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El papa Francisco y su relación con la guerra de Ucrania y la Iglesia ortodoxa rusa

La guerra de Ucrania enfrió las relación con la Iglesia Ortodoxa
RTVE.es

La guerra de Ucrania marcó un punto de inflexión definitivo entre el papa Francisco y Kirill, el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa. Kirill es uno de los apoyos incondicionales del presidente ruso, Vladímir Putin, y también ha tratado de justificar la invasión rusa de Ucrania.

El presidente ruso ha expresado sus condolencias por la muerte de Francisco y ha indicado que tuvo la oportunidad de comunicarse con él en varias ocasiones. Ha destacado al papa como un "defensor consecuente de los elevados valores del humanismo y la justicia", y ha señalado que era una persona "extraordinaria" y que siempre guardará buen recuerdo del pontífice.

Un encuentro entre Kirill y Francisco en 2016

El patriarcado de Moscú ha destacado que la personalidad de Francisco jugó un papel importante en el contacto activo entre la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia Católica. De hecho, antes del enfriamiento en su relación por la guerra, el papa siempre había defendido el acercamiento entre ambas ramas del cristianismo.

El papa Francisco y Kirill se vieron en persona solamente en una ocasión, en 2016, en uno de los salones de la terminal del aeropuerto de La Habana, en Cuba. Aquel encuentro fue histórico. "Hablamos como hermanos, tenemos el mismo bautismo, somos obispos", señaló entonces Francisco, que siempre defendió el diálogo hacia la unidad entre diferentes confesiones cristianas. El llamado ecumenismo (la tendencia a restaurar la unidad entre todas las Iglesias cristianas) era para él una actitud esencial.

Enfriamiento de su relación por la invasión rusa de Ucrania

Poco antes de la guerra de Ucrania parecía posible que se produjera otro encuentro entre ambos, pero la invasión rusa de Ucrania lo cambió todo: el patriarca Kirill, que anteriormente había calificado como "milagro de Dios" el liderazgo de Putin, dio su bendición a la guerra de Ucrania con argumentos similares a los del Kremilin. "Durante ocho años ha habido intentos de exterminar a la gente del Dombás", señaló entonces.

Esta posición no agradó a Francisco y este, en una videoconferencia con Kirill, le recalcó que "no hay guerras santas ni justas, no se convierta en el monaguillo de Putin". La Iglesia ortodoxa rusa lamentó el tono del papa.

A pesar de sus desencuentros, el pontífice siempre apostó por una paz dialogada. "Estoy abierto a encontrarme con ambos presidentes, el de Ucrania y el de Rusia", indicó en 2023. El papa también dejó claro que no volvería a reunirse con el jefe de la Iglesia ortodoxa rusa hasta que no hubiera paz en Ucrania.