El huracán Melissa ha sido cuatro veces más probable debido al cambio climático, según el Imperial College de Londres
- El calentamiento causado por la actividad humana aumentó también la intensidad de esta devastadora tormenta
- Ha sido uno de los huracanes más poderosos jamás registrados en el Caribe, el más fuerte en décadas
El huracán Melissa, que llegó a alcanzar la categoría 5 y ha azotado el Caribe durante los últimos días, ha sido cuatro veces más probable debido al cambio climático provocado por el ser humano, según ha demostrado un análisis realizado por científicos del Imperial College de Londres.
El calentamiento causado por la actividad humana aumentó tanto la probabilidad como la intensidad de la devastadora tormenta, que tocó tierra como un huracán catastrófico y excepcional de categoría 5 en Jamaica. Esto convirtió a Melissa en uno de los huracanes más poderosos jamás registrados en el Caribe y en el más fuerte que ha azotado las islas del Caribe en décadas.
“La temperatura de la superficie del mar en el Caribe es incluso más alta de lo normal y sabemos que el cambio climático ha contribuido a ello. También sabemos que los océanos más cálidos provocan tormentas más fuertes, por lo que existe una relación directa con el cambio climático”, declara Ralf Toumi, director del Instituto Grantham, del Imperial College de Londres.
Calentamiento de los océanos
Otro análisis realizado por científicos de Climate Central sobre el efecto del cambio climático en Melissa muestra que este huracán experimentó una intensificación extremadamente rápida sobre las superficies marinas calentadas por el cambio climático.
Finalmente, otro trabajo realizado por ClimaMeter refleja que el cambio climático provocado por el ser humano hizo que las lluvias y los vientos del huracán Melissa fueran hasta un 10% más intensos.
“Melissa es una clara advertencia de que el cambio climático está intensificando los fenómenos meteorológicos extremos: nuestros hallazgos muestran que tormentas como esta son ahora mucho más húmedas y ventosas, lo que aumenta su capacidad destructiva”, asegura Carmen Álvarez-Castro, profesora de la Universidad Pablo de Olavide
“El calentamiento de los mares está provocando huracanes más fuertes y destructivos. Las islas pequeñas, como las del Caribe, son especialmente vulnerables: en 2024, el huracán Beryl destruyó el 90% de la flota pesquera de Barbados y, con un calentamiento inferior a 2°C, los pequeños Estados insulares en desarrollo podrían sufrir pérdidas por valor de 56.000 millones de dólares para 2050”, concluye Peter Thomson, enviado especial de la ONU para los Océanos