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Piscinas como refugio climático: pocas públicas y no siempre accesibles

  • En España hay 1,3 millones de piscinas al aire libre, pero el 90 por ciento son de uso privado
  • Madrid cuenta con 25 piscinas municipales y Sevilla solo con cinco
Faltan piscinas públicas en España: el 90% son privadas
RTVE.es

En plena ola de calor, miles de personas en España buscan alivio en el agua. Pero para buena parte de la población, acceder a una piscina no es tarea fácil. En el país hay 1,3 millones de piscinas al aire libre, pero el 90 por ciento son de uso privado. Esto deja a una mayoría sin acceso a un recurso que, en contextos de altas temperaturas, se convierte en algo más que ocio: un refugio climático.

En ciudades del interior, donde el calor se intensifica y no hay acceso al mar, el problema se agudiza. Madrid, con 3,5 millones de habitantes, cuenta con 25 piscinas municipales. En Sevilla, con una población de 700.000 personas, solo hay cinco.

Usuarios de estas instalaciones coinciden en que son una vía de escape imprescindible: "La piscina es donde mejor se está", "Ayuda mucho a superar las temperaturas", relatan. Sin embargo, muchas veces acceder a ellas no es posible: las plazas son limitadas y, en ciudades como Madrid, es obligatorio reservar con antelación a través de internet, lo que a menudo deja fuera a quienes no manejan bien la tecnología o no encuentran sitio.

El coste de las piscinas públicas, un problema para muchos

A esto se suma el precio. Las entradas a piscinas públicas rondan los tres euros por persona y día. Un coste que, según algunas organizaciones, resulta inasumible para muchas familias.

Desde Ecologistas en Acción, Erika González denuncia que "ha habido un aumento grande de piscinas privadas, que son mucho más impactantes medioambientalmente y mucho más injustas socialmente". Insiste además en que "hacen falta más piscinas municipales, más espacios que puedan ser utilizados por una mayor parte de la población".

Greenpeace, por su parte, recuerda que para que un espacio funcione como refugio climático, debe ser gratuito y accesible. Hoy, en muchas ciudades, eso no está garantizado.

Ante la falta de opciones, algunas personas optan por soluciones caseras: refrescarse con una manguera en el patio o confiar en tener amigos con piscina. En un verano marcado por el calor extremo, acceder al agua se ha convertido, para muchos, en una necesidad básica más.