Enlaces accesibilidad

El apagón pone a prueba la reputación de España, referente en renovables: "Es momento de hacer muchos deberes"

  • Los analistas consultados alertan sobre posibles daños en la marca-país si el fallo en el sistema eléctrico se repite
  • El Gobierno defiende que "no hay dudas para los inversores internacionales" frente a las críticas de la oposición
El apagón pone a prueba la reputación de España, referente en renovables: "Es momento de hacer muchos deberes"
Aglomeraciones de pasajeros en la Estación de Sants de Barcelona tras el apagón EFE/Toni Albir
DIANA FRESNEDA

La reputación de un país se construye a lo largo de décadas y puede tambalearse en cuestión de horas. España se apagó el pasado lunes y, aunque el suministro eléctrico se restableció con relativa rapidez, la vulnerabilidad del sistema puede tener efectos duraderos en la imagen del país.

La prensa internacional pronto se hizo eco de la situación: "En España, a oscuras", señalaba el diario italiano La Repubblica. "España y Portugal, golpeadas por un apagón", resumía el francés Le Figaro en su cabecera. La noticia saltó en poco tiempo de Europa a América y Asia, ocupando titulares en el estadounidense The New York Times, el argentino Clarín o el catarí Al Jazeera.

"España es noticia en todos los medios informativos por una situación crítica de estado de emergencia que pone el foco en el Gobierno del país, en cómo gestiona esta crisis, cuál es su origen y sus consecuencias. Es una noticia negativa de alcance mundial", señala a RTVE.es la experta en Comunicación de Crisis y directora de Señor Lobo & Friends, Natalia Sara Medinueta.

Pero, ¿cuál es el impacto reputacional que puede tener un apagón como este para un país como España a nivel internacional? Los analistas consultados coinciden en que una situación de estas características tiene un impacto reputacional "significativo", aunque "acotado en el tiempo" si no se repite.

"El riesgo reputacional en una situación crítica como esta es muy alto porque si no se actúa como se espera que debe responderse ante la gravedad de lo ocurrido la percepción negativa crece por las expectativas incumplidas", sostiene Sara Medinueta.

El daño sobre nuestra marca-país

Aunque es "difícil" estimar una cifra concreta que cuantifique el daño económico sobre nuestra marca-país, el doctor en Economía y vicedecano de EAE Business School Juan Carlos Higueras sostiene que "hay efectos intangibles ligados a la caída en la confianza internacional sobre España, que hasta ahora era la de un país tecnológicamente avanzado y fiable".

"Somos una isla energética en la Península Ibérica y eso, que se percibía como un factor de autonomía y autosuficiencia se ha dado la vuelta y ahora se percibe como una debilidad, a la vista de que, efectivamente, nos hemos quedado aislados y sin suministro eléctrico", apunta a RTVE.es.

Sin embargo, añade el experto, "si no vuelve a haber incidentes como este en el futuro, la confianza en España se mantendrá en buenos niveles y esta situación será vista más por la magnitud del impacto puntual que por una pérdida de confianza".

La importancia de reaccionar a tiempo

En términos macroeconómicos, el Gobierno adelantó esta semana que el apagón eléctrico masivo tuvo un impacto inicial de unos 400 millones de euros en compras, a los que habrá que sumar la afectación en el sector industrial o la pérdida de materiales.

Pero la imagen que proyecta un país en el exterior no solo depende de los datos macroeconómicos, sino también de cómo maneja sus crisis. "La respuesta de las autoridades y de Red Eléctrica es clave para minimizar el impacto en la marca país ante el caos por el apagón y potenciales problemas de seguridad", recalca la experta en Comunicación de Crisis.

En este sentido, la investigadora ICREA en el Instituto de Análisis Económico (IAE-CSIC) Mar Reguant no cree que el impacto reputacional sea muy grande, ya que "se ha recuperado la energía rápidamente y favorablemente, sin más sobresaltos". "Al fin y al cabo somos de las zonas de Europa con un recurso renovable más privilegiado y de los que vamos más avanzados en integrarlo en la red y los otros países no pueden ponerse a este nivel de la noche a la mañana", explica a RTVE.es.

No obstante, considera que lo importante ahora es analizar qué decisiones se deben tomar para que no vuelva a ocurrir: "Podemos hacer como que ya ha pasado o aprovecharlo y prepararnos por si un apagón se produjera en momentos críticos como puede ser un día de mucho calor (...). Así que es momento de hacer muchos deberes".

