Iñigo Navarro reivindica la poesía en sus cuadros: "La pintura es un animal salvaje"
- El Museo Lázaro Galdiano acoge Ayer pisó tu sombra un tigre
- La exposición puede verse hasta el 23 de noviembre en Madrid
El pintor Íñigo Navarro se crió entre pigmentos y pinceles, su madre era restauradora en el Museo del Prado, lo que le permitió admirar de cerca la obra de los grandes maestros. De su infancia conserva el amor por la pintura y el compromiso con el arte.
El Museo Lázaro Galdiano expone una quincena de cuadros y una evocadora instalación en Ayer pisó tu sombra un tigre, una muestra que estará abierta al público hasta el 23 de noviembre.
Navarro reivindica la vigencia de la pintura y de la figuración en el siglo XXI. Se confiesa nostálgico del pasado, entronca con la tradición y rinde tributo a las escenas de caza de Velázquez o Goya.
'500 años de paseo por el parque' de Íñigo Navarro. ALEXIS FERNÁNDEZ
Los cuadros de Navarro transitan de la figuración a lo onírico y se inspiran también en un grabado de Goya, Modo de volar, perteneciente a la colección del museo, que se expone en la misma sala.
El artista explica a RTVE.es que intenta "hacer una asimilación entre el vuelo como algo que sucede en los animales, en los insectos, pero también como algo sobrenatural, una aspiración que todos tenemos y que no llegamos a conseguir, que es la de volar o trascender".
'Si vuelo mi reflejo se hunde' de Íñigo Navarro. ALEXIS FERNÁNDEZ
Sobre la denominación de la exposición, el símbolo del tigre apareció por la presión que sentía el pintor por no tener un título, un felino que ha pasado muy cerca, pero no te has enterado. La imagen encajaba con lo que quería contar "que vuelve la pintura y la pintura es un animal salvaje".
Frente a una concepción del arte contemporáneo vinculado al pensamiento o la educación, Navarro defiende que el arte "es más bien algo fascinante" y aboga por introducir de nuevo algo que se ha perdido "el lenguaje poético" y la extrañeza, en lo que Goya era un genio.
Lady Jetlag
La obra clave de la exposición es Lady Jetlag, una instalación que incluye una escultura en madera policromada, ataviada con un vestido de terciopelo rojo, confeccionado por Marcos Luengo, dentro de un biombo circular pintado por el interior con hojas gigantes y en el exterior con insectos revoloteando.
Una figura femenina, con los rasgos de la hija del pintor, Jimena, se posa en una peana en un gesto entre el vuelo y el salto, con un tocado en la cabeza a medio camino entre un insecto, un capirote goyesco o un hada transfigurada del sueño de una noche de verano.
"El soñar con volar tiene que ver con el intento de conseguir algo imposible. Y curiosamente, creo que el artista debe tener un punto de estupidez, debe creer de verdad que se puede conseguir lo imposible y, a la vez, si eres lo suficientemente inteligente para darte cuenta de que eso es imposible, jamás podrás conseguirlo", reflexiona.
Un fantasma inmobiliario
Navarro, que se refiere a sí mismo como "un mindundi" goza de un fino sentido del humor que se trasluce en los títulos de los cuadros y en lo que le evocan. En el último tríptico de la muestra aparece un fantasma femenino ataviado de blanco en un salón vacío que reclama un piso mejor a un agente inmobiliario.
Obras de Íñigo Navarro que cierran la exposición. ALEXIS FERNÁNDEZ
Confiesa que intenta "que algo esté mal en el cuadro porque los pintores buenos como Velázquez o Goya no ponen la misma atención en todas las partes del cuadro. Entonces yo intento imitarlo sin saber muy bien lo que estoy haciendo."
Bolas rojas
Otro punto de juego son las bolas rojas que salpican sus obras "como un elemento de divertimento, pero también es cierto que una pelota tú la lanzas y tiene un momento de suspensión, de vuelo y su forma esférica remite a los planetas y los agujeros negros".
En las salas de Ayer pisó tu sombra un tigre la atmósfera envuelve los lienzos y al público, la luz tenue y el verde bosque de las paredes transmiten cierto recogimiento como de cueva o refugio.
Ningún detalle ha sido dejado al azar, el visitante percibe "un olor a humedad", según Navarro. Se trata de un aroma de cedro y madera diseñado en exclusiva por la historiadora Valérie Aucouturier. La fragancia ha sido bautizada Lady Jetlag, como la instalación del artista.
Ayer pisó tu sombra un tigre de Íñigo Navarro, una experiencia sensorial, que se puede disfrutar del 26 de septiembre al 23 de noviembre, en la Sala Pardo Bazán del Museo Lázaro Galdiano.