La lluvia condiciona una Diada con menor afluencia de independentistas y un llamamiento a defender la lengua
- En Barcelona, han participado en la manifestación independentista 28.000 personas, casi la mitad que en 2024
- La defensa de la lengua se presenta como la principal reivindicación frente a la sentencia del TSJC
La lluvia ha condicionado este jueves una Diada del 11 de septiembre en Cataluña con menor afluencia de manifestantes independentistas que en años anteriores y un llamamiento a la defensa de la lengua.
A las 21.00 de la mañana, como es tradición, el president de la Generalitat, Salvador Illa, y los consellers del Govern han estrenado la ronda de ofrendas al monumento, símbolo a los caídos en la defensa de Barcelona frente a las tropas borbónicas en 1714. La escena, cargada de lluvia, se ha presentado como el arranque de esta segunda Diada con Illa al frente de la Generalitat y con un Parlament sin mayoría independentista.
Por la tarde, unas 41.500 personas han participado en las tres marchas simultáneas independentistas convocadas por las asociaciones Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural en Barcelona, Girona y Tortosa (Tarragona), frente a las 73.500 que salieron a la calle el 11 de septiembre del año pasado.
Por su parte, la Generalitat ha establecido como hilo conductor de su acto institucional —con el que se han dado por concluidas las celebraciones— la pluralidad, la convivencia y la reivindicación de la lengua catalana.
La lluvia ha obligado a cambiar los planes
La irrupción de la lluvia, a media mañana, ha frustrado los planes de celebrar el tradicional homenaje a Gustau Muñoz y la posterior manifestación de Arran, que ha tenido que ser desconvocada, mientras que el mitin independentista previsto en el Fossar de les Moreres y el acto de la asociación Òmnium Cultural frente al Arco de Triunfo tampoco han podido iniciarse.
Kike Rincón / Europa Press
Según datos de las diferentes policías locales, en Barcelona han participado en la manifestación independentista 28.000 personas, casi la mitad de los 60.000 de 2024, en Girona 12.000, casi el doble que los 6.500 del pasado año, y en Tortosa 1.500, frente a los 1.200 del pasado año.
Además, en la Diada del pasado año las entidades independentistas también convocaron manifestaciones en Lleida, a la que asistieron 3.000 personas, y Tarragona, con 2.800 participantes. La cifra queda muy lejos de los años más intensos del procés y se sitúa incluso por debajo de la mitad de los 60.000 manifestantes del año pasado en Barcelona.
Defensa de la lengua tras la sentencia del TSJC
La Diada ha llegado un día después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) anulara este miércoles varios artículos del decreto de régimen lingüístico de la Generalitat, que blinda el catalán como lengua vehicular de las escuelas. La sentencia ha sido motivo de crítica por parte las entidades soberanistas, que han llamado a desobedecer si se aplica el fallo.
Ha sido al final de la manifestación independentista en Barcelona cuando el presidente de la ANC, el cantautor Lluís Llach, ha puesto voz al manifiesto de los organizadores y se ha pronunciado sobre esta sentencia del tribunal: "Si el Estado y sus tribunales quieren imponernos esta sentencia, desobedezcamos en las aulas, en las calles y en las instituciones. Ningún juez nos tiene que decir en qué lengua tenemos que hablar ni qué escuela tenemos que tener".
Entre gritos de "ahora y siempre escuela en catalán" y "el catalán no se toca" por parte de los asistentes, ha exigido a las instituciones que no permitan que "la obsesión de una juez dinamite" la escuela catalana, pese a admitir que no tienen muchas esperanzas al respecto.
Para las entidades independentistas, el catalán debe tener una presencia plena y continuada en todos los ámbitos, "sin renuncias ni sustituciones", y ha animado a fortalecer su viabilidad como eje vertebrador.
'Más motivos que nunca' ha sido el lema de la marcha organizada por ANC y Òmnium. El objetivo era reconectar con un independentismo dividido que ha perdido fuerza en los últimos años y que carga contra el discurso de "normalidad" del president Illa.
La pluralidad, la convivencia y la lengua en el acto central
Lejos de esta tónica, han sido la pluralidad, la convivencia y la reivindicación de la lengua catalana el hilo conductor del acto institucional organizado por la Generalitat para cerrar las celebraciones.
A diferencia de años anteriores, en que el marco elegido eran los alrededores de las fuentes de Montjuïc, al aire libre, esta vez el acto central de la Diada se ha celebrado en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC), a salvo de la lluvia que ha caído durante buena parte de la mañana.
Salvador Illa, acompañado de los miembros de su Govern, ha encabezado el acto, que ha sido conducido por la periodista Aurora Masip y que ha contado con la presencia de numerosas personalidades institucionales, políticas y sociales de Cataluña.
El acto, que ha combinado lectura de textos literarios a cargo de actores y actrices con actuaciones musicales, han sonado canciones de Joan Manuel Serrat, Raimon, Els Pets o Lax'n'Busto, entre otros, ha reivindicado los valores de la diversidad, la pluralidad y la convivencia, ejemplificados por el escritor Paco Candel, de quien ha hablado su hija Maria Candel en una proyección audiovisual.
El himno del Segadors ha cerrado el encuentro, organizado por la Generalitat, y que ha arrancado a las 20.00 horas.
Mensajes políticos de la jornada
La jornada también ha dejado algunos mensajes políticos por parte de los representantes catalanes. La viceprimera secretaria y portavoz del PSC, Lluïsa Moret, ha pedido rehuir los discursos "de confrontación y del odio que dividen y debilitan", a la vez que ha hecho énfasis en la defensa de "los pilares que identifican y singularizan" la identidad catalana.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha afirmado que Cataluña necesita "verdadera ambición nacional" para luchar por "dos causas que son una sola lucha": por un lado, la independencia y la república; por otro, la prosperidad económica y la justicia social.
Por su parte, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha hecho un llamamiento a la movilización de las bases independentistas ante un Estado que "está dispuesto a hacer lo que haga falta para atacar al nervio de la nación" como es "la lengua catalana".
El presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, ha negado que haya "normalidad democrática" en Cataluña, porque "las decisiones importantes", ha dicho, se negocian "en Bélgica".
Y la coordinada de Comuns Gemma Tarafa ha reivindicado una Cataluña "mestiza, abierta y plural", referente en la defensa de los derechos humanos y la convivencia.
Veto a Aliança Catalana
Una de las novedades de esta Diada ha sido la mayor visibilidad de los seguidores de Aliança Catalana, la formación de derecha radical independentista que lidera Sílvia Orriols, en pleno auge en las encuestas y cuya presencia en las convocatorias unitarias ha provocado momentos de tensión.
La propia Orriols ha participado en la movilización de Barcelona, rodeada de centenares de partidarios con esteladas y banderas del partido, que coreaban "Sílvia Orriols es la solución" y "Puigdemont, botifler (traidor)", contestados por otros manifestantes con gritos de "Puigdemont, president".
Con agentes de los Mossos d'Esquadra desplegados para evitar incidentes, los seguidores de Aliança Catalana no se han podido integrar en el cuerpo central de la manifestación y han sido abucheados por otros asistentes a la marcha, al grito de "fuera fascistas de nuestros barrios".
En declaraciones desde la manifestación, Orriols se ha mostrado decidida a "dar la cara frente a los sectarios que quieren echar a parte del independentismo".