"No hay dudas para los inversores internacionales", según Cuerpo

Ahora el foco se dirige hacia los inversores internacionales, cuyo nivel de confianza será clave para medir el verdadero alcance del coste reputacional del apagón: "En principio debería quedarse todo en una anécdota de gran magnitud, pero algunos inversores pueden percibir la situación como un hecho no puntual sino como un síntoma de fallos sistémicos, regulatorios o de mantenimiento", subraya el doctor de la EAE Business School.

Y es que, en su opinión, "un apagón como el sufrido puede despertar dudas sobre la capacidad de nuestro país para garantizar suministro eléctrico estable en situaciones críticas, especialmente en un contexto de transición energética donde la red cada vez absorbe más generación renovable y distribuida".

En los últimos años, España se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos para la inversión internacional en energías renovables. En 2024, el país instaló 7,3 gigavatios (GW) de nueva capacidad renovable, principalmente de tecnología solar fotovoltaica y eólica, alcanzando así la mayor cantidad incorporada en un año, según datos de Red Eléctrica.

Este crecimiento ha sido impulsado por los fondos de recuperación, una infraestructura de distribución eléctrica robusta y un clima favorable, factores que han posicionado a España como el quinto país del mundo en atractivo para nuevos proyectos de inversión de este tipo.

"¿Si perjudica la imagen internacional de España? Lo que nos llega a nosotros es una visión muy positiva con respecto a la recuperación del sistema", señaló el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, tras hablar con inversores internacionales horas después del apagón: "No hay ninguna duda para nosotros ni para ellos".

Una respuesta "lenta e ineficaz", según el PP

La visión es muy diferente para la oposición, que ha cuestionado la falta de previsión del Gobierno y que todavía no se conozcan las causas después del suceso: "Ha sido desastroso. Parecemos un país en el que ‘se funden los plomos’ y nadie sabe por qué. Esta situación podría repetirse en cualquier momento", criticó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acusando al Ejecutivo central de haber respondido con "lentitud e ineficacia".

Los analistas consultados también aluden al hecho de que aún no se conozcan las causas del suceso, aunque con visiones opuestas: "La respuesta no ha sido la más adecuada porque aún no se ha identificado la causa de este fallo, se sigue especulando en medios, ni hay suficiente transparencia en la comunicación", asegura Juan Carlos Higueras.

Esto, bajo su punto de vista, "alimenta diferentes teorías, verdaderas o no, sobre el origen del apagón, (...) ayuda a incrementar la desconfianza pública y mediática en el Gobierno y abre la puerta a pensar que esta situación puede volver a ocurrir en el futuro próximo". A lo que se añade, afirma, "la dilución de responsabilidades entre instituciones, lo que impide que las empresas y ciudadanos afectados puedan pedir responsabilidades patrimoniales a quienes corresponda por los daños sufridos".

La investigadora en el Instituto de Análisis Económico, por su parte, califica de "correcto" el hecho de que no se trasladen las causas del suceso hasta que se sepa con exactitud. "Quizá se podría haber informado un poco más a través de radio y otros canales, pero también es verdad que fue un día muy difícil, o sea que no lo valoro muy negativamente", explica.

La comunicación, clave en la gestión de crisis

En situaciones como esta, la comunicación se convierte en una herramienta clave para contener el impacto y transmitir confianza: "A mayor relevancia de la crisis, mayor es la necesidad de información. Gestionar la realidad de lo que ocurre en momentos de crisis graves y emergencias sigue siendo una labor que los hechos y sus líderes nos demuestran no pone en el lugar clave que debe de tener la comunicación", apunta Natalia Sara Medinueta.

La experta en Comunicación considera que en estos casos hay que actuar con "la mayor rapidez, que no quiere decir de manera precipitada" y "centralizar el punto de información de fuente oficial ante la dispersión de organismos e instituciones que participan comunicando desde su área de actuación".

Y es que, advierte, "tardar cinco horas y media en aparecer ante la ciudadanía para comunicar qué pasa, qué se está haciendo, tranquilizar y aconsejar para garantizar la seguridad de las personas es mucho tiempo en una crisis insólita de apagón total que implica un nivel de emergencia 3 de protección civil".

Además, destaca la labor de los portavoces oficiales en situaciones de crisis, que en este caso "ha fallado por exceso de tecnicismos": "Parece fácil pero siempre es uno de los grandes retos al gestionar una crisis: hablar para que te entiendan, hablar con tono y coherencia para transmitir la suficiente empatía y el necesario liderazgo de que se está manejando la situación. Sin ello, crece la incertidumbre y la desconfianza", sentencia.