Moncloa rectifica a Interior y rescinde el contrato de compra de balas a Israel tras la tensión con Sumar
- El Ejecutivo y la Abogacía del Estado estudian cómo afrontar la posible reclamación de la empresa israelí de 6,6 millones
- Sumar da por zanjada la crisis tras el amago de IU de abandonar el Gobierno
El Gobierno ha ordenado rescindir finalmente y de forma unilateral el contrato de Interior para la compra de balas a Israel "tras haber agotado todas las vías negociadoras" con la empresa israelí. Lo hace después de las fuertes tensiones que dicho contrato ha generado entre los socios de la coalición y el breve amago de IU de salir del Ejecutivo. La Abogacía del Estado y los ministerios competentes están además estudiando las posibles reacciones legales y reclamaciones por parte de la compañía ante la previsión de que exija el pago de 6,6 millones que costaba la munición y una posible penalización.
La decisión llega después de los contactos en primera persona que han mantenido Sánchez y la vicepresidenta Yolanda Díaz en las últimas horas. El jefe del Ejecutivo ha priorizado la relación con su socio de coalición y ha decidido atajar así esta crisis, que afectaba a su compromiso con Palestina.
Fuentes del Gobierno a RTVE han informado de que Presidencia, la Vicepresidencia Segunda (Díaz) y "los ministerios competentes", entre ellos Interior (que dirige Fernando Grande-Marlaska), "han decidido rescindir de forma unilateral" el contrato de compra de munición a la empresa IMI System, pese a que dicho contrato ha sido ya publicado este jueves en el Boletín Oficial del Estado.
Exponen que la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (JIMDDU) denegará a dicha empresa el permiso de importación de este material a España "por razones de interés general" y, acto seguido, el Ministerio del Interior rescindirá el contrato.
Además, desde Moncloa subrayan que los partidos del Gobierno de coalición progresista (PSOE y Sumar) "están firmemente comprometidos con la causa Palestina y la paz en oriente medio" y que, por ello, desde que estalló la guerra en Gaza el 7 de octubre desde 2023 España ni compra ni vende armamento a las empresas israelíes "ni lo hará en el futuro".
El propio Sánchez, en sede parlamentaria, garantizó que no habría contratos de compraventa de armamento con Israel mientras prosiga la guerra en Gaza. Sin embargo, éste era uno de la decena de contratos pendientes de licitación con empresas israelíes. Con todo, en Moncloa distinguen entre el material ofensivo, como la munición, y defensivo, como material para los chalecos o los blancos de tiro.
Interior veía inviable rescindir el contrato ante posibles reclamaciones
Este miércoles, se dio a conocer que Interior había licitado la compra de la munición israelí tras el informe de la Abogacía del Estado, que desaconsejó anularlo debido a la avanzada fase de tramitación y a que hubiera supuesto “abonar el precio a la empresa sin recibir el material contratado”, que era necesario, según explicó el Ministerio. Precisamente por eso, el Ejecutivo ha explicado que la Abogacía del Estado y los ministerios competentes están estudiando posibles acciones legales y reclamaciones no solo de los 6,6 millones que costaban las balas, sino también de posibles penalizaciones.
Tras las tensiones que ha desatado dicho contrato con Sumar, este jueves por la mañana el Ejecutivo aseguraba que estaba buscando “por todos los medios” una solución administrativa y para ello estaban analizando la situación con los equipos técnicos. “Hay voluntad de arreglo”, añadían. Tan solo horas más tarde daban a conocer la rescisión del contrato.
Las mismas fuentes aseguraban, por otra parte, que “no ha estado en la discusión la ruptura con Sumar”, y subrayaban que “hay que entender las distintas sensibilidades” y mantener el “respeto de unos a otros” en el Ejecutivo.
Aseguraban también que Sumar conocía el contrato “con suficiente antelación” y no se lo encontraron “de repente en la mesa”. Una aseveración que ha negado la propia Díaz, que ha dicho haber desconocido hasta ayer un contrato que se firmó en Semana Santa.
