Los decanos de Educación defienden una prueba específica para entrar a Magisterio y que los estudios duren cinco años
- En Cataluña ya se aplica este examen que evalúa las capacidades comunicativas y matemáticas
- La reforma permitiría ejercer al finalizar cuatro años de carrera pero añade un curso de máster de especialización
La dirección de esta página ha sido copiada en su portapapeles
Los decanos de las facultades de Educación quieren que exista una prueba específica para acceder a las carreras de Magisterio: los grados de Educación Infantil y de Educación Primaria. Ese examen evaluaría las competencias comunicativas y matemáticas de los estudiantes antes de comenzar sus estudios universitarios y sus motivaciones para comenzar estos estudios. Además plantean una reforma de las propias carreras, que pasarían a durar cinco años, con cuatro cursos de grado para ejercer y un último curso de máster de especialización.
Lo han planteado en el borrador del 'Libro Blanco', aún sujeto a modificaciones, que llevarán al Ministerio de Educación. El Gobierno quiere cambiar la estructura de las carreras de Magisterio y ese borrador influirá en las negociaciones actuales entre el Ministerio que dirige la socialista Pilar Alegría y los sindicatos de enseñanza.
Pruebas para valorar la comprensión lectora y la capacidad matemática
La prueba específica para estudiar Educación ya se aplica en Cataluña. Con ella pretenden valorar la compresión lectora, la expresión escrita y la capacidad de sintentizar o de aplicar conocimientos matemáticos de los aspirantes a estudiar Magisterio. Según el texto elaborado por la Conferencia de Decanos de Educación, "el alumnado que accede a los estudios de Educación Primaria debe contar "con determinadas cualidades: empatía, capacidad de trabajar en equipo, habilidades comunicativas, capacidad de pensamiento crítico o facilidad para establecer relaciones interpersonales".
Después de la prueba de acceso a la universidad (PAU), el estudiante se enfrentaría a una evaluación académica, con pruebas de comprensión lectora y de razonamiento matemático. Pero también tendrían que superar entrevistas para evaluar sus atributos no académicos y un test de juicio situacional. Por otra parte, se les puede solicitar cartas de presentación, vídeos personales o análisis de experiencias previas, para acreditar su motivación a los estudios de Educación.
Cuatro años para ejercer pero un curso más de especialización
Los decanos creen que los grados de Infantil y de Primaria tienen que ser más competenciales y que deben durar un curso más, con un quinto año de especialización. Además, quieren que haya prácticas desde el primer curso, como ocurre con la Formación Profesional Dual.
Si se aprueba el plan propuesto por los docentes, los alumnos de Educación podrían ejercer al finalizar el cuarto año de carrera. En el caso de Primaria, seguirían impartiendo todas las materias de Lengua, Matemáticas o Ciencias Sociales. No necesitarían un máster habilitante, pero se introduce un curso adicional: un máster enfocado hacia las especialidades, conocidas como 'menciones', y para otras funciones docentes como dirección o bibliotecas.
"Todo el alumnado podría acceder a la profesión docente tras cursar el grado, con la posibilidad de optar posteriormente por una especialización que ampliase sus oportunidades profesionales, tanto en el acceso a la función pública como en otras funciones educativas específicas", señalan el texto elaborado por los decanos.
Quieren ampliar las funciones y las especialidades
Por otra parte, el 'Libro Blanco' defiende reforzar la adaptación de los docentes a los nuevos entornos educativos, como la digitalización, la diversidad o los cambios socioculturales. Solicitan que las universidades mejoren la formación en metodologías inclusivas o educación emocional.
Los decanos también quieren ampliar las especialidades que actualmente se estudian en la carrera de Educación Primaria: Educación Primaria, Lengua Extranjera -inglés, francés, o alemán-, Educación Física, Música, Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje, además de las lenguas cooficiales. Consideran que se deben incluir otros conocimientos relacionados con la comunicación, la digitalización o las ramas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, y Matemáticas).
