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Líbano autoriza a su Ejército a preparar un plan para asegurar el desarme de Hizbulá antes de finalizar el año

  • El Gabinete tiene previsto reunirse este jueves para continuar analizando el tema
  • El grupo chií ha rechazado deponer las armas y ha calificado la exigencia de "un dictado externo al servicio de Israel"
Líbano autoriza a su Ejército a preparar un plan para asegurar el desarme de Hizbulá antes de finalizar el año
El presidente libanés, Joseph Aoun, habla durante una sesión del gabinete de Gobierno en el palacio presidencial de Baabda WAEL HAMZEH
RTVE.es/AGENCIAS

El Consejo de Ministros del Líbano ha encomendado al Ejército la elaboración de un plan para el desarme de Hizbulá en un plazo de cinco meses. El primer ministro, Nawaf Salam, ha informado de que el plan deberá estar listo antes de finales de año, y que será debatido por el Ejecutivo el próximo 31 de agosto. El Gabinete volverá a reunirse este jueves para continuar analizando el tema.

La decisión se ha producido tras semanas de presión estadounidense para que Beirut se comprometa públicamente al desarme de Hizbulá, como parte de una hoja de ruta que también contempla el cese de ataques israelíes, la retirada de tropas del sur del Líbano y fondos para la reconstrucción del país.

El principal aliado de Hizbulá en el Gobierno, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, se encontraba en conversaciones con el presidente, Joseph Aoun, y el primer ministro para acordar una frase general que se incluiría en una decisión del gabinete para apaciguar a Estados Unidos y ganar tiempo para el Líbano.

En respuesta, el líder del grupo, Naim Qassem, ha rechazado la exigencia y ha señalado en un discurso televisado que cualquier nueva agresión a gran escala de Israel provocará una dura reacción. "Misiles caerán dentro de la entidad israelí y toda la seguridad construida en ocho meses colapsará en una hora", ha amenazado. "No aceptaremos ningún calendario ni pacto bajo la agresión israelí. No seremos esclavos de nadie", ha sentenciado.

Qassem también ha revelado que la guerra con Israel, que finalizó con una tregua en noviembre de 2024, dejó 5.000 combatientes de Hizbulá muertos y 13.000 heridos, aunque ha asegurado que el movimiento mantiene su capacidad operativa. Anteriormente, Israel llevó a cabo sucesivos ataques que han descabezado la cúpula de Hizbulá, incluido el anterior líder de la organización, Hasán Nasrala, asesinado tras un bombardeo a la sede central de la milicia en Dahye, al sur de Beirut, en 2024.

El Gobierno del Líbano endurece la retórica contra Hizbulá

El presidente libanés endureció su discurso la semana pasada contra Hizbulá, solicitando públicamente su desarme. Sin embargo, desde el movimiento chií insisten en que la prioridad debe ser detener por completo los ataques israelíes antes de discutir cualquier otra medida.

Qassen ha denunciado que la propuesta de Washington pretende desarmar incluso la infraestructura básica del grupo en un plazo de 30 días, lo que ha calificado como "un dictado externo al servicio de Israel".

En un comunicado, el grupo chií Hizbulá ha acusado este miércoles al Gobierno del Líbano de comer un "grave pecado" con su decisión de desarmarle, y ha asegurado que ignorará esta medida por considerar que sirve a los intereses de Israel.

"El Gobierno del primer ministro Nawaf Salam cometió un grave pecado tomando la decisión de desproveer al Líbano de sus armas de resistencia contra el enemigo israelí. Esto debilita las capacidades y la posición del Líbano ante la actual agresión estadounidense-israelí contra él", ha alertado el grupo.

Ante los escasos avances en las propuestas, la paciencia de Washington ha comenzado a agotarse. Sin embargo, funcionarios y diplomáticos libaneses han afirmado que una promesa tan explícita podría desatar tensiones comunitarias en el Líbano, donde Hizbulá y su arsenal mantienen un apoyo significativo entre la comunidad musulmana chií del país.

Mientras tanto, el sur de Beirut ha vuelto a ser escenario de movilizaciones de simpatizantes de Hizbulá, que ondeaban banderas del grupo en motocicletas como señal de respaldo a sus líderes y rechazo a las presiones internacionales.