La Fiscalía de Barcelona pide 8 años de prisión para el padre de Anisa a quién obligó a casarse con un hombre en Pakistán
- El ministerio fiscal lo acusa de obligar a su hija a un matrimonio forzado en Pakistán ahora hace 4 años
- Según ha podido saber TVE, el escrito del fiscal revela el engaño y el maltrato al que la sometió
La Fiscalía de Barcelona ha solicitado una pena de ocho años de prisión para un hombre que obligó su hija, Anisa, a casarse en Pakistán con su sobrino, 10 años mayor que ella. Según el escrito del fiscal, al que ha tenido acceso RTVE, el padre recurrió a la violencia para conseguir el matrimonio: "La echó al suelo, se puso de rodillas sobre de ella y le puso un pañuelo en el cuello", describe el documento.
Escrito del fiscal que describe el tipo de maltratos a los cuales estuvo sometida Anisa por parte de su padre
Todo empezó hace cuatro años, su progenitor le aseguró que viajaban a Pakistán para asistir al matrimonio de su hermana, pero todo era una trampa. El hombre con quien la forzaron a casarse quería conseguir la nacionalidad española casándose con ella y cuando el Anisa se negó, el padre le retiró la documentación y el móvil, y amenazó con matarla si no aceptaba el matrimonio con su sobrino.
Después de un tiempo de maltratos y engaños, Anisa consiguió escapar dos años después del enlace impuesto cuando llegó a Barcelona. Fue entonces cuando denunció a su padre y, con la ayuda de la Asociación de Mujeres Paquistaníes del Raval, solicitó el asilo. Tras denunciar a su padre, este fue detenido.
Un juzgado paquistaní anula el matrimonio
En febrero, un juzgado del Pakistán declaró nulo el matrimonio tras reconocer que había sido impuesto de manera forzada. La jueza de familia de Pakistán consideró que su padre la forzó, la amenazó y la torturó y que la engañó falsificando su firma. Señaló, incluso, un intento de asesinato. La sentencia ha sentado un precedente importante en Pakistán.
Además, gracias a la asociación, Anisa pudo casarse con el hombre que realmente amaba (se casó por el ritual islámico — aunque no tiene validez legal en un registro —), y ahora tiene un hijo con su nueva pareja.
A pesar de su lucha para conseguir una vida mejor, Anisa vive en la clandestinidad, sin documentos ni papeles legales, a la espera que se haga justicia y su padre sea juzgado. Mientras tanto, su entorno familiar le continúa pidiendo que retire la denuncia.