Anisa, superviviente de un matrimonio forzado anulado: "Me han creído y deberían hacerlo con otras mujeres"
- Anisa viajó hace tres años a Pakistán engañada por su padre, pero huyó del país cuando la casaron
- La sentencia sienta un precedente importante en España y en Pakistán
Una jueza pakistaní anuló hace unos días el matrimonio forzado de una joven que vive en Barcelona. Anisa viajó hace tres años a Pakistán engañada por su padre, pero huyó del país cuando la casaron y buscó refugio en un asociación catalana. "Aunque esté viviendo escondida, ahora soy feliz y puedo ir con la cabeza bien alta y vivir con dignidad", ha asegurado a TVE.
Su progenitor le aseguró que viajaban a Pakistán para asistir al matrimonio de su hermana, pero todo era una trampa. El hombre con quien la forzaron a casarse quería conseguir papeles españoles casándose con ella y cuando Anisa se negó, recibió malos tratos tanto físicos como psicológicos por parte de su padre.
Tras huir a Barcelona, la joven pidió ayuda a la Asociación de Mujeres pakistaníes del Raval para solicitar el asilo y denunció a su padre, que acabó detenido. Después, se casó por el ritual islámico — aunque no tiene validez legal en un registro — para poder vivir con el hombre que ella había escogido, con quien convive desde hace tres años.
Aún vive bajo protección en un pueblo cercano a Barcelona y tiene miedo de volver a su país y acabar como las dos hermanas de Terrassa que fueron asesinadas en Pakistán a manos de sus familiares por rebelarse contra la imposición de casarse. "Han confiado en mi, me han creído y deberían creer a otras mujeres. Mujeres que se esconden en algún lugar y que las animo a denunciar", ha declarado Anisa.
La jueza asegura que el padre la amenazó y torturó
Ahora, una jueza de familia de su país de origen ha anulado el matrimonio que le obligó a contraer su progenitor. La magistrada dice que su padre la forzó, la amenazó y la torturó y que la engañó falsificando su firma. Habla, incluso, de intento de asesinato. La sentencia sienta un precedente importante en España y en Pakistán.
"Esta decisión es muy buena para todas las chicas que están siendo amenazadas con un matrimonio forzado, incluso siendo abusadas. Esta sentencia es algo muy bueno para todas", asegura la joven.
Ahora está feliz y orgullosa de lo que ha conseguido, aunque tiene miedo, porque su padre también vive en Barcelona. Sin embargo, explica que aún le queda un sueño por cumplir: hacer desaparecer el nombre de su padre y de su primer marido de todos los documentos oficiales y pide que le ayuden a tramitarlo cuanto antes porque ha tenido un hijo.