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La comisión de investigación de accidentes marítimos señala que el Villa de Pitanxo se hundió por la negligencia del capitán

  • A bordo del navío iban 24 tripulantes, de los cuales sobrevivieron tres, murieron nueve y 12 desaparecidos
  • La muerte de la tripulación se produjo porque el capitán dio muy tarde la orden de abandono del barco
El hundimiento del buque pesquero Villa de Pitanxo fue causado por la negligencia del capitán, según la CIAIM
El buque de inspección del pecio del Villa de Pitanxo a su salida del Puerto de Vigo, el 17 de mayo de 2023. GETTY
RTVE.es

La Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) ha concluido que el hundimiento del buque pesquero Villa de Pitanxo, el 15 de febrero de 2022, se produjo por negligencia del capitán del barco, Juan Padín Costa. A bordo del navío iban 24 tripulantes: nueve murieron, 12 desaparecieron y sobrevivieron tres.

La CIAIM es un órgano colegiado dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Se encarga de investigar los accidentes e incidencias marítimas producidas por o en buques civiles españoles o por navíos civiles extranjeros si les sucede algo dentro de las aguas interiores, en el mar territorial español o fuera del de este cuando España tenga intereses de consideración.

El buque naufragó a unas 250 millas náuticas al este de San Juan de Terranova, Canadá. El pesquero se encontraba en labores de arrastre al fletán en una playa al oeste de una zona conocida como Flemish Cap. El hundimiento se produjo tras escorar el buque progresivamente a babor y sumergir a la vez su popa.

La CIAIM considera que la decisión del capitán de continuar con mal tiempo se hizo basándose en experiencias previas similares, sin considerar posibilidades alternativas frente a la espichada para realizar una maniobra de viraje. Para esta maniobra también consideró que pocas mareas antes habían perdido la red y una de las puertas de arrastre durante otra espichada.

Sobrecarga y evacuación tardía

Según las conclusiones del informe, el naufragio y la muerte y desaparición de la mayoría de los tripulantes del Villa de Pitanxo sucedió por la sobrecarga y que el capitán diera muy tarde la orden de abandono del barco, provocando que muchos de los tripulantes no tuvieran tiempo de evacuar.

Según el informe, el navío "se hundió como consecuencia de la inundación progresiva e incontrolada de sus espacios interiores durante la virada del arte en un fuerte temporal". Esto hizo que perdiera la flotabilidad y estabilidad. A esta situación contribuyó la sobrecarga del buque, que se cargó con "unos pesos que excedían los valores recogidos en su libro de estabilidad". Debido a esto, la tolva de desperdicios, por donde se cree que comenzó a entrar el agua, estaba por debajo de la línea de flotación.

Por otro lado, las previsiones meteorológicas del buque eran lo suficientemente precisas, por lo que el mal tiempo no pudo sorprender a la tripulación. Sin embargo, no se tomaron medidas preventivas como "asegurar el cierre de todas las aberturas del casco y las puertas estancas, o comprobar el buen funcionamiento de los medios de achique".

La excesiva escora del barco, con agua entrando, provocó que las bombas de lubricación del motor se descebaran, ocasionando la parada de este debido a la baja presión de aceite o por gripaje. Cuando el motor principal se detuvo, "la inundación del buque estaba muy avanzada y el hundimiento era inevitable".

El capitán no fue consciente de la gravedad de la situación

La CIAIM considera que el patrón del buque se dio cuenta de lo peligroso de la situación al detenerse el motor se detuvo, cuando ya era demasiado tarde. El informe de la Comisión destaca que, a pesar del deterioro progresivo de la situación, como los "problemas en el parque de pesca, la escora iba aumentando" o que "el buque se iba inundando", el capitán no dio la orden de preparar una evacuación por si fuera necesario. El informe sentencia que "no valoró correctamente la situación de riesgo a la que se enfrentaba".

Debido a la tardanza en dar la orden de evacuación, no hubo tiempo de realizar un procedimiento ordenado de abandono "según el cuadro orgánico y el plano de salvamento del buque". Los marineros no tuvieron tiempo de llegar a los puntos donde se encontraban los trajes de inmersión o las balsas con los chalecos salvavidas. Ningún de los integrantes de la tripulación que fueron al camarote a por los trajes de inmersión pudieron alcanzar la balsa salvavidas, salvo uno.

Además, la tardanza también fue la causa de que el bote salvavidas resultara dañado durante su puesta a flote, "lo que en última instancia aceleró la hipotermia de los marineros que pudieron embarcar en ella y que causó el fallecimiento de la mayoría de ellos".

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El informe también destaca otras razones que contribuyeron a la tragedia. La CIAIM afirma que la distribución de las vías de evacuación dificultó el abandono del barco, la localización de los trajes de inmersión los camarotes dificultaron su recogida y que la falta de familiarización de la tripulación con los procedimientos de salvamento contribuyó al desenlace.