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La dana desbordó las previsiones: el 40% de los edificios inundados no estaba en zona de riesgo

  • Otro 27% de las construcciones están en zonas donde el riesgo de riada se consideraba muy bajo
Mapas y gráficos para analizar los edificios dañados por la dana del 29 de octubre de 2024 que estaban fuera de las zonas de riesgo de inundación
DatosRTVE analiza cuántos edificios dañados por la dana del 29 de octubre de 2024 estaban fuera de las zonas de riesgo de inundación. InfografíaRTVE / Agencias

Dos de cada cinco fincas afectadas hace un año por la inundación del área metropolitana de la ciudad de Valencia estaban construidas en lugares donde los planes de inundación no preveían una riada. Este es el principal resultado que se desprende del análisis realizado por DatosRTVE a partir de datos del Catastro. En el mapa de las zonas afectadas, destaca el daño totalmente imprevisto en Benetússer, Sedaví, Paiporta o Picanya y la elevada afección de construcciones edificadas en terreno con muy poco riesgo de inundación, como en Algemesí, Catarroja o Massanassa.

El análisis coincide con la conclusión de Amnistía Internacional, que destaca en un informe publicado hace unos días que la construcción sobre zonas inundables "sigue poniendo en riesgo a decenas de miles de personas" en los municipios afectados por la dana.

De una u otra manera, cerca del 16% de la población de la provincia de Valencia se vio afectada por la inundación del 29 de octubre del año pasado. De las más de 44.000 parcelas a las que llegó el agua, 18.000 estaban fuera del Plan de Acción Territorial de carácter sectorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat Valenciana (PATRICOVA), que está actualmente en revisión y no se había actualizado desde 2015. Además, otras 12.000 fueron construidas en zonas calificadas como de muy bajo riesgo, por lo que la inundación puede calificarse de imprevisible en el 68% de la zona afectada.

La rambla del Poyo inundó Torrent y Paiporta

En la cuenca de la rambla del Poyo viven unas 430.000 personas. Se asientan en 22 municipios, de los que 13 cuentan con más de 15.000 habitantes. La densidad de población es extrema en lugares como Benetússer, con casi 21.000 habitantes por kilómetro cuadrado, o Paiporta, con cerca de 7.000. Los vecinos se han multiplicado desde los años 80, formando un continuo urbano muy poco permeable a una avenida como la del 29 de octubre.

El aporte de agua de los barrancos dels Cavalls y l’Horteta, cuyo caudal alcanzó los 1.500 metros cúbicos por segundo, según la Demarcación Hidrográfica del Júcar, provocó un desbordamiento que afectó a algo menos de 500 construcciones de la localidad de Torrent. Más de la mitad de esos edificios están construidos en zonas inundables. La mayoría, en torno a los cauces. Pero no estaba previsto que una inundación alcanzase a más de 200 inmuebles.

Río abajo, los expertos de la Demarcación Hidrográfica habían estimado que la rambla del Poyo podía alcanzar un caudal máximo y excepcional de 1.500 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, las primeras estimaciones indican que la dana duplicó la previsión en Paiporta, con 3.500 m³/s, en una zona de poca pendiente y con un cauce obstruido y, a veces, ocupado por construcciones urbanas.

El 99% de las más de 2.500 parcelas afectadas por la dana en esa localidad están construidas en zonas que no se consideran inundables. Así, los elevados caudales que circularon por este punto produjeron daños personales y materiales sin precedentes.

Tras la afluencia de otros barrancos, el barro y otros materiales sólidos arrastrados por el agua terminaron en la Albufera de Valencia, que solo el día de la dana recibió entre el 50% y el 70% de los aportes hídricos que acoge en un año, de acuerdo con el balance de la Demarcación Hidrográfica del Júcar. Un aporte de sedimentos, nutrientes y contaminantes extraordinario, al que se suma el desvío del desagüe de algunas depuradoras mientras las reparaban, cuyos daños aún no se han cuantificado por completo. No obstante, se teme que la dana haya modificado el lecho de esta laguna somera de 25 kilómetros cuadrados y apenas un metro de profundidad.

Vista de los destrozos en la Albufera de Valencia tras la dana de 2024

La Generalitat ha retirado más de 13.000 toneladas de cañas de los cauces hasta abril. EFE/Manuel Bruque

En la presa de Forata, muy dañada por la presión de la inundación, se está actuando sobre una capa de varios metros de sedimento depositada por encima de la toma de agua para recuperar un punto de vaciado. No obstante, la Demarcación Hidrográfica del Júcar reconoció el julio que estos trabajos “están planteando muchas dificultades”.

