La vuelta al cole, en positivo: "La rutina es muy buena y aprender, un privilegio"
- "No sé cuántos años llevamos hablando de la vuelta al cole como un drama", constata el pedagogo Gregorio Luri
- Alumnos, familias y docentes ven la educación en los colegios "como una simulación de lo que luego es la vida"
"Volver a empezar". Cada septiembre es imposible no recordar el título de la primera película española oscarizada. Fue en 1983 y trataba de las segundas oportunidades pero, sobre todo, trataba de la vida. Como la escuela. De hecho, una de las secuencias más memorables y emotivas es la del protagonista, Antonio Albajara, visitando su antiguo colegio.
Antonio, ya mayor y con una vida hecha lejos de España, entra en el centro donde estudió de niño. Recorre los pasillos en silencio mirando las paredes, los pupitres, las ventanas... todo ha cambiado y, al mismo tiempo, todo sigue igual. Es una manera de reivindicar la escuela como el lugar donde comienza todo: los sueños, las decisiones, incluso las pérdidas.
La escuela es el lugar donde comienza todo: los sueños, las decisiones, incluso las pérdidas. ARCHIVO EFE / ÁNGELES VISDÓMINE
Y como cada septiembre, las familias, los alumnos y los docentes, volvemos a empezar. El olor de los libros nuevos se da la mano con los nervios por si no oímos el despertador. Es un ritual anual, "un género periodístico en sí mismo", como bien apunta el filósofo y pedagogo Gregorio Luri a RTVE. "Llevamos ya no sé cuántos años hablando de la vuelta al cole como un drama", comenta. "La vida no es una tragedia ni una comedia, es una tragicomedia y hay que saber sobrellevarla con normalidad", asegura este maestro y abuelo quitando hierro a un momento -la vuelta al cole- que forma parte de la vida.
Pero lo cierto es que los medios de comunicación dedicamos generosos tiempos y espacios cada año por estas fechas para contar cuánto va a invertir cada familia en la vuelta al cole -que seguramente volverá a ser la más cara-, cuándo y dónde empiezan antes las clases, cuánto se van a usar las nuevas tecnologías en las aulas y, sobre todo, lo duro que es volver a la rutina después del verano, el estrés postvacacional de los profesores y todo ello -siguiendo con las pautas del género- aderezado con unas buenas imágenes de criaturas llorando en la puerta del colegio.
Y sí, es hora de cambiar el chip y de ver el vaso medio lleno. Sobre todo porque más allá de los madrugones y las tareas propias del día a día, la rutina es una oportunidad y la educación obligatoria y gratuita en España, un privilegio del que no acabamos de ser conscientes del todo.
La fiesta de la rutina
Para Verónica Bailly, maestra en la Región de Murcia, la rutina es una palabra con connotaciones positivas. "Para mí la rutina es algo positivo", explica por teléfono a RTVE. "Pone en orden mi vida y la de los niños, muchísimo más", apunta esta maestra que ha trabajado 15 años en un centro de educación especial.
"En muchos casos las únicas relaciones sociales que se dan son en el colegio". ARCHIVO EFE
Más allá de la organización y la rutina, la escuela es un lugar de vital importancia, sobre todo para los más vulnerables. Verónica ahora trabaja en un instituto de secundaria, pero recuerda cómo en sus años dedicada a los niños con necesidades educativas especiales la vuelta al colegio era una fiesta. "Es que en muchos casos las únicas relaciones sociales que se dan son en el colegio", subraya Bailly. Para estos niños, la escuela no es solo el lugar donde aprenden, es donde viven y se relacionan.