Díaz celebra frenar el contrato: "No negociamos con un Gobierno genocida"
Preguntada por los periodistas, Díaz se ha atribuido el haber frenado el contrato y ha subrayado que ella "personalmente" ha estado negociando desde ayer con el ministro Marlaska y con Presidencia para la rescisión de un contrato que, a su juicio, vulneraba la legalidad y el comercio internacionales y los acuerdos del Gobierno. Y poco antes de que Moncloa anunciara la rescisión, aseguraba que "no hay ninguna crisis en el Gobierno".
"No hay relativismo en la defensa de los Derechos Humanos ni de la legalidad en el mundo", ha sostenido ante los medios, tras lo que ha defendido que España no hace negocios con "un gobierno genocida" como Israel. "El compromiso es que no podemos comprar armas a un gobierno que está masacrando al pueblo palestino", ha incidido. La vicepresidenta ha sido muy crítica en las horas previas con Marlaska, a quien exigió una rectificación y también su comparecencia.
Por su parte, el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, ha defendido a Marlaska y respondido así sobre el contrato en una entrevista en TVE. "Un problema solucionado, ¿no? Escucho muchas opiniones en el día de hoy. Me encantaría escuchar todas esas opiniones, si hoy España tuviera un gobierno del PP con Vox, iban a alucinar". Además, ha aseverado que "no se puede acusar a este Gobierno de no estar donde se debe estar, del lado de los derechos humanos". Y ha zanjado: "Cuando ha habido un problema se ha resuelto".
IU da por zanjada la crisis tras amagar con salirse del Gobierno
El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, ha celebrado la decisión del Gobierno, pero ha lanzado una advertencia al ministro Grande-Marlaska en una entrevista en La Sexta: "Obviamente, cuando a ti te rectifican, tú tienes que hacértelo mirar". Maíllo ha advertido también de que, para que el Ejecutivo de coalición funcione "bien", el PSOE debe asumir que es "plural" y que no debe haber una parte socialista que sea "la matriz" y que piense que el otro socio está "de prestado".
Por su parte, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego (la única de IU en el Ejecutivo) ha admitido que ella habría acatado cualquier decisión que hubiera tomado Izquierda Unida sobre su permanencia en el Ejecutivo, si bien ha destacado que Sumar está presente para mantener la presión a la parte socialista sobre los acuerdos alcanzados: "Somos una organización que tomó colectivamente la decisión de estar dentro del Gobierno de manera colectiva y participada (...) Yo soy una mujer que cree que hay que mandar obedeciendo y, por tanto, yo me debo también a lo que diga la militancia de mi organización política que es Izquierda Unida".
Precisamente, los partidos que constituyen el espacio de Sumar se reúnen este jueves por la tarde de forma telemática para abordar la situación tras el aumento del gasto en defensa aprobado por el Gobierno esta semana y el contrato con Israel, cuestiones ante las que se ha mostrado en contra.
La reunión llega a petición de IU, que este miércoles llegó incluso a plantear que Sumar debería abandonar el Ejecutivo, en palabras de su portavoz parlamentario, Enrique Santiago. En otra entrevista en Antena 3, Maíllo lo ha acabado descartando y ha asegurado que su formación es "muy leal" con el Gobierno y que quiere agotar la legislatura para ahondar en los avances sociales. Eso sí, ha dejado claro que no va a "pasar por el aro" de que el Ministerio del Interior compre armas a Israel.
Podemos pide una "movilización masiva" contra "el Gobierno de la guerra"
Por su parte, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández, ha llamado en una entrevista en RNE a una “movilización masiva” en la calle contra “el Gobierno de la guerra”, tras el aumento del gasto en defensa, y ha asegurado que "no se votó a Sánchez para esto".
A su juicio, el Ejecutivo “está inmerso en una deriva antidemocrática y autoritaria” por no someter al Congreso “decisiones de una relevancia enorme” como el gasto militar o los presupuestos.
“España no debería ser un vasallo o un súbdito de la OTAN, que está dirigida por el fascista Trump”, ha advertido, y ha vuelto a pedir la dimisión de Marlaska. “El problema no es Marlaska, es este gobierno, que ha tomado una decisión política, que es subordinarse a los intereses de EE.UU. y convertirse en un gobierno de la guerra, con ministros como Marlaska, que podrían estar perfectamente en el PP o en Vox”, ha sentenciado.