Colegios y polideportivos dañados en l’Horta Sud

Al este de Paiporta, la riada de la rambla del Poyo se encontró con el conglomerado urbano de l’Horta Sud. El agua inundó fábricas, comercios, garajes y viviendas de Massanassa o Catarroja, donde más del 80% de los inmuebles afectados están construidos en una zona con muy poco riesgo de inundación. La dana ha dejado allí más de 300 viviendas inhabitables y fueron necesarios al menos 130 desalojos, según la Generalitat.

La avenida fue similar en Sedaví y Benetùsser, más alejados del cauce y con casi todos sus bloques fuera de las proyecciones de inundación. En estos dos municipios hay 130 casas que no podrán volver a habitarse y se practicaron más de un centenar de desalojos.

La dana impactó en 106 centros educativos y 139 infraestructuras deportivas, según el balance publicado en abril de este año por la Generalitat. En el terreno sanitario, se vieron afectados los hospitales de Manises, Requena y La Ribera, 61 centros de salud y ocho centros de día.

Son usos y equipamientos de especial vulnerabilidad que, en algunos casos, como los colegios Cervantes y Ribalta de Algemesí o el centro deportivo Venecia y la piscina de Alzira, contaban desde 2023 con proyectos de adaptación al riesgo de inundación que aún no se habían ejecutado y que la Demarcación del Júcar considera esenciales para evitar que vuelvan a sufrir los mismos daños en episodios similares.

Agua, alcantarillado y otras infraestructuras dañadas

Tras la dana, más de 600.000 personas se quedaron sin suministro de agua en toda Valencia. La propia capital se vio afectada por los daños en el canal Júcar-Turia, encargado del abastecimiento, que se derrumbó tanto en el cruce del río Magro, como en los barrancos del Poyo y l’Horteta. Esta fue una de las reparaciones que más urgían, y se tardó apenas dos semanas en recuperar el flujo en la mayoría de los municipios.

El alcantarillado fue otra de las infraestructuras más dañadas, con problemas en 52 municipios. Se calcula que, inicialmente, había unos 800 kilómetros afectados, primero por la inundación y, luego, por los vertidos en las redes municipales durante las tareas de limpieza. Estos residuos llegaron a las depuradoras, que vieron alterada su operatividad entre el 29 de octubre de 2024 y el 24 de enero de 2025.

La avenida también destrozó más de 560 kilómetros de vías de tren, la mayoría pertenecientes al servicio de Cercanías. También se vieron afectados 189 kilómetros de las rutas de los Ferrocarrils de la Generalitat y 150 kilómetros de la red de AVE.

Coches destrozados por el paso de la dana de 2024 en Valencia amontonados en un descampado.

Los desguaces aún no han podido absorber los más de 141.000 vehículos destrozados por la dana. EUROPA PRESS/Rober Solsona

Otros daños que requirieron mucha atención fueron los de las infraestructuras energéticas. Red Eléctrica ha restaurado 35 torres de alta tensión y ha recuperado unos 20 kilómetros de línea. En cuanto a las telecomunicaciones, los cortes generalizados de telefonía e internet dejaron sin servicio a más de 300.000 personas, afectando la conectividad en múltiples sectores y ralentizando la respuesta a la emergencia.

Polígonos inundados en Ribarroja

Desde Cheste a Alaquàs se extiende una de las zonas empresariales más importantes del área de Valencia, cuyo tejido económico se ha visto duramente afectado por la dana. El barranco de La Saleta se desbordó al pasar por los polígonos de Ribarroja de Turia, construidos en su mayoría en una zona de riesgo de inundación moderado o alto, provocando daños graves. Más tarde, la riada llegó hasta Alaquàs, donde solo uno de cada cinco inmuebles afectados estaba exento de riesgo, según el PATRICOVA.

El balance de la Generalitat apunta a que la dana ha afectado a cerca del 20% de los locales industriales de la provincia. Son más de 2.888 naves que ocupan 25 kilómetros cuadrados. En total, hay más de 64.000 negocios afectados, principalmente en los sectores de la metalurgia, la madera, los muebles y la alimentación.

