Natalia Orive : "El mundial de fútbol sala femenino debe ser un punto de inflexión"
- El primer mundial femenino de fútbol sala se celebra en noviembre de 2025 en Filipinas
- El fútbol sala en su modalidad femenina aún no tiene liga profesional
Objetivo igualdad, domingos a las 16:30 en Canal 24 horas y en RTVE Play
Todas las historias tienen un comienzo, y esta no va a ser menos. El escenario, un campo de fútbol sala de un colegio en un barrio de Alcorcón, Parque de Lisboa, a las afueras de Madrid. Un campo como tienen casi todos los colegios. Donde empiezan casi todos los niños a chutar un balón contra una portería. Estamos en 1996, solo dos años antes habían empezado los equipos femeninos de fútbol sala a jugar en primera división, así que nuestra protagonista no tenía referentes. Pero ella, con solo 8 años, sabía que quería pertenecer al equipo de su cole. Claro, un equipo, solo de chicos. Le dicen los que lo organizan que "al fútbol sala solo juegan los niños" y añaden: "¿No quieres probar con el baloncesto o el voleibol?"
Natalia Orive, segunda de los niños arrodillados, empezando por la izquierda, con 8 años, posando con el equipo de fútbol sala de su colegio Parque de Lisboa en Alcorcon Cedida por Natalia Orive, archivo personal
"Al fútbol sala solo juegan los niños"
“Me fui llorando, y mi padre que tenía una pizzería cercana al colegio me vio” cuenta Natalia Orive, la actual presidenta de la AJFSF, la asociación de jugadoras de fútbol sala femenino,: “Le dije que no me dejaban jugar al fútbol”. En ese momento, narra, pasó por allí el director del colegio, y su padre le explicó: “Mira lo que le ha pasado a mi hija, que no la dejan jugar”. Explica Natalia, entre risas, que al día siguiente “había carteles en el colegio que decían que las niñas podían ir a las pruebas de fútbol y que podían apuntarse si querían”. Natalia orgullosa, confiesa: “Desde bien pequeña, sin darme cuenta, estaba ya intentando crear o generar un cambio para que otras niñas pudieran jugar en el cole”. Le hacía tanta ilusión, que sus padres siempre le han dicho entre risas que "para ir al cole no te levantabas de la cama, pero los sábados ya estabas lista y vestida con la equipación antes de que nos despertáramos".
Fue la única niña que jugó en el equipo hasta los 12 años. Cuenta que, cuando jugaba, parte del público gritaba a los niños: "¡Cuidado con que sea una niña la que te haga el regate!", o "¡cuidado con que la niña te meta gol!”, consiguiendo de esa manera que Natalia se sintiera "cuestionada solo por el hecho de ser mujer”. Eso sí, asegura que con sus compañeros, en general, nunca tuvo problemas y siempre la apoyaron. Después ha estado 10 años jugando como profesional en primera división, y otros 5 en segunda.
Natalia Orive como profesional en la Agrupación Deportiva Alcorcón F.S.F, 2015
"El primer mundial de fútbol sala femenino debe ser un punto de inflexión"
Ese espíritu de lucha y de reivindicación es el que le ha llevado a implicarse de lleno en mejorar el entorno laboral y los derechos de las jugadoras. No solo preside la AJFSF, sino también la EAPA, la asociación de deportistas en Europa, y ha participado como vocal en varios organismos desde la federación española de fútbol, y el comité olímpico.
Natalia Orive, presidenta AJFSF, se reune con Glenn Micallef, comisario de deportes de la Unión Europea Cedida por AJFSF
Desde 2015, la asociación de jugadoras de fútbol sala femenino que preside impulsa junto con otras asociaciones internacionales un mundial femenino.
Hicieron varias peticiones a través de las redes jugadoras de futsal de todo el mundo. “Con una campaña llamada Women Play Futsal FIFA”, cuenta Natalia “nos dirigíamos a la FIFA para decirles que estábamos aquí, y que queríamos jugar”. Explica que contaron que "no tenemos competiciones oficiales” y que las mejores jugadoras del mundo “nunca se concentran en un evento deportivo”. Reclamaban así un espacio porque consideraban que se las estaba “discriminando”, y los datos las avalaban. Se han celebrado 10 mundiales de futsal masculinos. Consiguieron hacerse virales. Y con esa presión lograron que la FIFA en 2022, por fin, accediera a organizarlo.
Fotograma del vídeo que se hizo viral de las jugadoras de futsal a nivel internacional, producido por la AJFSF, reclamando un mundial femenino AJFSF
Diez años después de comenzar la lucha, el 21 de noviembre de este año, 2025, comenzará por fin la primera Copa Mundial Femenina de Fútbol Sala, que se jugará entre 16 selecciones hasta el 7 de diciembre. Cuatro de ellas representarán a la UEFA: Italia, Polonia, Portugal y España. Lo curioso es que las promotoras de esta gesta deportiva se quedan en tierra. No están invitadas a participar, al no pertenecer directamente a la FIFA. Si van, tendrá que ser pagado de su bolsillo.
Pero esto no es lo importante, señala Natalia, que piensa que este mundial “tiene que ser un punto de inflexión para que las federaciones, tanto la internacional como la española de fútbol“, insiste, “se den cuenta de que el fútbol sala femenino es importante y es necesario”. Destaca que este mundial es “un escaparate perfecto para que las niñas puedan seguir jugando”, recordando que la mayoría comienza regateando con un balón en el colegio, como hizo ella. Y remarca que cuando crezcan “puedan incluso decidir si quieren dedicarse a ello a nivel profesional”.
"Tenemos un trato discriminatorio por como está estructurado el sistema"
Cuando llegan a ser profesionales se encuentran con que no tienen liga y muchas carencias, destaca la presidenta de la asociación de jugadoras de fútbol sala femenino, como “no tener convenio o que hagan contratos de rescisión disparatados en comparación con el sueldo” o “que no tienen todas las medidas de seguridad necesarias”. Asegura que “tenemos un trato discriminatorio” porque así “está estructurado el sistema” y señala que tienen “peores instalaciones, peores horarios, y peores condiciones para los desplazamientos". Incluso, remarca Natalia: “Si hay dos equipos, el femenino en una categoría superior y el masculino en una inferior” se sigue destinando más dinero “al masculino que al femenino”.
Una brecha que también pasa en el mismo género, porque el CSD, el Consejo Superior de Deportes, ha dedicado al fútbol femenino al menos “40 millones de euros”, mientras al futsal femenino le ha dado “0 euros”. Por eso Natalia sueña con que “haya condiciones mínimas en nuestro deporte” para que las mujeres puedan dedicarse “profesionalmente al fútbol sala”, porque considera que se puede y “hay que hacer que sea posible”.
Objetivo Igualdad