables para Ucrania: aceptar perder territorio —sobre todo en la región del Donbás o Crimea — lo que, por otra parte, es una condición sine qua non para Moscú.
Pero hoy, con el impulso diplomático que encabezan Zelenski y Macron, Kiev ha lanzado un mensaje claro: la paz debe construirse sobre seguridad, justicia y soberanía, no sobre rendiciones.
"Es la cuestión más difícil", ha indicado el presidente ucraniano en la comparecencia de prensa que ha ofrecido con Macron en el palacio del Elíseo. "Gracias a nuestro equipo de negociadores, el plan es ahora mejor", ha asegurado el mandatario ucraniano, que este viernes se trasladará a Irlanda y recibirá los últimos avances de sus emisarios, que siguen negociando con Estados Unidos.
Por su parte, el presidente francés Macron ha afirmado que el plan de paz está todavía "en una fase preliminar" y ha expresado muchas reservas sobre la voluntad rusa de buscar la paz, que consideró "deben clarificarse" en el viaje a Moscú del enviado de Estados Unidos para Ucrania, Steve Witkoff.
"Apoyo los esfuerzos de mediación de Estados Unidos y espero que obtengan indicaciones claras de la voluntad de Rusia de lograr la paz", ha señalado el presidente francés, quien considerado que, por encima de las palabras están los hechos, en referencia a los bombardeos que continúan sobre el territorio ucraniano.
Asimismo, Macron ha recordado que no es la primera vez que Putin evita avances hacia un alto el fuego: "tres o cuatro veces ya han dicho no", y por ello ha invitado a "seguir apoyando la resistencia ucraniana". En ese sentido, ha indicado que la UE avanza en la adopción del vigésimo paquete de sanciones a Moscú porque "puede aumentar la presión sobre Rusia para que tenga menos fondos para financiar la guerra". "Por primera vez tenemos un planteamiento completo en lo que se refiere a las sanciones", ha subrayado el mandatario, quien ha asegurado que al embargo sobre las exportaciones de petróleo, al que también se ha asociado Estados Unidos, se ha sumado ahora el combate a la flota fantasma que permite burlarlo.
Además, ha explicado que el trabajo previo de la llamada Coalición de Voluntarios, una treintena de países dispuestos a supervisar el plan de paz tras su adopción, ha finalizado y ahora los europeos avanzan en la decisión sobre los fondos rusos congelados.
"Esa decisión nos corresponde a nosotros", ha dicho el presidente francés, quien ha señalado que en la próxima cumbre de la UE se estudiarán las propuestas de la Comisión para determinar cómo se pueden dedicar esos fondos a la reconstrucción de Ucrania.
El fuego continúa
Mientras la diplomacia avanza, la guerra no da tregua. Este lunes, un ataque con misiles sobre la ciudad de Dnipro (centro de Ucrania) ha dejado al menos cuatro muertos, según han informado las autoridades locales. Así, mientras crecen las gestiones para la paz, el conflicto sigue vivo sobre el terreno y la población civil continúa atrapada en medio del gas y los escombros.
Para muchos ucranianos, la esperanza radica hoy en un milagro diplomático. Pero el reloj corre y con él, cada cohete ruso, cada ciudad bombardeada, cada familia desplazada, tensan aún más la cuerda.
El martes podrá ser un día crucial. Si Putin y Witkoff logran un consenso sobre la paz —o al menos abren una hoja de ruta viable—, podría iniciarse una nueva fase en la guerra. Pero también es probable que Moscú busque imposiciones de poder en el tablero, aprovechando su ventaja militar, y que el diálogo termine siendo una coartada.
Steve Witkoff, empresario y filántropo, en un acto de las elecciones EE.UU. 2024. REUTERS/Brian Snyder
Por su parte Zelenski también ha insistido en la importancia de que los europeos estén en la mesa de negociación, tanto por la implicación que la guerra tiene para ellos, como por la importancia que cobrarán para garantizar que la paz sea duradera y para la reconstrucción del país, tras casi cuatro años de guerra.
Así, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha apostado este lunes por una convergencia entre las posturas europeas y estadounidenses y ha defendido la "actitud constructiva" de Zelenski.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que recibió en Bruselas al ministro ucraniano de Defensa, Denís Shmigal, también ha reiterado el compromiso "inquebrantable" de la OTAN con Ucrania, a la que fortalece con ayuda militar "para que pueda defenderse ahora y disuadir futuras agresiones" y su apoyo a "los esfuerzos continuos para asegurar una paz justa y duradera".
Para Europa, lo que suceda este martes en Moscú también puede significar mucho: si la diplomacia se convierte en una tregua sostenible, la reconstrucción de la seguridad continental empezará en ese momento. Pero si el diálogo fracasa, el costo podría medirse en caos, desplazamientos y muerte.
Para Ucrania, la batalla actual no es solo sobre territorio: es sobre dignidad, memoria y futuro. Ceder demasiado podría significar sacrificar años de sufrimiento —y la legitimidad misma del camino hacia la paz.