Víctor Pérez, maestro y creador de contenido es conocido en redes como @maestrovictorpt y tiene más de 90.000 seguidores en TikTok y 98.000 en Instagram. Desde Valladolid coincide plenamente con su colega murciana. "El error que cometemos como sociedad es mezclar el final del verano [...] con el inicio de curso", aclara antes de abrir una nueva ventana a su argumento: "pensamos en el final del verano y no en todo lo que puede venir durante un curso". Y enumera todo lo que viene, que es mucho: "amistades, juegos, aprendizaje de habilidades sociales y, sí, también la frustración, esa gran maestra de la vida".
Familias y alumnos, deseando volver a empezar
Los alumnos lo tienen clarísimo. Noa va a empezar 2º de la ESO y 1º de Conservatorio Profesional y lo que más le agobia es "levantarse pronto y los exámenes", pero tiene claro que merece la pena porque "vuelvo a ver a los amigos, vuelvo a la rutina y como ya he estado en el instituto, no me tengo que preocupar de cómo es".
Algo parecido le pasa a Ada, que va a empezar 6º de Primaria en Las Rozas, al norte de Madrid, aunque "las clases de Sociales no me gustan ni un poquito", pero "vuelvo a ver a mis amigos y este año tenemos el viaje de fin de curso". Ismael va a comenzar 4º de la ESO al sur de la capital y coincide en que lo mejor es "volver a ver a tus amigos porque vuelves a relacionarte con tu entorno".
"La gente está deseando que empiece el curso", dice la maestra Verónica Bailly desde la Región de Murcia. EFE / LUIS TEJIDO
Las familias también lo ven así. Para Patricia, madre de dos niños en 2º y 3º de Infantil, el final de las vacaciones "es negativo porque se acaban las reuniones de amigos, familias y los días libres sin trabajo ni colegio", pero cree que es posible darle la vuelta: "Podemos decirles a los niños que van a ver a sus amigos y a hacer el deporte que les gusta".
Por su parte, Isabel, madre de una niña de 4º de Primaria, explica que "la rutina, lejos de ser algo negativo, también representa orden y estabilidad" y que, más que un final, "septiembre puede entenderse como un nuevo comienzo".
El valor de un sistema educativo
La sensación de agobio, sin embargo, es real para muchos padres. Beatriz, madre de dos adolescentes, lamenta el exceso de deberes y la falta de conciliación: "el fin de semana no puedes conciliar la vida familiar si te mandan manualidades". Aunque reconoce que los hijos tienen ganas de volver a ver a sus amigos, el sistema pone demasiada presión. Pero no es algo nuevo. Luri, con su característico sentido del humor, ofrece una solución radical y liberadora que ofrece como "único consejo pedagógico": "No tengas hijos y limítate a tener nietos".
Pese a los retos, la mayoría de las voces coinciden en que el verdadero debate no es si es bueno o malo volver al cole, sino el inmenso privilegio que esto supone. En España este año se estima que serán más de 8,3 millones de alumnos (últimos datos oficiales del Ministerio de Educación) los que llenarán las aulas de los 28.832 centros de enseñanza (67,3% públicos y 32,7% privados) donde impartirán clase 784.425 profesores desde principios de septiembre. Esto es un lujo que a menudo damos por sentado. "En España tenemos un privilegio enorme de contar con educación pública y con educación gratuita", afirma Víctor Pérez.
"En España tenemos un privilegio enorme de contar con educación pública y con educación gratuita", afirma Víctor Pérez. ARCHIVO EFE
Para Gregorio Luri, el problema de fondo es la incapacidad de sobrellevar las frustraciones. "Vivir es gestionar frustraciones permanentemente", sostiene. Y la escuela, con sus límites, sus deberes y sus retos, es un gimnasio ideal para entrenar esa capacidad.
En lugar de lamentar el fin de las vacaciones, tal vez haya llegado el momento de celebrar los inicios de cada curso como una oportunidad para reencontrarnos con amigos, aprender cosas nuevas, superar obstáculos y crecer. Porque la rutina, lejos de ser un castigo, es la base de una vida organizada y estable. Y eso, en un mundo que a menudo parece caótico, no es una tragedia. Es un chollo.