Macron visita Reino Unido para reforzar la defensa, migración y las relaciones bilaterales con Starmer
- Londres y París sellan un nuevo clima de entendimiento tras años de tensión por el Brexit
- Sigue en directo la guerra de Ucrania
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha iniciado este martes una visita de Estado de tres días a Reino Unido, con motivo de una cumbre celebrada junto al primer ministro, Keir Starmer, centrada en cuestiones de migración y defensa. Allí ha sido recibido por el rey Carlos III, en un gesto que subraya el renovado tono de las relaciones bilaterales. Tras años de frialdad marcados por el Brexit y la tensión con los anteriores Gobiernos conservadores, este encuentro refleja el buen clima entre Londres y París forjado en el último año desde la llegada del Laborista a Downing Street, y que alimenta la expectativa de una etapa de mayor entendimiento y cooperación a ambos lados del Canal de la Mancha.
Son precisamente Reino Unido y Francia quienes lideran los esfuerzos europeos por apoyar a Ucrania en una guerra que ha situado a la defensa y seguridad entre las mayores preocupaciones del Viejo Continente. Esta prioridad común ha estrechado todavía más los lazos entre las principales potencias militares de Europa y únicos poseedores de armas nucleares en la región. Con ese espíritu, ambos países han anunciado conjuntamente que la empresa francesa de energía nuclear EDF invertiría 1.100 millones de libras (unos 1.287 millones de euros) en un proyecto para construir una central nuclear en el este de Inglaterra.
Sobre la guerra en Ucrania, Macron ha apuntado este martes que ambos países "comparten la misma visión en el orden mundial, la justicia y el respecto por la soberanía de los territorios", a la vez que ha destacado "los ataques directos a las democracias, la vuelta de la guerra al continente, la retórica de los impulsos imperialistas y la falta de respecto a las leyes internacionales que intentan dividir el mundo", en una clara alusión a la amenaza rusa.
En este sentido y, con el objetivo de influir en la cuestión ucraniana, Starmer y Macron copresidirán el jueves una reunión por videoconferencia con los países de la Coalición de Voluntarios, que pretende para garantizar la seguridad de Ucrania ante un futuro alto el fuego. Esta iniciativa, lanzada en marzo, se enmarca en un contexto de contantes cambios entre Washington y Kiev desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. La formación de esta alianza está directamente relacionada con la falta de apoyo incondicional de Trump, pues su administración ha suspendido en numerosas ocasiones la ayuda militar a Ucrania.
La primera visita desde 2008
Esta visita, que Downing Street calificó de "histórica", es la primera de un presidente francés desde Sarkozy en 2008 y la única de un líder europeo desde que Carlos III ascendió al trono. La parte francesa también ha interpretado esta visita como una señal de "reconvergencia" en torno a "intereses compartidos", ante el acercamiento que Starmer busca con Bruselas. Con motivo de esta visita, Macron destacó en un mensaje en su cuenta de X que se trata de un "momento importante" para los dos países, ya que "hay mucho que" ambos pueden "construir juntos".
La visita también se enmarca dentro del esfuerzo que los europeos están haciendo por reforzar su liderazgo global, especialmente desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asumió la presidencia y comenzó su guerra comercial al otro lado del Atlántico. Por ello, Macron ha insistido en la importancia de "eliminar la dependencia excesiva de Estados Unidos y China".
En el ámbito político, se espera que la cumbre bilateral del jueves fortalezca la cooperación en materia de migración irregular. Es una cuestión que preocupa en el Ejecutivo británico, tras un número récord de llegadas a través del canal de la Mancha desde enero y que ha ido en aumento en los últimos años. Londres lleva meses presionando a las fuerzas de París para que intervengan en el agua y detengan a las pequeñas embarcaciones que cruzan el mar hacia tierras inglesas. Actualmente, y según el acuerdo entre ambos países, una vez que las embarcaciones emprenden su viaje, las autoridades francesas solo intervienen para rescates.
Pompa real para la llegada de Macron
A su llegada a Inglaterra, el presidente francés y su esposa Brigitte han sido recibidos en la base militar de Northolt por el príncipe heredero Guillermo y su esposa Catalina. Juntos se han dirigido al Castillo de Windsor, al oeste de Londres, donde el rey Carlos III y la reina Camila les han dado la bienvenida oficial, casi dos años después de la visita de Estado de los monarcas a Francia.
Este primer día, lleno de pompa real, ha estado marcado por una procesión en carruaje tirado por caballos, un desfile militar y una cena de Estado. Se ha tratado de un encuentro entre iguales, dos jefes de Estado: por un lado, de una monarquía y por otro, de una república. Sobre ello ha bromeado el francés al asegurar ante el Ejecutivo británico que "ama la monarquía, pero solo cuando no está en casa", en una clara referencia a la Revolución Francesa.
En un discurso pronunciado desde el Parlamento de Westminster y ante los miembros de la Cámara de los Lores y de los Comunes reunidos en la Galería Real, Macron ha honrado a las victimas de la Segunda Guerra Mundial "y el esfuerzo británico en contra de la barbarie nazi". Aunque, el leitmotiv de su discurso ha sido el alto al fuego de los conflictos de Ucrania y Gaza, coincidiendo con la visita del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la Casa Blanca.
Además de los alegatos políticos, Francia prestará a Gran Bretaña el Tapiz de Bayeux, lo que permitirá que la obra maestra del siglo XI cruce el canal de la Mancha por primera vez en más de 900 años, en una muestra de amistad entre ambos países. A cambio, Gran Bretaña prestará a Francia tesoros anglosajones y vikingos, en un acuerdo que anunciarán la ministra de cultura británica, Lisa Nandy, y su homóloga francesa, Rachida Dati, más tarde este martes.