Como consecuencia de la dana, en Valencia se han resuelto más de 3.000 expedientes de ERTE, con un alcance de más de 33.000 empleados y una duración media de 125 días. El 39% de los afectados por este modelo trabajan en la industria, otro 22% en el comercio y un 13% en el turismo. También han solicitado el cese de su actividad más de 5.000 autónomos, un 15% de todos los afectados.

Las elevadas velocidades y los arrastres de la corriente han provocado fuertes erosiones, cambios en la morfología de los cauces de los barrancos y sus márgenes. La Confederación Hidrográfica del Júcar calcula que han llegado a incrementar su sección hasta un 30%.

En Utiel, las aguas alcanzaron niveles de más de tres metros en las viviendas próximas al cauce del río Magro en ambos márgenes, y el 60% de las construcciones afectadas están en una zona con riesgo de inundación elevado. El encauzamiento del río a su paso por la población tiene capacidad para evacuar un caudal de unos 75 metros cúbicos por segundo, mientras que la Demarcación Hidrográfica del Júcar estima que durante la dana circularon caudales máximos de 1.000 m³/s.

Uno de los afluentes del Magro que mayores afecciones provocó fue el río Buñol, cuyos caudales máximos estimados están próximos a los 1.000 m³/s. La velocidad y la fuerza del agua dañó varios puentes y más de la mitad de sus edificaciones golpeadas se encuentran junto a los cauces. En Carlet, el 86% de las construcciones inundadas están en zona de máximo riesgo y los caudales durante la dana se estiman en 4.000 m³/s.

PATRICOVA: un plan pionero frente a la inundación

Desde su primera versión, de 2003, el Plan de Acción Territorial de carácter sectorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunidad Valenciana (PATRICOVA) ha sido considerado como el primer ejemplo en España de una normativa concreta en materia de ordenación del territorio por parte de una autoridad competente. El plan especifica qué usos están permitidos y cuáles no para cada nivel de peligrosidad y riesgo de inundación.

El PATRICOVA define seis niveles de riesgo, teniendo en cuenta el periodo de retorno y calado de la inundación. Establece limitaciones importantes a los usos del suelo para las avenidas de periodo de retorno de 500 años, cuando los caudales superan los 80 cm. Además, define una séptima clase específica de peligrosidad, identificada con criterios geomorfológicos, que obliga a realizar estudios de inundabilidad adicionales.

Por ejemplo, la construcción de equipamientos estratégicos como centros de emergencias, parques de bomberos, cuarteles, centros sanitarios, escolares o deportivos está prohibida en zonas con cualquier nivel de riesgo, salvo en lugares con peligrosidad geomorfológica, donde se exigen estudios específicos. Tampoco se permite construir naves industriales, granjas, estaciones de servicio o campings sin estudiar previamente los riesgos. Y las viviendas y establecimientos hoteleros solo están permitidas en zonas con el nivel de riesgo más bajo, siempre que existan medidas de adecuación de la edificación.

Sobre esta información

Esta noticia se ha elaborado cruzando los estudios de riesgo de inundabilidad del Plan de Acción Territorial de carácter sectorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat Valenciana (PATRICOVA) con la cartografía de la zona inundada por la dana y las fincas consignadas en el Catastro. Para el análisis, se ha considerado que una parcela fue afectada por la dana cuando se encuentra dentro de la zona de inundación. Esas parcelas se han evaluado empleando procesos vectoriales de QGIS para identificar si están dentro de una zona de riesgo de inundabilidad definida por el PATRICOVA. Como una misma finca puede estar en varias zonas de riesgo a la vez, se ha considerado que se encuentra en el mayor nivel de peligrosidad que contenga.

Este análisis se ha complementado con detalles extraídos de la Propuesta de plan para la recuperación y mejora de la resiliencia frente a las inundaciones en el territorio afectado por la dana en la Comunidad Valenciana, publicado en junio por la Demarcación Hidrográfica del Júcar, y el diagnóstico del Plan Endavant, presentado en abril por la Generalitat Valenciana.

Créditos

Coordinación de contenidos: José Á. Carpio y Lucía Rodil | Datos: Jaime Gutiérrez (DatosRTVE) | Diseño:Sonia San José (InfografíaRTVE · Hiberus) | Maquetación: José Javier Ramos (InfografíaRTVE · Hiberus) | Infografías: Jorge Moreno (InfografíaRTVE · Hiberus).